Pocas personas quedarán en este país sin opinar sobre todo lo que ha sobrevolado la cabeza de Laura Escanes en los últimos años. Y pocas personas de todas esas que han opinado de forma despectiva (que son muchas), tendrán los pies tan en la tierra como los tiene la protagonista.
Laura Escanes (Barcelona, 1996), es modelo e influencer. Publicó su primer libro en 2018, Piel de letra. Ha desfilado en numerosas pasarelas nacionales e internacionales y las marcas se la rifan. Y no nos extraña: es la Gigi Hadid española. También es madre de una niña, Roma, con la que se le iluminan los ojos cuando la menciona. Y entre sus últimos proyectos está el recién estrenado podcast en solitario que, bajo un poderoso juego de palabras del que en redes ya han sacado punta: Entre el cielo y las nubes, ahonda en sus sentimientos a corazón abierto en charlas con invitados de toda índole. El podcast, por cierto, puedes escucharlo ya en la plataforma Podimo.
Las redes sociales han vuelto a ser su mejor trampolín para este último reto profesional, a sabiendas de que la opinión gratuita de miles de personas sería la responsable de elevarla o no al éxito. Admite y respeta que el mundo lo haga. Eso sí, hasta que se traspasa la fina línea que separa la opinión de la falta de respeto. Línea que, en un simple vistazo por los comentarios que le dejan en sus redes, ves cómo se sobrepasa a diario.
Y a pesar de la solidez que demuestran cada una de sus palabras, de su aparente calma, hay algo de rabia y dolor. "Te mentiría si te dijera que no me duele", dice. “Siempre intento relativizarlo todo, tanto lo bueno como lo malo, porque tampoco sirve que me quede sólo con lo bueno. También está bien tener los pies en el suelo y saber que no vas a gustar a todo el mundo. Y tampoco es mi intención. Pero sí es verdad que para mí hay un límite, que es el respeto.”
Mantiene un tira y afloja con este mundo virtual que le ha favorecido tener un buen soporte profesional, pero que también le ha hecho estar en el punto de mira de la prensa rosa de este país tantas veces. Y la historia viene de lejos. Desde que abriera su cuenta de Instagram en 2012 con un primer objetivo de compartir sus viajes, su número de seguidores no ha dejado de subir, especialmente desde 2015. Está actualmente a 200.000 de alcanzar la friolera cifra de los 2 millones de followers. Tres años después de arrancar su Instagram, comienza una relación con el periodista Risto Mejide. La diferencia de edad entre ambos (22 años) hizo que la pareja no estuviera nunca exenta de polémica. Se casaron en 2017 y tuvieron a su hija Roma en 2019. Hicieron suyo el hashtag #toelrrato, con el que etiquetaban las cariñosas imágenes y mensajes que se dedicaban el uno al otro en las redes. Hasta que ese hashtag se transformó el pasado septiembre de 2022 en #casitoelrrato, con una publicación en el perfil de cada uno con la que anunciaban el final de su relación.
Su vida sentimental ha estado en el punto de mira desde casi una década, casi lo mismo que lleva en Instagram (7 años). Pero Escanes sorprende: tiene una fortaleza y un sentido del autocuidado del que todo el mundo debería aprender, incluidos (y muy especialmente) aquellos que más duramente le critican día tras día por lo que sea que haga.
Cuando Laura Escanes sube una foto a Instagram, sube también el pan. Y lo ha hecho de forma exponencial tras una de sus últimas publicaciones: un reel con el que parece querer zanjar comentarios, polémicas y titulares jugosos. En él, aparece de forma cariñosa con el cantante Álvaro de Luna, con quien se la relaciona tras su ruptura.
Pero Laura, sabe lo que hace. A pesar de ser impulsiva, como ella misma nos cuenta, sabe que de todo aprenderá: para bien y para mal. Y de la conversación con ella se puede extraer el perfecto manual para ser influencer y no perder el norte, aunque muchos se empeñen en que ya lo ha perdido. ¿La realidad? Puede que en algún momento su norte tambalease, pero los pies de Laura Escanes están mas en la tierra que nunca. O al menos, es lo que sus palabras nos han hecho intuir.
¿Te gustaría no ser famosa?
"Me gustaría poder darle a un interruptor y a veces, no serlo. Poder disfrutar de cosas básicas como ir a la playa, hacer topless y que no notes miradas de gente o que no te estén haciendo fotos en un restaurante porque te han reconocido. En momentos de crisis, la opinión pública genera todavía más agobio y estrés."
Si pudieras volver atrás, ¿cambiarías algo de tu vida?
“Creo que no cambiaría nada porque al final de todas las cosas y de todas las decisiones que he tomado, he aprendido cosas. Tal vez me protegería un poquito más pero es cierto que si lo hubiera hecho, no habría aprendido tanto. Cuando me salen las cosas, me salen, las hago y soy bastante impulsiva, así que no me da tiempo a arrepentirme luego. Lo hago porque lo siento así.”
¿Ha cambiado tu percepción sobre el amor?
(ríe) “Creo que cuando somos jóvenes al amor lo idealizamos muchísimo más. No estoy diciendo que no sea joven pero de las cosas que vivimos vamos cogiendo un poquito y hacemos del amor un concepto distinto. Quiero pensar que mi concepto del amor de película, del amor ideal, sigue estando ahí. Pero sí hay matices que cambian. Ahora me cuesta más pensar en el amor para toda la vida. El tiempo dirá.”
¿Qué es lo mejor y lo peor de ser madre joven?
“Cuando yo fui madre tenía 23 años y fue un momento en el que profesionalmente me faltaban muchas cosas por hacer. Y aún me faltan. Y creo que lo peor de ser madre joven es precisamente eso, dejar un poco de lado la parte profesional, ir avanzando… Pero por otro lado, la energía que tengo ahora, que nos llevemos poco, que seamos amigas… quiero que todo eso siga siendo así."
¿Qué opinas de que el narcisismo sea lo más repetido entre tus críticas?
“Yo entiendo esos mensajes de “cuánto narcisismo, cuánto ego, cuánto querer mostrar estar bien siempre…” Lo entiendo porque al final es lo que mostramos. A mi también me pasa: a lo mejor te quedas con una imagen de alguien pero luego descubres de esa persona muchas más cosas y cambia tu concepto sobre ella”.
¿Cómo han recibido tu podcast en las redes sociales?
“La gente que me sigue se alegran por mí con las cosas buenas. Y muchas veces las cosas malas las sufren conmigo. Cuando de repente anuncio este podcast en solitario, creo que para ellos ha sido una forma de decir: “¿veis como ella puede? ¿veis como sola también es capaz de hacer cosas diferentes?” Me da rabia no poder poner cara a todas esas personas que están ahí porque siento que se alegran de verdad.”
¿Cómo te ves en 10 años?
“¡Qué pregunta! En 10 años pueden cambiar tanto las cosas… Me hicieron esta pregunta hace 5 años y dije: me veo con hijos, viviendo en Madrid (en ese momento vivía en Barcelona) y trabajando en la tele. Y he ido haciendo “checklist”. Ahora me da un poco de miedo lo que proyectar. Quiero seguir trabajando, mejorando y aprendiendo cosas. 10 años son muchos y ponerme límite tampoco me gusta. Pocas veces digo que no a las cosas porque creo que cuando tienes una oportunidad, de todo sacas cosas buenas. Me quiero ver feliz, eso es lo más importante.”
