Parece que la bajada de temperaturas ha llegado para quedarse y acompañarnos durante las semanas que queden de otoño y los próximos meses de invierno. Y al igual que cambian nuestras rutinas por la pérdida de horas de sol y lo que es más evidente, nuestro armario que ahora se empieza a llenar de abrigos y jerséis calentitos, también debería cambiar nuestro ritual de belleza para adecuarse a las necesidades que ahora tiene nuestra piel y que si la observamos un poco, veremos que nos lo pide a gritos. ¿A qué me refiero? A que en invierno sobre todo aquellas mujeres que como yo, tenemos la piel seca, empezamos a notar que la tensión que ya de por sí podemos apreciar después de que pasen varias horas después de aplicarnos nuestra crema diaria, tiende a aumentar proporcionalmente a lo que baja el marcador de los grados centígrados de nuestro termostato (de lo que nos marca la app del móvil, vaya). El caso es que en invierno, de manera natural, nuestra piel se vuelve más sedienta por el déficit de hidratación que le genera estar expuesta al viento y al frío.

Dicho así suena un poco simplista pero si recurrimos a la voz de los expertos en dermatología, ellos te dirán que en las épocas más frías del año los vasos capilares que están presentes en nuestro cutis tienden a hacerse más pequeños. Esa contracción que sufren impide que el oxigeno y otros nutrientes lleguen de manera óptima a la dermis, la capa más gruesa de nuestra piel. Por otro lado en nuestro clima, los meses invernales suelen ser bastante menos húmedos por lo que eso contribuye a que las pieles (las más secas sobre todo) presenten con mucha frecuencia síntomas de enrojecimiento, descamación y resequedad.

Por todo ello es el momento de empezar a incluir elementos más hidratantes que compensen esa pérdida de humedad que inevitablemente estamos sufriendo. Más aún las pieles de aquellas mujeres que ya han cumplido los 40 y que por lo general empiezan a notar los síntomas derivados de la pérdida del colágeno y la elastina, dos sustancias fundamentales para mantener la jugosidad propia de la piel joven y cuya producción podemos estimular mediante el uso de los ingredientes cosméticos adecuados.

Una de las cremas favoritas de los dermatólogos para usar como tratamiento SOS cuando sufrimos resequedad y también como remedio preventivo para no padecerla es Hydraphase Riche de los laboratorios de La Roche Posay. Una crema rica en ácido hialurónico diseñada específicamente para rehidratar las pieles más secas que presentan tirantez e incluso descamación.

LA ROCHE POSAY Hydraphase Riche

Hydraphase Riche
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Crédito: Amazon

Tiene una textura ligera que se funde rápidamente al contacto con nuestra piel y se absorbe en seguida por lo que no deja una sensación pesada ni pegajosa en el rostro y se puede utilizar como base de maquillaje sin problema. La combinación del agua termal con el AH hacen de esta crema un poderoso cóctel para restablecer los niveles de humedad del cutis y liberarte de esa sensación de tensión que va asociada a la piel de invierno.

Cómo aplicar la crema favorita de las mujeres de 40 años en inverno

En este sentido los expertos nos advierten que no debemos temer a volver a aplicarnos la crema a lo largo del día si nos fuera necesario. Sobre todo si estamos en zonas con temperaturas extremas en las que la tirantez y la sequedad en el rostro son más frecuentes. Si no, basta con aplicarla con la piel previamente limpia y seca dos veces al día: por la mañana y por la noche.

Si además tu piel es de aquellas que son más reactivas y sufres mucho la llegada del invierno además de por la tirantez del rostro, porque llega a generarte picor, rojeces e incomodidad, te recomendamos usar esta otra crema de la misma firma con propiedades reparadoras que además contiene pigmentos de color que se ajustan al tono natural de tu piel para que puedas recurrir a ella a lo largo del día aunque vayas maquillada.

LA ROCHE POSAY Lipikar Baume Ap+M

Lipikar Baume Ap+M
Crédito: Druni