Si sigues a Chiara Ferragni te habrás dado cuenta de que lleva todo el fin de semana sin hacer una publicación en su cuenta de Instagram. Hasta hoy. El motivo han sido las acusaciones de la Autoridad Garante de la Competencia y el Mercado (AGCOM) de Italia. por "práctica comercial incorrecta" que le obligan a pagar una multa de más de un millón de euros. La influencer se asociaba junto a una marca de dulces navideños italianos que "daban a entender que al comprar el pandoro (dulce tradicional italiano) contribuirían a una donación al Hospital Regina Margherita de Turín", algo que posteriormente se ha demostrado falso.

La empresa de dulces, Baccolo, habría realizado una donación meses antes de 50.000 euros al Hospital pero los beneficios obtenidos con los productos relacionados con Ferragni no se han destinado a esta causa. La influencer a alegado que ha sido un "error de comunicación" y ha contado cómo va a enmendarlo.

Además, ha informado que considera "desproporcionada e injusta" la sanción y que impugnará en los tribunales esta decisión para reducir la multa lo máximo posible.

Chiara Ferragni se pronuncia tras las acusaciones de estafa

La influencer ha roto su silencio y ha comunicado su error de comunicación a través de un vídeo en su cuenta de Instagram explicando todo lo sucedido y cómo piensa enmendarlo.

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"Siempre he estado convencida de que los más afortunados tienen la responsabilidad moral de hacer el bien. Estos son los valores que siempre nos han impulsado a mí y a mi familia. Esto es lo que les enseñamos a nuestros hijos. También les enseñamos que se pueden cometer errores, y que cuando sucede debemos admitir, y si es posible, remediar el error cometido y enmendarlo. Y eso es lo que quiero hacer ahora. Pido disculpas y donaré 1 millón de euros al hospital Regina Margherita para apoyar el cuidado de los niños. Pero eso no es todo: lo hago públicamente porque me di cuenta de que había cometido un error de comunicación. Un error que enmendaré en el futuro, separando por completo cualquier actividad benéfica, que siempre he hecho y seguiré haciendo, de las actividades comerciales. Porque aunque el objetivo final sea bueno, si no ha habido un control suficiente sobre la comunicación, se pueden generar malos entendidos. Como ya he dicho en los últimos días, impugnaré la disposición de la AGCM porque la considero desproporcionada e injusta. Mi error fue vincular una actividad comercial a una solidaria y lamentablemente se puede cometer un error, me arrepiento de haberlo hecho y me doy cuenta de que podría haber estado más atenta. Pero si la sanción final fuera - como espero - inferior a la decidida por la AGCM, la diferencia sumará al millón de euros. En los próximos días hablaré con el hospital Regina Margherita para entender cómo utilizará el hospital la suma que donaré y periódicamente os hare actualizaciones. Mi error persiste, pero quiero asegurarme de que de este error surja algo constructivo y positivo"