¿Te sientes culpable cuando bajas tu ritmo de trabajo aunque estés agotada? ¿Aunque también estés ocupándote de la casa y los niños y te lo merezcas? Este sentimiento de culpa es un mal endémico en las mujeres y, como dice Lucía Jiménez Vida, experta en Estrategia de Negocios, Productividad y Hábitos para emprendedoras y empresarias, está relacionado con nuestro alto nivel de autoexigencia.

Queremos desempeñar todos nuestros roles con el mayor rendimiento: ser la madre perfecta, la mujer perfecta, la empresaria perfecta. Como consecuencia, nos imaginamos una situación idílica en la que somos capaces de llegar a todo que se encuentra lejos de la realidad”, dice Lucía Jiménez Vida. “Ahí es donde nace nuestro sentimiento de culpabilidad, de pensar que siempre podríamos hacer más, aunque la realidad nos demuestre lo contrario”, añade.

¿La consecuencia? Como dice esta experta, que apenas nos dedicamos tiempo para nosotras mismas, nuestro cuidado personal y nuestro desarrollo. “Si tenemos tiempo libre, buscamos cómo ocuparlo con alguna obligación”, apunta.

Por eso, como subraya Jiménez Vida, “es tan importante aprender a trabajar menos horas, pero centrándonos en lo verdaderamente importante, de modo que dejemos el perfeccionismo a un lado y seamos capaces de crear más tiempo para nuestro crecimiento.

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Paolo Lanzi

¿A los hombres no les pasa?

“Los hombres también son autoexigentes, sufren altos niveles de estrés y suelen caer en el burnout, igual que las mujeres, pero los motivos que los propician son diferentes”, dice Jiménez Vida.

Sin embargo, según esta experta, ellos disfrutan de sus momentos de ocio mejor que las mujeres: “No se sienten culpables si quedan para jugar al pádel con unos amigos mientras sus parejas cuidan de sus hijos en casa o si se navegan por redes sociales mientras la cocina está hecha un desastre”.

Y es que, como continúa Lucía Jiménez Vida, “tradicionalmente, los hombres no han tenido el papel de cuidadores, como sí ha ocurrido con las mujeres, por lo que su vínculo con las tareas asociadas al cuidado de los demás no es tan fuerte como en el caso de las mujeres”.

Mujeres y emprendimiento

¿Somos las mujeres menos emprendedoras que los hombres o es un tema cultural o familiar? “La realidad es que, en 2021, el número de mujeres que decidieron emprender superó al de hombres por primera vez en la historia de España, nos cuenta Lucía.

“Creo que las mujeres vamos siendo conscientes, por fin, de que podemos ser nosotras mismas las que creemos las circunstancias ideales para vivir la vida que queremos”, dice la experta que, añade: “Todavía falta mucho para alcanzar una conciliación real en la empresa privada y quizá falte todavía más para romper ese techo de cristal que nos lleva cortando las alas desde que las mujeres entramos al mercado laboral. Hablo a nivel general, claro, siempre hay excepciones”.

Además, como subraya Jiménez Vida, “las mujeres por fin nos estamos empoderando, nos estamos atreviendo y, sobre todo, nos lo estamos creyendo”. “No es que seamos más capaces, ni que tengamos mayores necesidades de conciliación ahora que hace cinco o diez años. Es que por fin nos estamos mirando al espejo y nos estamos diciendo: sí, tú puedes”, recalca.

“Hay circunstancias sociales, incluso políticas, que contribuyen ello y en esa línea debemos seguir en los próximos años”, dice Jiménez Vida. Según esta experta, “además, gracias a los medios de comunicación, pero también a las redes sociales, vemos que existe todo un movimiento de mujeres demostrando que hacer las cosas a nuestra manera no solo es posible, sino necesario”.

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Vincenzo Grillo/IMAXTREE.COM

¿Es el emprendimiento la solución para trabajar menos?

Como dice Lucía, “cando una mujer decide emprender lo hace porque sabe que así va a elegir ella sus propios horarios y va a tener esa flexibilidad que necesita en su vida, o porque sabe que solo así podrá realmente decidir cuál es el precio de su hora de trabajo o las tareas que desea realizar cada día”.

Gracias a esa flexibilidad, podemos decidir cuántas horas queremos trabajar y a qué vamos a dedicar el resto de nuestra jornada: puede ser a nuestro negocio si así lo queremos, pero también tenemos la libertad de elegir si queremos pasar más tiempo con nuestros hijos, nuestras parejas o con nosotras mismas.

¿Todavía tenemos que seguir demostrando más que los hombres?

Según Jiménez Vida, “como sociedad, las mujeres seguimos siendo las que mayoritariamente elegimos renunciar a nuestra vida profesional, o a parte de ella, cuando somos madres”. “Ojo, no es en absoluto una crítica hacia las mujeres que lo hacen, pero sí es un hecho que nos penaliza cuando decidimos retomar nuestros trabajos”, subraya la experta.

Y no sólo cuando hay niños por el medio ya que, como añade Jiménez Vida, “en general, las mujeres tenemos asumido ese rol de cuidadoras y cuando dedicas buena parte de tu tiempo a ello, luego reengancharte a la vida profesional es, por desgracia, muy difícil”.

La experta apunta también a las barreras psicológicas: “El síndrome de la impostora, sin ir más lejos, está muy presente en muchas de las mujeres a las que acompaño en mis formaciones”. ¿En qué consiste? Como explica Jimenez Vida, “nos comparamos y nos sentimos menos válidas que la persona de al lado. Nos cuestionamos de forma más recurrente que los hombres si realmente seremos capaces de lograrlo, si realmente somos merecedoras de cobrar tal cantidad o de vivir la vida que deseamos poniendo nuestro conocimiento al servicio de los demás”.

“Y luego está la parálisis por análisis y el exceso de perfeccionismo”, apunta la experta. ¿Cuántos negocios no llegan a arrancar siquiera porque no están lo suficientemente perfectos? “Eso, en los hombres, no pasa tanto. Por eso, una de las frases que más repito en mis mentorías es ‘mejor hecho que perfecto’. No sabes cuántas veces me he encontrado con situaciones así”, nos cuenta Lucía.

Charlas de mujeres y emprendimiento

Con motivo del Día Internacional de la Mujer Emprendedora Lucía Jiménez Vida organizó en Sevilla el pasado mes de noviembre de 2022 diferentes mesas redondas para hablar de los retos, obstáculos y victorias que han superado las mujeres a la hora de crear sus propios negocios. En estas charlas también revoloteaba el tema de la culpabilidad: “Son muchas las mujeres que se sienten culpables cuando dejan de atender sus negocios para ir a darse un masaje relajante o cuando deciden no ir al parque con sus hijos para avanzar con su negocio”, nos cuenta Lucía.

“Por eso, las emprendedoras que participaron en estas charlas resaltaron cuánto les había ayudado contar con la Comunidad de Empresarias que tienen a su disposición a través de mi programa Tiempo para Emprender”, cuenta Lucía.

Según esta experta, “compartir ese sentimiento de culpabilidad con otras mujeres les ayuda a darse cuenta de que no se encuentran solas en este camino y que, a pesar de esa emoción, pueden continuar avanzando con paso firme hacia sus objetivos”. “Recuerdo que muchas repetían: ‘Cuando ves a otras compañeras ponerse en acción, piensas que, si ellas pueden, tú también puedes’”.

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Vincenzo Grillo

¿Se puede trabajar menos y rendir incluso más?

De las horas que dedicamos a nuestro trabajo, ¿cuántas son realmente productivas? “Dice la Ley de Parkinson que el trabajo se expande hasta llenar el tiempo disponible para que se termine. Por lo tanto, si disponemos de más horas, tardaremos más en hacer lo mismo”, apunta Jiménez Vida. “Pero con más pausas, menor concentración y prestando atención a detalles que, realmente, no marcan la diferencia en el resultado”, añade.

La clave para trabajar menos pero ser más eficaz, según Jiménez Vida, “radica en elegir aquellas tareas que son esenciales para alcanzar nuestros objetivos a corto, medio y largo plazo, dejando a un lado otro tipo de acciones más triviales que no tienen ningún impacto en ellos”.

“Por ejemplo, podemos dedicar muchas horas a nuestras redes sociales, tantas que se las acabemos robando a otras tareas más importantes como generar clientes a través de la prospección activa y las llamadas de venta”, apunta Lucía, para quien “las redes sociales son importantes para un negocio, por supuesto, pero no pueden ser siempre la prioridad, si no, tendremos un pasatiempo, no una empresa”.

Claves tips para dejar de sentiros culpables por trabajar menos

En primer lugar, somo subraya Jiménez Vida, tenemos que planificar primero nuestro tiempo libre: ¿Cuándo quieres descansar? ¿Cuáles serán tus momentos de ocio? ¿Qué horas quieres dedicarte a ti misma?

“A continuación, utiliza el tiempo sobrante para planificar tu trabajo. Hacerlo de esta forma es lo que te permitirá priorizar tu descanso y el cuidado de tu energía, en lugar de conformarte con unas sobras inexistentes”, recalca la experta.

Según Lucía Jiménez Vida, al estar más descansada, tu capacidad de concentración será mayor, por lo que serás capaz de realizar un mejor trabajo en menos tiempo. “Ser conscientes de esta idea es lo que nos permite dejar la culpabilidad a un lado: el descanso no solo es productivo, es necesario”, concluye la experta.