Seguro que en tu grupo de amigas hay una en concreto que para quedar con ella a cenar, casi necesitas pedirle una reserva de dos meses de antelación (como poco). Y no, no es difícil quedar con ella porque sea la típica que sale solo con su pareja, sino que más bien la relación de fidelidad más fuerte que ha establecido es con su trabajo. Si no te suena esta historia, es porque quizás esa amiga eres tú.

Cuando tu trabajo te apasiona, lo disfrutas y casi parece que es un hobbie, las horas se pasan volando, incluso madrugar para ir a la oficina no supone un problema. Una adicta al trabajo perfeccionista que adora lo que hace y que lo prioriza por encima de todas las cosas. Pero, ¿hasta qué punto es esta dinámica sana? Si tienes dudas sobre si tu relación con el trabajo es cuestionablemente sana, nosotras te ayudamos a identificarlo.

Qué es la adicción al trabajo

Para muchas personas el trabajo es un mero trámite para tener ingresos y poder vivir de la mejor manera posible, pero para unos pocos, esto no es suficiente. Hay quien dedica todo su tiempo al trabajo y no da espacio al ocio, la familia, las amistades o el deporte. Según Ringover.es, esta adicción al trabajo afecta a un 5% de españoles.

Muy probablemente hayas escuchado alguna vez la palabra workaholism, término inglés del que proviene el concepto de adicto al trabajo, pues bien esto se refiere a la dedicación excesiva al trabajo y una dificultad para desconectar de las responsabilidades laborales incluso fuera del horario de trabajo.

Estas son las señales y causas

La adicción al trabajo puede tener múltiples causas derivadas de factores personales, sociales y laborales, los expertos de Ringover.es muestran algunas de ellas:

  • Presión laboral: por estar en un Ambiente laboral altamente competitivo y demandante, pueden generar una sensación de urgencia constante.
  • Perfeccionismo: Las personas perfeccionistas pueden experimentar una presión interna para alcanzar los más altos estándares.
  • Autoestima y validación: Para algunas personas, el éxito laboral es una fuente de autoestima y validación personal.
  • Falta de límites personales y laborales: La falta de límites claros entre el trabajo y la vida personal puede hacer que sea difícil desconectar de la actividad laboral.
  • Falta de estrategias de afrontamiento: algunas personas recurren al trabajo como una forma de lidiar con el estrés, la ansiedad u otros bloqueos emocionales.
  • Miedo al fracaso: El temor a decepcionar a los demás.

Cómo detectarlo y síntomas

Hay ciertos síntomas que se manifiestan al ser adicta al trabajo, como por ejemplo estar obsesionada con las cosas pendientes del trabajo, priorizarlo y dejar de lado otros aspectos personales (familia, salud...), negar que existe un problema y minimizar el exceso de tiempo dedicado a la vida laboral, o ver afectada las relaciones personales.

Cómo tratarlo

Este problema requiere un enfoque integral que aborde tanto los aspectos físicos como psicológicos de la adicción. El primer paso es reconocer que existe un problema; el segundo es establecer límites claros entre el trabajo y la vida personal. Esto puede incluir definir horarios de trabajo específicos, aprender a decir “no”; el tercero y uno de los más importantes, pedir ayuda a un profesional; aprender a delegar, saber dejarse ayudar, establecer rutinas saludables y de autocuidado.