A la cabeza del proyecto se encuentra Alberto Fernández, un profesional que se ha curtido en plazas tan importantes como Dr. Stravinsky, o el bar del estrellado Saddle. Fernández se unió a Laura Perea (ahora fuera del proyecto) y Emilio Fernández para levantar Momus, una coctelería de autor en el céntrico barrio de Chueca en Madrid que abrió sus puertas una noche de San Juan de 2022. Durante este año y medio el equipo no ha dejado de crecer y alcanzar reconocimientos como el Mejor Menú 2022 en FIBAR por ‘Colores’, la exclusiva estrella en los Top Cocktail Bars y el galardón a Mejor Cóctel de Madrid en los Premios Time Out por la original interpretación que supone su Kingston Negroni. Todo esto ha hecho que Momus se posicione como una barra referente en Madrid. Y ahora, trae novedades que marcan y señalan el camino de su evolución.

alberto fernández, de coctelería momus de madrid
Jennifer Novoa
coctelería momus, madrid
MOMUS


Ahora Alberto Fernández acaba de presentar 'Growing', - su tercera carta en dos años, que supone una continuación de las dos anteriores - con el leitmotiv de seguir creciendo sin perder esa perspectiva de ver la vida a través de los ojos de un niño.

Si en la primera carta era con los colores y en la segunda con las figuras, en esta nueva propuesta nos encontramos con una imagen por cóctel, la cual va a ser la pista principal para ayudarnos a elegir nuestro trago. Un juego por el que invitan al visitante a dejarse llevar por los detalles, colores y diseños sin conocer los ingredientes de cada elaboración. Un menú aún más minimalista si cabe que los anteriores, donde la vajilla continúa con la elegancia demostrada en las anteriores propuestas y los garnish usados se integran en cada trago, siendo en la mayor parte de las ocasiones, comestibles.

tiny cócteles, de la coctelería momus de madrid
Jennifer Novoa
Tiny Cócteles

ALTA GASTRONOMÍA A PIE DE CALLE

El local, en pleno barrio de Chueca, se divide en varios espacios que se adaptan en gran medida al ambiente y necesidades de cada contexto. Al entrar, se encuentra su barra abierta a la experimentación: como si estuviéramos en un laboratorio, podremos ver todo lo que se elabora en directo en cada servicio por parte del equipo de Momus, así como las preparaciones con técnicas de alta gastronomía que llevan a cabo para los diferentes tragos de la carta. Un segundo espacio, más adelante, es el salón donde se reparten diversas mesas para un momento íntimo o más grupal.

Las paredes, decoradas con la colección ‘Ciudades Imposibles’ del artista Antonio Marco, contrastan a la perfección con los colores neutros del mobiliario. Al fondo del local, además, cuentan con un reservado para grupos o eventos que permite propuestas de todo tipo.

coctelería momus, madrid
Jennifer Novoa

Momus, que coge su nombre del dios griego de la burla y la sorna, que protegía a escritores y poetas, sigue siendo un teatro líquido cargado de ironía y eso se traduce en las elaboraciones de sus cócteles.

Se valen de técnicas de alta gastronomía para llegar al más puro minimalismo y revisan los clásicos que tienen como resultado preparaciones en las que todo parece sencillo pero es fruto de largas investigaciones. En su nueva carta que han bautizado como ‘Growing’, encontramos combinados mucho más cristalinos y accesibles, en los que se da un mayor protagonismo al juego de las imágenes para que el consumidor pueda dejarse llevar y se rinda al disfrute.

coctelería momus, madrid
MOMUS

Un total de 12 tragos totalmente nuevos, entre los que se encuentran algunos must como Alebrije -un cóctel sólo disponible para los más rápidos, ya que solo tendrán 15 unidades por servicio-, y que se elabora con tequila blanco, mezcal y una infusión de lavanda a baja temperatura equilibrada con coloridas notas de cacao blanco.

cóctel alebrije, de la coctelería momus de madrid
Jennifer Novoa
Cóctel Alebrije

Otra propuesta viajera es su cóctel Topolino, en el que maridan ingredientes como el pisco o el ají con un helado con cobertura de chocolate blanco y té matcha; o su reinterpretación del Adonis en Lady Bianca, al que añaden una textura caliente de queso parmesano y membrillo. Todos ellos llegan para convivir con otros de sus clásicos en las anteriores cartas, como Maguey, La Chiquita o el premiado Kingston Negroni. Un aviso a navegantes, no se sirve ninguna otra cosa que no sean sus preparaciones: aquí no hay refrescos, ni cafés, ni vinos ni cervezas.

cóctell topolino, de la coctelería momus de madrid
Jennifer Novoa
Cóctel Topolino

INTELIGENCIA ARTIFICIAL, EVOLUCIÓN DE DISEÑO Y TÉCNICAS

La carta de MOMUS se presenta a modo de libro ilustrado a color, cuyos diseños han sido elaborados por una inteligencia artificial que ha creado imágenes en las que se combinan los animales con lo etnico y lo atávico. Un juego con el buscan que el público tenga el tiempo necesario para elegir, jugar o imaginar. El objetivo por parte de Fernández y equipo es seguir sorprendiendo a los amantes de los combinados y volver a conectar con el niño que un día fuimos.

Otra de las sorpresas es que abordan la coctelería desde lo puramente sensorial y los cinco sentidos jugarán de una u otra manera con los cócteles, haciendo que cada experiencia sea diferente. Momus se encuentra en un momento de ebullición y éxito que sabe a hospitalidad y a alta gastronomía líquida.

preparación del cóctel alebrije, de la coctelería momus de madrid
Jennifer Novoa

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