¿Quién no ha experimentado el subidón que da que te llamen para una entrevista de trabajo (y más si es el trabajo de tus sueños)? La cabeza empieza a darte vueltas: encajas en el perfil, te apetece muchísimo, te ves con posibilidades, tienes un buen currículo, cuentas con cartas de recomendación… El día señalado para la entrevista de trabajo, te presentas con tus mejores galas, tienes ensayadas posibles respuestas, te has tomado una tila para no ponerte de los nervios y todo va sobre ruedas. Sales de la entrevista supercontenta, te ves ya en el puesto, crees que les has gustado y empiezas a proyectar cómo será trabajar allí. Lo malo viene unos días después de la entrevista de trabajo: una persona de la agencia reclutadora o la responsable de recursos humanos de la empresa te llama por teléfono, agradece tu interés, alaba tu currículo y, al final, te comunica que han seleccionado a otro candidato para el trabajo. A continuación, parece que se te cae el mundo encima y viene el bajón…

La frustración personal suele ser la primera reacción tras no superar una entrevista de trabajo, pero también surgen otras emociones, que hay que saber cómo controlar para que no te afecte este “no”. “Puede aparecer el miedo a no conseguir otra oportunidad, inseguridad, rechazo, ansiedad, te puedes sentir culpable, amenazada, desesperanzada, impotente, indefensa… Lo importante es entender que el hecho que aparezcan determinadas emociones es algo natural, hay que validar como sentimos, pero a partir de ahí, construir a través de nuestra actitud emociones más funcionales y motivadoras. Para ello, hay que comprender que encontrar empleo es un proceso, y que vas a tener que enfrentarte a entrevistas de trabajo donde no serás seleccionada. Es importante que pienses en ello y evalúes qué puedes hacer para mejorar todavía más en la siguiente oportunidad”, recomienda la psicóloga Pilar Conde.

Incluso, según señala esta especialista, no superar una entrevista de trabajo puede llevarte a perder la autoestima. “Si atribuyes que el rechazo a no pasar la entrevista se debe a tus propias capacidades, de una manera negativa y poco constructiva, puede tener esta consecuencia”, confirma.

Conde, directora de Operaciones y directora técnica de Clínicas Origen, también señala que la manera de superar un “no” en una entrevista de trabajo depende mucho de la personalidad del candidato. “Quienes mejor encajan esta circunstancia son las personas resilientes, que tienden a buscar el aprendizaje de las experiencias, confían en sus capacidades y no equiparan no ser seleccionado a no estar capacitado para el puesto. Entienden que en esta decisión entran en juego otros factores o decisiones empresariales, que nada tienen que ver con su valía o sus cualidades”.

En todo caso, hay que ser consciente de que pasar el corte, muchas veces, es complicado, por eso es importante saber qué actitud mantener cuando vas a aplicar a un trabajo. ¿Conviene llegar con muchas expectativas o mejor pensar que no te va a “tocar la lotería” para no darte el gran batacazo cuando te rechacen? “A una entrevista de trabajo hay que ir seguros de lo que ofrecemos y dispuestos a conseguir el empleo. Una actitud positiva, mostrar interés por la empresa, por el trabajo y todo lo que le rodea nos ayudará. Tenemos que tener claro qué buscamos, si buscamos ese puesto de trabajo porque creemos que somos adecuados o si vamos a ver de qué va. A partir de aquí, es importante no caer en la arrogancia de “este trabajo es mío”, pero sí mostrar qué somos capaces de hacer y el interés por hacerlo en esta empresa. El riesgo es caer en una actitud victimista o un exceso de confianza que será percibido por el entrevistador como negativo para nuestra candidatura. Por lo tanto, hacer una evaluación previa con la información que tenemos de ventajas e inconvenientes de nuestra candidatura nos puede ayudar a ir más preparados y con una perspectiva más objetiva”, sugiere Isabel Aranda, psicóloga sanitaria y Chief Content Officer de TherapyChat.

Pasos para afrontar el rechazo en una entrevista de trabajo

“A la hora de buscar trabajo, lo más frecuente es pasar por algunos o, incluso, numerosos procesos de selección. Sin embargo, la mayoría de las veces no superamos la entrevista. Puede darse el caso que, en la propia conversación, nos indiquen la negativa, pero lo más frecuente es que ocurra después”, reflexiona Aranda.

Ante esta tesitura, la especialista propone cinco pautas para convertir esa negativa en una experiencia positiva:

  1. Lo primero es dejar de conceptualizar la negativa como un fracaso. Debemos hablarnos positivamente y explorar qué hemos hecho bien y qué aprendizajes hemos obtenido de esta entrevista de trabajo para prepararnos la siguiente.
  2. No culpabilizarnos y creer que lo hemos hecho mal, que no somos lo bastante buenos o que no somos suficientemente capaces. Simplemente no había encaje entre lo que buscaban y el perfil que veían en ti. Es importante no hacer enjuiciamientos destructivos.
  3. Separarnos del no. Tomar distancia, nos han dicho no a nuestra propuesta de servicio, a lo que podemos ofrecer, pero no es una anulación de nuestra persona.
  4. Decirnos a nosotros mismos que es un paso más hacia el éxito gracias a la experiencia y al aprendizaje adquirido.
  5. Separar la negativa de la entrevista del resto de la vida. Hay que evitar el derrotismo. El ‘no’ es una respuesta puntual a tu propuesta de valor, no significa nada más.

“En definitiva, un ‘no’ en una entrevista de trabajo tiene que ser visto como un paso más en el camino de conseguir el ‘sí’ a ese trabajo buscado. Hay que pararse a revisar qué he aprendido de esta experiencia que me prepara mejor para la siguiente”, recalca la CCO de TherapyChat.

Cómo superar varios “no” en sucesivos procesos de selección

Pero ¿qué pasa si llevas una racha en la que llegas al final del proceso pero no superas la última fase de la selección? ¿Cómo afrontar las siguientes entrevistas para no mostrarte insegura o temerosa? “Las entrevistas siempre son situaciones de estrés, vamos a ser evaluados y nos jugamos la oportunidad de un empleo que, a veces, nos es muy necesario. Por ello, es importante prepararlas a fondo”, afirma la especialista. No obstante, esta psicóloga propone algunas técnicas que nos pueden ser muy útiles: “Previamente a la entrevista de trabajo, conviene hacer un ejercicio de introspección y darnos cuenta de nuestros miedos (a no tener el control, a no gustar, a decepcionar, a no conseguirlo, etc.). Debemos anotar estas emociones y miedos y reflexionar o hablar con alguien sobre ellos. Por otra parte, es importante conseguir información de la empresa, ensayar preguntas y simular entrevistas para estar más seguros. También sirve de ayuda prepararnos antes de la entrevista, haciendo respiraciones, meditando, haciendo deporte o aquello que nos venga bien para tranquilizarnos. Y poner nuestra mejor cara, una sonrisa que demuestre nuestra actitud positiva nos ayudará a estar más optimistas”, concluye.