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Mientras que cada vez más celebridades son más reacias a tomarse fotografías con los fans en su tiempo libre para defender así su esfera privada, cuando hay un fogón de por medio y huele rico, los selfies se suceden al ritmo de las comandas. Rosalía ha visitado este fin de semana Estimar, el restaurante favorito de los Rolling Stones capitaneado por el chef Rafa Zafra y conocido por su exquisito pescado y marisco, y la imagen ha pasado ya a formar parte del conjunto de fotografías que habitan en el universo digital y que protagonizan personajes conocidos que posan junto al equipo de cocina y los chefs del momento como si fueran las nuevas estrellas de rock.
De hecho, nunca sabremos si en realidad, admira más el chef a la celebridad o el personaje VIP en cuestión al cocinero, y ahí radica la magia de este suerte de efecto “Mocito Feliz en clave culinaria”: los famosos se mueren de ganas por tener una fotografía con los reyes y reinas de la cocina. Hablando de monarquía... ¡Hasta Letizia Ortiz tiene su propia selfie con Ricard Carmena!
No podemos imaginar la cantidad de personas que sueñan con hacerse una foto con David Beckham o con Cristiano Ronaldo, pero tenemos claro que son pocos los afortunados con los que ellos quieren fotografiarse. Mientras que David Beckham se hace fotos con Hisato Hamata, cofundador de Wagyumafia, y con el chef Tetsuya Wakuda, Ronaldo posa con Georgina Rodriguez y Dani García en Leña, el establecimiento que el chef español Dani García tiene en Dubái.
“La profesión del chef o cocinero es más reconocida. Cuando yo empecé a estudiar hace 14 años, no era para nada lo que era ahora. Justo empezaba el boom de los programas de cocina con cocineros y se nota que ahora es una profesión más reconocida. Yo sí noté que a mi padre, que tiene varias carreras y es una persona que ha estudiado mucho, cuando le dije que quería ser cocinero no le hizo especial ilusión. Dijo que era una cosa que podía hacer cualquiera y que era un oficio más, para salir del paso. Ahora sí tengo más reconocimiento por su parte por el esfuerzo”, explica Aitor López, de Citrus del Tancat.
“Ahora mismo, cuando digo que soy cocinero o que alguien quiere ser chef, la gente se interesa más o lo encuentra más atractivo que antes. Lo que han hecho los chefs, los programas de cine y las productoras es un trabajo muy importante. Ahora el trabajo está en darle más reconocimiento a la sala y a los sumilleres, que se le tiene que dar el valor que se merece y focalizarse en esto, ya que está un poco olvidado”, asegura Aitor.
La Guía Michelin, así como los programas televisivos y cómo no, las redes sociales, se han encargado de erigir a los chefs como las estrellas definitivas del momento. Sí, conseguir sitio en el restaurante de moda exige paciencia y quizás, contactos, pero para conocer al chef de renombre y para poder acceder a la cocina en la que ocurre la magia, es necesario ser una celebridad. Por eso, el último símbolo de estatus no es conseguir sitio, sino hacerse el pertinente selfie con el equipo. El hecho de que pesos pesados como Beyoncé y Jay Z se fotografiaran con el chef Jean Imbert y su equipo es un buen ejemplo de ello.
La cultura gastronómica se encuentra en un punto álgido gracias a los festivales gastronómicos, los concursos de cocina y los summits culinarios en los que reconocidos chefs se acercan a los foodies para explicarles sus secretos y procesos, por lo que se convierten en los nuevos héroes del momento capaces de inspirar, entretener y reunir a personas de diferentes 'backgrounds' a los que les une su amor por la cocina.
“Los cocineros han pasado de ser personas anónimas a tener una mayor relevancia en los últimos años. No obstante, en general, existe curiosidad por conocer el interior de muchas profesiones, pero entiendo que sea mayor si se trata del oficio de transformar alimentos en delicias para el paladar”, dice Antonio del Álamo, chef de Casa Felisa. “Las diferentes series de cocina que hacen sí que han hecho que despertemos más curiosidad entre la gente. Han visto lo complicado que es nuestro oficio y las responsabilidades que tenemos, y ahora notamos más respeto y admiración”, añade Carles Gassó del Restaurante D,O. de Le Meridien Ra.
Mientras que los shows cooking (una cocina que se basa en cocinar frente a los propios comensales) ponen en marcha el espectáculo de la cocina en directo, demostrando así que realmente los chefs tienen mucho que ver con las estrellas del rock, y al tiempo que amamos quedar boquiabiertos ante las osadías y los avances culinarios de tantos, todavía hay figuras de la alta cocina que se niegan a equiparar su universo con el de las estrellas. “Yo soy un simple y humilde cocinero”, aseguró Ángel León cuando visitamos Aponiente. Al parecer, todavía hay rockeros culinarios que tienen tanta humildad como talento en la cocina.
