Todas las papeletas estaban ya echadas y todas apuntaban a que en la categoría d e "mejor actriz de reparto" en los Óscars tenía un nombre más que claro: Jamie Lee Curtis, siendo este su primer premio por la película Todo a La Vez en Todas Partes, una de las más premiadas de la noche.
Las ganas y el run run sobre este galardón eran un secreto a voces, tras una larga trayectoria, siendo una de las mayores referentes del género de terror, ya era hora de poder celebrarla como se merece. A pesar de que los rumores apuntaban a que la actriz no acudiría a la cita del cine por "acostarse pronto", era necesario que fuese y nos regalase momentazos como los de esta noche.
Con un vestido ajustado y largo lleno de pedrería en un color champagne de Dolce & Gabanna, ha sido su gran amigo para recoger su estatuilla y hacer historia. Su emotivo discurso ha ido dirigido a todos los que han hecho posible que pudiese estar en ese escenario, a todos los que crean y creen en el "cine de género", a su familia, en especial a sus padres, los actores Tony Curtis y Janet Leigh a los que les dedican unas tiernas palabras "papá, mamá, nominados en numerosas categorías y en distintas ocasiones. Papá y mamá, acabo de ganar un Óscar" decía entre lágrimas.
Después de secarnos las lágrimas al ver a Curtis emocionarse, nos regaló otro momentazo con una gran amiga, la actriz Sigourney Weaver. Tras bajarse del escenario, allí estaba su gran amiga esperándola para enfundarse en un largo y tierno abrazo. La emoción de ambas traspasa la pantalla y nos demuestran que las verdaderas amistades, a pesar de dedicarse al mismo mundo, prima el apoyo y amor incondicional por encima de cualquier tipo de rencillas y celos. Todo un ejemplo de amistad y compañerismo en una profesión que requiere de dedicación y que convive con la rivalidad.
