El mercado laboral de nuestro país destaca por contar con notables desequilibrios entre la oferta y la demanda de competencias, algo que supone una verdadera lacra a la hora de aprovechar el talento y abogar por la competitividad. Si crees que estás demasiado cualificada para el puesto de trabajo que ejerces, es importante cambiar las cosas para evitar terminar siendo víctima de la frustración laboral. Sin embargo, como explica Sergio del Prado, experto en desarrollo profesional, lo primero que deberíamos definir qué significa sobrecualificado. “Normalmente hace referencia a conocimientos y experiencia por encima de los que requiere el puesto de trabajo. Pero no tiene en cuenta competencias de liderazgo ni 'soft skills' como lo son las habilidades comunicativas, el trabajo en equipo, la escucha activa...”

Para saber cuándo realmente estás sobre cualificada en la oficina, basta con pensar si cumples estas cinco claves:

  • Te sobra tiempo. Te pasas el día delante de la máquina del café, estás más atenta que Dulceida a las redes sociales, tus compras 'online' en horario de oficina se disparan...
  • Te aburres constantemente, incluso pese a tener mucho trabajo entre manos.
  • Cometes errores absurdos.
  • Te inmiscuyes en el trabajo de los demás y haces tareas que no te tocan.
  • No te enfrentas a ningún reto ni estás motivada.
"El primer paso es preguntarte qué parte de responsabilidad has tenido para encontrarme así"

Si sigues leyendo es que muy posiblemente, te hayas sentido reconocida en este balance de situación. Ahora que has descubierto que tu puesto de trabajo exige unos requisitos demasiado junior para nuestras aptitudes... ¿Qué has de hacer? ¿Hablar con tu superior, ir a recursos humanos o buscar trabajo de forma inmediata? Enrique Gonzalo, uno de los autores de 'Efectividad KENSO', responde. “La clave es saber qué nos ha traído hasta aquí y qué nos permitirá encontrar el mejor camino de salida. El primer paso es preguntarnos qué parte de responsabilidad ha dependido de mí para encontrarme ante esta situación y qué alternativas considero realistas tanto dentro como fuera de la empresa. Porque solo con una respuesta honesta encontraremos los elementos para la mejor solución posible”, explica el cofundador del método de efectividad personal KENSO.

Señala que el siguiente paso sería hablar con nuestro 'manager' de la situación, algo para lo que recomienda estructurar tu argumento en cuatro pasos:

  • Comenzar con los hechos: “Llevo 16 meses en la posición y, de media, termino mi trabajo con 55 minutos de antelación, lo que provoca malestar tanto en los demás, porque parece que me sobra tiempo, como en mí, porque puedo aportar más”.
  • Proponer una alternativa: “Una alternativa sería adquirir más responsabilidades realizando X, Y o Z”.
  • Compartir los beneficios de la misma: “De este modo, podremos obtener mayores beneficios para el departamento y yo sentiré que estoy dando mi 100%”.
  • Próximos pasos: “Lo podemos poner a prueba durante un mes haciendo X,Y y Z y evaluar los resultados”.

"De este modo, ponemos todo lo que depende de nosotros para encontrar una solución. Porque el problema no es contar con empleados sobrecualificados, es pensar que son un problema en lugar de una gran oportunidad”, añade Enrique Gonzalo.

A la hora de valorar la idea que señala acerca de que el personal sobrecualificado es una oportunidad para las empresas, Sergio del Prado añade algunos matices a esta creencia.

“Determinados puestos de trabajo pueden ser una oportunidad tanto para la empresa como para el trabajador sobrecualificado si para este hay una oportunidad de aprendizaje y crecimiento. La empresa cuenta con un trabajador con conocimiento y experiencia para desarrollar proyectos complejos, mejorar procesos, mentorizar a trabajadores más jóvenes y en definitiva, mejorar el desempeño. Para el trabajador puede ser una oportunidad para desarrollar competencias de liderazgo y soft skills”, asegura.

"No creo que sea bueno ni para la empresa ni para el empleado"

“Sin embargo, yo personalmente lo desaconsejo totalmente tanto a empleadores como a empleados. No creo que sea bueno ni para la empresa ni para el empleado. Puede ser una oportunidad para ambos, pero con muchos riesgos de que salga mal. ¿Qué puede salir mal? Que el trabajador se desmotive, se frustre, se sienta por encima de colegas del mismo nivel por tener más experiencia, piense que la empresa está siendo desconsiderada con él, exija condiciones superiores a su banda salarial o se marche a la mínima oportunidad laboral que le surja”, dice el experto en desarrollo profesional, marca personal y emprendimiento.

sobrecualificación oficina
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Ambiente de oficina

Por su parte el autor de ‘Efectividad KENSO’, que señala que dos estudios recientes demuestran que los empleados sobrecualificados rinden mejor que sus compañeros, asegura que es vital que las condiciones queden claras desde el principio para que el trabajador y la empresa salgan ganando, pues es muy habitual que el trabajador sobrecualificado se frustre en un puesto para el que tiene demasiadas aptitudes.

Cómo no frustrarte por estar demasiado cualificada para tu trabajo

Para dejar de lado la frustración, y crear la mejor relación entre empresa y empleado, Enrique Gonzalo enfatiza la importancia de apostar por los siguientes criterios:

- El componente personal. “Todos los empleados, y en especial los sobrecualificados, necesitan sentirse valorados por la empresa y la dirección. Algo tan sencillo como la comprensión; reconocer que aunque no estamos en la situación ideal, vamos a hacer lo posible por alcanzarla. De este modo, las emociones y la percepción se centran en buscar soluciones en lugar de buscar problemas”, explica.

- Empoderamiento. “Lo que a menudo mantiene en su puesto a los empleados sobrecualificados es el mayor nivel de autonomía. Ayudarles a sentir que confiamos en sus capacidades para influir y decidir sobre su entorno de trabajo”, dice Enrique Gonzalo.

- Compañeros de trabajo con talento. Enrique Gonzalo, uno de los autores de 'Efectividad KENSO', explica que los empleados sobrecualificados necesitan establecer vínculos e interactuar con compañeros que se encuentren a su nivel o por encima. De este modo, el reto aumenta, la comprensión con otros compañeros queda establecida y encuentran la sintonía necesaria para dar lo mejor de sí mismos.

- Visión de futuro. Es fundamental que los empleados sobrecualificados se encuentren en el radar de alto potencial de sus supervisores; de este modo, se les puede considerar para ascensos/oportunidades dentro de la empresa más acordes con sus capacidades. Hay que mantener una visión: el empleado correcto para la posición correcta.

Cómo modificar tu CV para un puesto para el que estás sobrecualificada

Para terminar, a la hora de hablar de trabajadores sobrecualificados, resulta complicado no referirnos a los casos en los que sabemos de antemano que nuestro currículum va a espantar a la empresa, pero queremos optar para el puesto. Si te llama la atención una oferta de trabajo, es importante modificar tu currículum. Para ello, Sergio del Prado nos da cuatro tips.

  • Un CV con enfoque funcional. “Hay dos opciones para adaptar el CV. La opción funcional, basada en logros y habilidades, se centra en la posición. La opción cronológica, que ordena los puestos de trabajo según la fecha en que se desempeñaron, se centra en el candidato. Un currículum funcional ayuda a reducir el impacto de tu último cargo y responsabilidades. Elabora un currículum funcional focalizado en cómo tus habilidades, experiencia y conocimiento se centran en la posición”, señala.
  • Hazlo a medida. “Asegúrate de que tu currículum se centra en cómo tu experiencia se ajusta a la posición. No ahondes en experiencias y conocimientos que van más allá de lo que la empresa necesita. Es mejor omitirlas y guardarlas como un as en la manga. De este modo, si durante la entrevista surge la oportunidad, podrás compartirlas”, dice el ‘career development advisor’.
  • ¡Adiós "titulitis"!. “Sí, has estudiado, te has esforzado y puedes incluir todos los títulos. ¿Es lo ideal en este caso? No. No es necesario que enumeres todos tus títulos. Omite aquellos que consideras innecesarios para conseguir el puesto que deseas. De lo contrario, esa publicidad extra hará pensar al entrevistador que esperas un salario más alto por cada título de tu CV”, explica.
  • Pon el foco en la carta de presentación y en el resumen. “Estos son los mejores lugares para contar tu historia. En la carta de presentación explica tu trayectoria profesional de forma que quede claro por qué aceptarías un puesto de nivel inferior; quizás te encuentras en un campo en el que los ascensos te han llevado a puestos de dirección y te han alejado del trabajo que de verdad te gusta. Y explica en el resumen para qué quieres cambiar de profesión y demuestra por qué aceptarías un puesto por debajo de tu nivel de experiencia. Por desempeñar la función que siempre has querido, porque buscas más calidad de trabajo que cantidad, es por ser la empresa de tus sueños…”, asegura del Prado.