Es probable que tras haberse erigido Varsovia como 'Mejor Destino Europeo' 2023 en la lista de European Best Destinations, hayas estado investigando acerca de la capital polaca, cuya irresistible oferta cultural incluye además una deliciosa gastronomía que para qué negarlo, parece pensada para los meses más gélidos del año. Nada de ensaladitas ni crudités: los platos más humeantes y contundentes te harán entrar en calor al instante. Para facilitarte la vida (y para viajar, no vamos a ocultarlo ni vamos a colgarnos una medallita filantrópica inventada), hemos visitado la ciudad para saber cuáles son los restaurantes y platos que no te puedes perder.

“Varsovia representa la cocina de la región de Mazovia. Rica en caza, el bosque y los productos regionales han influido en nuestra cocina durante siglos. Hablamos de una mezcla de cocinas francesa, rusa y austriaca. Los platos de intenso sabor y aroma son típicos de Varsovia”, comenta a ‘Elle Gourmet’ Agnieszka Tucharz, General Manager of Barceló Warsaw Powislew, el primer establecimiento en Polonia de Barceló Hotel Group. En su restaurante, Etiuda, disfrutamos de una deliciosa sopa con raviolis y champiñones acompañada de un exquisito solomillo con puré de batata con el que todavía soñamos. Por supuesto, no dejamos de probar uno de los platos clave de su gastronomía: los dumplings, denominados Pierogi. Rellenos de carne de cerdo o ternera, con chicharrones y cebolla guisada, se trata de un entrante exquisito que has de probar a tu llegada.

comida polaca
Etiuda
Solomillo de Etiuda

Quien busque una estupenda selección de platos clásicos de la cocina tradicional polaca amará Rózana, el restaurante en el que el sabor supera con creces a las pretensiones. Aunque por supuesto permite pedir platos de forma individual, cuenta con cinco propuestas de menú para descubrir de lleno el saber hacer de la cocina de Varsovia.

comida polaca
Rózana
Imagen de Rózana

“Otros platos clásicos de nuestra cocina son el tartar de ternera al estilo Varsovia, servido con sardinas y champiñones encurtidos, el cerdo en gelatina con verduras, el lomo de cerdo al estilo de Varsovia (se trata de lomo de cerdo al horno relleno con mousse de rábano picante, un plato bañado en gelatina), gulash de caza (jabalí y corzo son las carnes habituales), salchichas ahumadas con enebro, lengua de ternera en salsa de rábano picante, esturión de río en salsa de rebozuelos y crema agria y lomo de lomo con puré de patatas y aceite de linaza. Lo sabemos: Varsovia no es el paraíso de los veganos.

comida polaca
Café A. Blikle
Café A. Blikle

Sin embargo, sí de los más golosos. Imprescindible es acudir al Café A. Blikle, uno de los cafés más antiguos de Varsovia en el que se comenta quecomenzó la historia de los donuts. Mini punto para Willy Wonka, zancadilla para los que estén a dieta… Por cierto, aunque lo estés, tienes que probar el paczki, que te hará pensar en el donut de toda la vida, aunque cuenta con una notable ausencia que no es precisamente ni la dulzura, ni el sabor, sino el agujero.

comida polaca
Ptasie Mleczko
Ptasie Mleczko

Continuamos en nuestra ruta anti dietas en la Chocolatería E. Wedel, abierta desde 1851. Desde el famoso Ptasie Mleczko, un dulce suave cubierto de chocolate lleno de soufflé de leche, hasta sus chocolates, galletas, gofres, barras y helados, esta parada es perfecta para quienes quieran un extra de dulzura en el viaje.

Quienes busquen una parada técnica, pero histórica y cool, no pueden perderse el Food Hall de Elektrownia Powiśle, la central eléctrica que durante casi 100 años suministró energía a la ciudad y que ahora es el epicentro de las compras, del ocio y de la gastronomía, donde poder disfrutar de platos de todo el mundo en un ambiente animado y cosmopolita.

Para finalizar, un capricho estrella Michelin para degustar la cocina tradicional polaca con un giro vanguardista. Las propuestas del chef Kamil Kosnowski incluyen en Mokotowska 69 un plato que tienes que probar antes de volver a casa: la sopa de callos con albóndigas a la Varsovia.

Un último tip para fiesteros. Por la noche disfruta de una copa en el Bar de Barceló Warsaw Powislew. Ubicado en el quinto piso del hotel, sus vistas son impresionantes y te permiten disfrutar del último brindis gracias a sus conocidos vodkas. Eso sí: aunque su calidad es buenísima, recuerda que si se nos van de las manos los brindis, la resaca es un souvenir presente tanto en Varsovia, como en cualquier rincón del planeta… Avisados quedáis.