Los perfumes favoritos de las celebrities

Como ocurre con millones de mujeres, a Monroe le fascinaba el Chanel No 5. Sin embargo, en 2002, supimos que tenía otra debilidad: Rose Geranium de la firma londinense Floris. Monroe encargaba, bajo pseudónimo, grandes cantidades de este perfume para que llegaran al Hotel Beverly Hills, donde se hospedaba durante el rodaje de Con faldas y a lo loco. Se trata de un perfume en el que predominan las notas de geranio, potenciadas por un matiz cítrico, un toque de rosas y unas notas de fondo de madera de cedro. En la actualidad solo puede adquirirse en forma de esencia de baño.

Este fue el perfume elegido por Grace Kelly para su boda con Rainiero de Mónaco, celebrada en la Catedral de San Nicolás en 1956 y a la que acudieron invitados como Cary Grant o Ava Gardner. El príncipe encargó a la casa Creed la creación de un perfume exclusivo que se inspirase en el ramo de la novia. Contiene notas de bergamota, nardo, iris y rosa búlgara.

En la actualidad, casi todos los famosos tienen su propia línea de perfumes, pero la primera en hacerlo fue Elizabeth Taylor, cuando en 1991 lanzó White Diamonds, al que siguieron posteriormente Forever y Passion. A día de hoy, White Diamonds sigue siendo la fragancia diseñada por una celebrity más vendida de todos los tiempos. Sin embargo, en sus inicios como actriz, Taylor solía utilizar Bal à Versailes, un perfume de la familia olfativa oriental creado en 1962, cuyas notas de salida son romero, flor de azahar, cedro y vainilla. Volvió a utilizarlo en la época del rodaje de Cleopatra y, además, también fue la responsable de que se convirtiera en el perfume favorito de Michael Jackson.

Para recorrer el pasillo de la Catedral de San Pablo que la conducía al altar Lady Di eligió Quelques Fleurs, una fragancia floral con notas de nardo, rosa y jazmín (los rumores afirman que la princesa estaba tan nerviosa que, antes de salir del carruaje, derramó sin querer el perfume sobre su vestido). Más tarde, Lady Di se convirtió en toda una fan de 24 Fauburg de Hermès, creado en 1995 por Maurice Roucel como buque insignia de la firma parisina. Se trata de perfume con notas de flor de azahar, melocotón, gardenia y ámbar.

Ava Gardner era una fiel devota de Creed Fleurs, un perfume de rosas con notas de bergamota y té verde. Otras fragancias utilizadas por la nominada a Mejor Actriz en 1953 fueron Mitsouko de Guerlain y Fracas de Robert Piguet con notas de bergamota, mandarina y lila. Mientras estuvo casada con Frank Sinatra, circularon historias que afirmaban que cada vez que hacían las paces tras sus inumerables peleas, Ava rociaba la escalera que conducía a su casa con perfume.

L'Interdit ("Lo prohibido" en francés) fue creado en 1957 expresamente para Audrey Hepburn por Hubert de Givenchy. Los rumores dicen que Hepburn prohibió que Givenchy comercializara el perfume (de ahí su nombre), pero con el tiempo acabó cediendo. Las notas de salida de este perfume incluyen bergamota, rosas, jazmín, iris, violeta, narciso, y sándalo. Años más tarde, Audrey comenzó a utizar Spring Flower, de la firma Creed, otra fragancia creada en exclusiva para ella.

Dos cosas apasionaban a Katherine Hepburn: la aviación y el perfume Vol de Nuit, de Jacques Guerlain, creado en 1933 como homenaje a la novela de Antoine de Saint-Exupéry titulada Vuelo Nocturno. De carácter floral y amaderado, sus notas de salida son la bergamota, el jazmín y la vainilla. El relieve de su frasco recuerda a la hélice en movimiento de un avión.

Josephine Baker supo hacerse un nombre en el París de los años 20 gracias a sus dotes como bailarina y a sus faldas de bananas. A la norteamericana le gustaba llevar unas gotas de Sous Le Vent, de Guerlain, una fragancia creada en 1934 expresamente para ella. Pertenece a la familia olfativa Chipre e incluye musgo de roble, hojas de tabaco, estragón y resina de gálbano.

Protagonista de una de las historias de amor más tórridas de Hollywood, Bacall era toda una entusiasta de la lujosa firma francesa Diptyque Paris. Entre sus fragancias, las favoritas de la neoyorkina eran L'Ombre Dans L'Eau, a base de grosellas negras y rosas de Bulgaria y Opone, una mezcla floral-amaderada que contiene rosa turca, azafrán y comino.

Se dice que el día en que Clark Gable conoció a Vivien Leigh, antes del rodaje de Lo que el viento se llevó, le llamó la atención que oliera a violetas. Al igual que otras muchas estrellas de la época, como Olivia de Haviland, Mary Pickford o Gloria Swanson, a la actriz británica le encantaba este perfume de Jean Patou.