A pesar de que ha aumentado la frecuencia de cáncer de mama en nuestro país, se registran entre 24.000 y 26.000 nuevos casos cada año, y de que cada vez se da a edades más tempranas,  entre los 35-40 años, ha disminuido la mortalidad. ¿Por qué? “Gracias a la detección precoz y a que los tratamientos son más específicos y multidisciplinares: intervienen oncólogos, cirujanos, radiólogos, patólogos y psicólogos”, asegura el Dr. Armando Tejerina, director científico del Centro de Patología de La Mama-Fundación Tejerina (www.cpm-tejerina.com).   

Las causas

Las dos causas principales del cáncer de mama, para el Dr. Tejerina, radican en el estilo de vida –dieta y ejercicio- y el estado inmunológico –depresión, ansiedad, estrés-. Hay que hacer una dieta mediterránea variada y equilibrada, rica en alimentos antioxidantes –frutas y verduras-, evitar las grasas saturadas y los azúcares refinados, el tabaco, el alcohol, el estrés, una exposición solar no controlada y a determinados contaminantes –hidorcarburos policíclicos, aminas, gases y productos químicos-. Y se recomienda realizar ejercicio, al menos, tres veces a la semana durante 45 minutos, tipo footing o natación. Eso mínimo porque cuánto más mejor.

Detección precoz

La Autoexploración es vital para un diagnóstico precoz de la enfermedad. Se supone que a partir de los 25/30 años toda mujer debería conocer su estructura mamaria. ¿Cómo debe hacerse? “Sentada o de pie, delante de un espejo, y con las manos en la nuca, observar si hay áreas enrojecidas, retraídas –hoyuelos-, alteración en el complejo areola-pezón o en el pezón, y si sale sangre por un pezón. Y después, tumbada, hay que dividir la mama en cuatro cuadrantes, teniendo en cuenta que el externo es el que produce más alteraciones, explorarse el pecho y la axila con la mano contra-lateral –pecho derecho + mano izquierda, pecho izquierdo  + mano derecha-, para detectar bultos o dolor”, explica el cirujano oncológico Alfonso Escalonilla.

Un buen diagnóstico

En la Seguridad Social la realización de mamografías de forma periódica empieza a los 50 años. “Hay que bajar por lo menos 5 años la edad del scrennig –”, denuncia el Dr. Tejerina. Y un buen diagnóstico debe consistir en realizarse una Tomosíntesis y una Ecografía, aconseja el experto. La primera es una mamografía en 3D, capaz de ver entre un 20 y un 25% más que una mamografía convencional y muy útil cuando las mamas son muy densas. Y la Ecografía se vale de los ultrasonidos –ondas no ionizantes- para detectar el cáncer de mama en sus estadios más iniciales y lesiones pequeñas. “Son dos pruebas obligadas para toda mujer por encima de los 40-45 años, a realizar cada dos años si no existen factores de riesgo o cada seis meses en caso de haberlo”, recomienda Hernán Cortés-Funes, Jefe del Servicio de Oncología Médica, del Hospital Universitario 12 de Octubre, de Madrid.  
Además, en mujeres jóvenes, con prótesis mamarias y/o con familiares directos con cáncer de mama es muy útil la Resonancia Magnética. “Permite diagnosticar un 20-30% más de lesiones malignas que únicamente con mamografía digital”, asegura el Dr. Tejerina.  

Consejo Genético

“Todo los cánceres son genéticos, pero algunos son hereditarios”, aclara el Dr. Escalonilla. Pues bien, identificar a tiempo que se es portadora de mutaciones genéticas -las más conocidas son las mutaciones en los genes BRCA1 y BRCA2-, vinculadas al desarrollo de un cáncer de mama por herencia familiar, supone poder adelantarse a la aparición del tumor, ya sea intensificando los controles o combatiendo su aparición con quimioterapia o cirugía, como ya ha hecho Angelina Jolie. Pero, los Test Genéticos únicamente se realizan a mujeres que ya padecen la enfermedad, tienen dos o tres casos de cáncer en su familia, o algún familiar joven con cáncer de ovario. En caso de dar positivo, también se recomienda a sus familiares directos -madre, hermanas o hijas-. “No está recomendado en mujeres sanas porque genera una preocupación innecesaria”, asegura Felis Iglesias, de Myriad Genetics España –compañía que realizó el estudio a Jolie en EEUU y propietaria del mayor “diccionario” para interpretar mutaciones-. En el Centro Integral Oncológico Clara Campal (Madrid, tel. 902 10 74 69) cuentan con un sofisticado software –Cancer Gen-, que valora previamente las posibilidades para ser candidata al test. Precio: En el sistema público está cubierto. En el privado, cuesta entre 2.000 y 2.500 €. Dónde: Myriad Genetics España (Madrid, tel. 800 808 408). Centro Integral Oncológico Clara Campal (Madrid, tel. 902 10 74 69).

DigniCap

Es lo último para no perder el pelo durante la quimioterapia. Consiste en ponerse una especie de casco de silicona lleno de sensores que van bajando la temperatura del cuero cabelludo –hasta llegar a unos 5ºC- durante la administración de la quimio. Así, “las células del pelo tienen un metabolismo basal muy bajo y no absorben tanto fármaco”, explica la oncóloga Ana de Lara. ¿Dónde? Fundación Tejerina (www.cpm-tejerina.com).