Hemos tenido que esperar hasta la entrada de noviembre para ver la verdadera llegada del otoño. Y aunque en la mayoría de los ámbitos de nuestro día a día es motivo de celebración, el cambio de estación y, especialmente de clima, también tiene como consecuencia una serie de cambios en nuestra rutina. Y no hablamos solo del armario: nuestra alimentación tiende a evolucionar dadas las nuevas necesidades de nuestro cuerpo, cambian nuestros horarios, nuestro sueño, nuestro estado de ánimo y, por supuesto, nuestra rutina deportiva. Y es que, no todos tenemos la capacidad de adaptarnos fácilmente a los cambios bruscos de estación a la hora de practicar deporte, especialmente si es al aire libre. Pero en esta ocasión vamos a intentar convencerte de algo: no abandones tu rutina deportiva al aire libre por la llegada del frío, tiene más beneficios de los que creías.

Favorece el estrés y el equilibrio emocional

Que no suene a tópico, sabemos que es algo que has escuchado y leído cientos de veces pero no por ello es menos cierto. El deporte, en general, es uno de los mejores medios para combatir el estrés y la depresión, ya que al realizar una actividad física, el cerebro produce endorfinas, las conocidas como hormonas de la felicidad, que actúan como neurotransmisoras del placer. Esto ocurre al practicar cualquier tipo de deporte, sin embargo, si lo hacemos al aire libre, en un lugar agradable y evitando altas temperaturas, sus beneficios se multiplican.

Según un estudio realizado recientemente por la Universidad de Essex, en Reino Unido, durante los primeros cinco minutos de ejercicio al aire libre se produce un aumento de la autoestima y mejora del ánimo. ¿A qué se debe esto? Muy sencillo: a todos los beneficios que nos proporciona el deporte a nivel emocional, el hecho de practicarlo rodeados de naturaleza, gente y un ambiente agradable, así como respirar aire puro y limpio produce un impacto positivo en el cuerpo y dejándonos una dosis de positivismo y relajación mucho mayor que si lo practicamos en un espacio cerrado.

Practicar deporte al aire libre libera endorfinas y aumenta la sensación de felicidad.pinterest
Practicar deporte al aire libre libera endorfinas y aumenta la sensación de felicidad.

A menor temperatura, mayor aguante y resistencia

Aunque nos hayamos acostumbrado a salir a correr o andar en bici con el sol, una temperatura agradable y unas condiciones climatológicas a nuestro favor, el cambio de estación no debe frenarnos a la hora de seguir con nuestra rutina deportiva. Sobre todo, porque puede que no seamos conscientes, pero el hecho de que las temperaturas sean algo más bajas y el sol no incida con tanta fuerza, hará que nuestra resistencia a la hora de practicar deporte sea mucho mayor. De hecho, puede que con el tiempo nos acostumbremos a hacer ejercicio con bajas temperaturas y nos cueste adaptarnos a medios con más calor y humedad como pueden ser un gimnasio o centro deportivo.

Además, la bajada de temperaturas y el aumento de las rachas de viento y las lluvias hacen que, sobre todo en las grandes ciudades, el ambiente esté mucho más limpio y el aire sea más puro, de modo que la contaminación es mucho menor y la actividad física más agradable, por no hablar de los beneficios que esto provoca en nuestro organismo.

El frío no será tu enemigo cuando salgas a hacer deporte a la calle. Al contrario, aumentará tu resistencia.

Vitamina D, tu mejor aliada

Aunque las horas de luz se reduzcan con la llegada del otoño y el cambio de hora, es cierto que debemos hacer un esfuerzo por aprovechar al máximo el sol, especialmente a la hora de hacer deporte. La vitamina D que creamos cuando el sol incide en nuestro cuerpo al hacer ejercicio al aire libre tiene muchos más beneficios de los que creías. Hay estudios recientes que han demostrado que la exposición a los rayos ultravioleta consigue una reducción de presión arterial, algo muy beneficioso para nuestro sistema cardiovascular, ya que podríamos reducir el riesgo de sufrir un ictus o infarto.

Pero la creación de vitamina D en nuestro cuerpo no solo incide de forma favorable en nuestro corazón. Esta vitamina es una gran aliada de la piel y el sistema inmunológico, retrasa el envejecimiento y, además, nos ayuda a perder peso. La obesidad suele estar asociada a bajos niveles de vitamina D, algo que podemos ayudar a combatir con deporte al aire libre.

Cuando hacemos deporte al aire libre nos beneficiamos de la vitamina D que aporta el sol.pinterest
Cuando hacemos deporte al aire libre nos beneficiamos de la vitamina D que aporta el sol.

Múltiples beneficios frente al ejercicio indoor

Y es que, antes de abandonar el ejercicio físico al aire libre por pereza o cambio de hábitos, deberíamos tener en cuenta los múltiples beneficios en diferencia al deporte indoor. En primer lugar, el gasto enérgico y, por tanto, la quema de calorías, es mayor debido a las irregularidades del terreno, los cambios de velocidad y ritmo (en una cinta de correr o bicicleta estática la velocidad es constante a no ser que la cambiemos nosotros), el viento, los giros, cambios de sentido y muchos otros factores que no encontramos en un equipo de gimnasio. Además, un entorno natural o al aire libre hace que nuestro sistema nervioso reciba estímulos agradables que sirven de distracción y reducen la conciencia sobre las sensaciones fisiológicas; es decir, disminuye la sensación de cansancio o fatiga.

¿Necesitas alguna razón más para aprovechar todos los recursos que te ofrece el entorno y beneficiarte del deporte al aire libre?