A lo largo de los dos últimos siglos, la lucha de las mujeres por lograr la completa igualdad con los hombres ha recibido enormes empujones a través de las oleadas feministas, de las leyes políticas que han regulado contra de la discriminación, de mujeres influyentes especialmente inspiradoras que están cambiando el mundo, de la actuación en los juzgados y de una educación cada vez más contundente.

Sin embargo, todos somos conscientes de que estamos muy lejos de conseguir esa completa paridad sobre todo en lo que se refiere a formas de discriminación más sutiles, que en muchas ocasiones proceden de hombres –y mujeres– misóginos. Pero ¿qué implica ser un misógino? Y lo que hoy nos trae aquí, ¿cómo detectar a un misógino antes de que sea demasiado tarde?

Cómo detectar a un misógino: qué es la misoginia

La misoginia es la aversión y el desprecio hacia las mujeres. Por lo tanto, misóginas son todas aquellas personas que odian a las mujeres, consciente o inconscientemente, pero que en su comportamiento, pensamiento y palabras no dejan de mostrar hostilidad y prejuicios hacia nosotras.

Es muy importante comprender los diversos niveles de la misoginia. Hay sociedades con graves problemas de respeto a la igualdad de géneros en las que las mujeres se ven como personas de segundo nivel y otras más avanzadas en las que se dan comportamientos de odio a las mujeres simplemente para controlarlas y que 'no se desmanden'.

Saber cómo detectar a un misógico y ser así consciente de cuándo estamos cerca de uno, nos servirá para poner freno y no consentir a actitudes machistas e intolerables como las agresiones sexuales, el acoso, la violencia de género, la violencia doméstica, el abuso... Si tienes a un misógino a tu lado, es muy posible que acabe controlándote, que te vea como una propiedad o que reaccione con comportamientos virulentos si ve que tienes 'voz y voto'.

Parece increíble que tengamos que seguir recordando esto en el siglo XXI, pero lamentablemente siguen habiendo muchos 'lobos con piel de cordero' a los que tenemos que saber identificar para alejarnos, como indica el Blackburn Center, una entidad estadounidense especialista en violencia de género, de la "violencia doméstica, agresión sexual, acecho, la homofobia, transfobia y una variedad de otras formas de violencia de género". "Todos tenemos un papel que jugar en una sociedad no misógina", añaden.

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John Springer Collection//Getty Images

Cómo detectar a un misógino: los rasgos que lo definen

Para alejarnos de ellos, lo primero que tenemos que hacer es aprender a identificar a un misógino, porque algunos no muestran comportamientos que dejen claro a la primera de cambio que lo son. De hecho, hay muchos misóginos completamente encantadores.

Por lo general, un misógino trata fatal a las mujeres, totalmente distinto de cómo trata a un hombre. "Llegan siempre tarde, prometen cosas que no tienen ninguna intención de hacer, se apropian de ideas u opiniones de una mujer y aportarlas en público como propias sin darle ningún crédito a ella, exigen sexo, niegan sexo, se sienten terriblemente mal si una mujer tiene más éxito que él a nivel profesional, engañan a la mujer con la que salen por no considerar que deban centrarse con una ni que les deban nada, tratan a la mujer de la forma opuesta a la que sabe que ella desea, en el trabajo tratar diferente a una mujer que a un hombre", enumera la psicóloga Silvia Congost, especialista en autoestima, dependencia emocional y relaciones, quien también nos ha aclarado en otra ocasión cómo saber si estamos saliendo con un maltratador.

Berit Brogaard es una científica muy conocida en el campo de la neurociencia cognitiva y ha escrito varios libros al respecto de la filosofía del lenguaje y de la mente. Uno de ellos es 'On Romantic Love', en el que analiza algunos de los más irracionales y contradictorios aspectos del amor; entre ellos, cómo puede ser que una persona esté con otra a la que aparente ama pero odia a la vez. Estos son, según la experta, los rasgos que describen a un misógino típico:

  • Elige a una mujer concreta, a la que establece como objetivo y se afana en conseguirla como quien se hace con un trofeo. Ella no se da cuenta de nada porque al principio, para lograr su fin, es encantador, seductor y divertido.
  • A un misógino le cuesta mucho cumplir lo que promete a una mujer, pero por el contrario, nunca le falla a un hombre.
  • En este mismo sentido, a las citas con las mujeres siempre llega tarde o las deja plantadas, pero con hombres se comporta como el amigo ideal.
  • Con las mujeres, un misógino se muestra de forma arrogante, controladora y egocéntrica.
  • En la cita, se preocupará de tratar a la mujer justo al contrario de como ella desea. Si es de esas chicas a la vieja usanza que prefiere que el chico elija el restaurante, pague la cena..., intentará que ella se ocupe de todo. Si la pareja busca que se le trate por igual, pedirá por los dos y pagará la comida para ofrecer un gesto de 'caballerosidad'.
  • Es extremadamente competitivo, especialmente con las mujeres. Si un hombre tiene más éxito que él, lo podrá entender, pero en el caso de las mujeres se sentirá francamente mal y buscará toda clase de vueltas absurdas para justificar que sea así.

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  • En relación a esto, mide con diversas varas a hombres y mujeres. A ellas las criticará por actitudes que premia en los hombres, especialmente en los entornos laborales y sociales.
  • Un misógino se comporta como una persona encantadora... hasta que descubres su personalidad oculta. Puede ser irresistible y luego alguien completamente insoportable.
  • Un ejemplo de ese comportamiento repugnante es que intentará que las mujeres se sentirán siempre miserables: bromeará sobre ellas, las ridiculizará en público, las humillará, ocultará sus logros, se apropiará de sus ideas, les pedirá dinero y no se lo devolverá...
  • En el sexo, le gusta controlar a las mujeres, sin buscar el placer de estas y evitando mirarlas a los ojos. No dudará en ser infiel si le apetece o siente que lo necesita, no considera que deba ser monógamo con su pareja.
  • Si le apetece, desaparecerá sin dar explicaciones... pero también volverá sin ellas.
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Cómo detectar a un misógino: las dos caras

Es importante saber que de un misógino siempre hemos de acabar escapando, a pesar de que antes nos haya parecido un hombre maravilloso y no acabemos de creer esta 'mutación'. Como explica Congost, tiene dos caras, la de un hombre seductor que nos dice que le gustamos y "eso a una mujer la hace sentir muy especial, se enamora y empieza a fantasear con la suerte que ha tenido y con todo lo que hará a partir de ahí con un hombre así, con todas esas cualidades. Luego, cuando empieza a mostrar la otra cara más peligrosa, no se lo cree, piensa que es algo puntual porque no encaja con lo que conoce de él, le quita importancia... y de ese modo, sin darse cuenta, ya lo ha normalizado todo y no sabe cómo salir de allí porque ni siquiera lo ve", alerta la experta.

¿Y si el misógino es mi jefe? Cómo detectar a un misógino en el trabajo

Si tu jefe es hombre, y estás teniendo problemas con él, puede ser un problema de misoginia. Fíjate en estos síntomas: los jefes misóginos favorecen a otros hombres, no tienen consideración ni respeto por tu tiempo, suelen rechazar las ideas de una mujer solo por serlo (o mucho peor, robarlas), se revuelven por dentro cuando una mujer les lleva la contraria o les supera, ignoran selectivamente a las mujeres... Piénsalo: ¿es ese tu caso? ¿Puedes denunciar al inmediatamente superior en la cadena de mandos, al comité de empresa o a recursos humanos? Si no ves factible nada de esto, quizás lo mejor sea preguntarse si tu situación laboral es la adecuada para ti.

Entender bien la misoginia

La palabra tiene el origen en dos términos griegos: 'misein', que significa "odiar", y 'gynē', "mujer". Pero la misoginia no es solo despreciar u odiar a las mujeres, sino tener miedo de que estas acaben con la tradicional supremacía del estatus del hombre. También puede haber mujeres misóginas, que prefieran que el resto de mujeres sigan las normas habituales del patriarcado.

Las mujeres misóginas emergen asimismo cuando temen que el reconocimiento sea mayor hacia la otra: "Cuando siente que otra puede tener más éxito que ella, puede conectar con una parte de competitividad peligrosa que la lleve al odio más extremo. Y se puede dar tanto a nivel personal como profesional. Las mujeres misóginas tienen más facilidad a insultar o verbalizar críticas muy tóxicas sobre otras mujeres. Los hombres misóginos, lo hacen más a nivel de trato y conducta a la hora de relacionarse con ellas", diferencia la experta, Silvia Congost.

Ejemplos claros de misoginia es, según asegura Jill A. Stoddard, autora del libro 'Be Mighty: A Woman's Guide to Liberation from Anxiety, Worry, and Stress Using Mindfulness and Acceptance', avergonzar a una mujer "por actuar de forma distinta a la que se espera que actúen sexualmente". O bien exaltarla por mantener el tradicional rol de amas de casa y madres abnegadas. O perpetuar estereotipos. Puedes leer más acerca de esto en los mejores libros feministas y sobre feminismo que hemos recopilado, absolutamente necesarios.

Jill A. Stoddard 'Be Mighty: A Woman's Guide to Liberation from Anxiety, Worry, and Stress Using Mindfulness and Acceptance'

'Be Mighty: A Woman's Guide to Liberation from Anxiety, Worry, and Stress Using Mindfulness and Acceptance'

Jill A. Stoddard 'Be Mighty: A Woman's Guide to Liberation from Anxiety, Worry, and Stress Using Mindfulness and Acceptance'

Con todas las carencias emocionales y educacionales que llevan hasta ahí, ¿es posible cambiar a un misógino? En palabras de Stoddard, "Todo el mundo es capaz de cambiar una vez que ve el daño o el coste de su forma de actuar y realmente se preocupa y se responsabiliza de ello", pero hay que reconocer que es complicado y que pasa seguramente por realizar una intensa terapia psicológica y de salud mental. Además de por mejorar la educación y por aplicar cambios estructurales en la sociedad.

¿Lo veremos algún día?