Es imposible haberlo probado y vivido todo. De hecho, pensamos que es algo maravilloso poder seguir disfrutando de experiencias nuevas. Pero todos nos hemos encontrado con un pedante gourmet. El típico sabelotodo gastronómico. El snob de turno. No ha sido diferente para Pascual Drake y Clara Diez, nuestro primer dúo dinámico. Ellos, expertos en el universo del vino y del queso respectivamente, han tenido que lidiar con más de un petardo superentendido en el sector, algo que les da mucha pereza. Los dos opinan que estar enterado de todo es hasta irritante. Les caen mal estas personas.

Nosotros, en este nuevo capítulo de 'El dúo dinámico', les ponemos el reto de sorprender a un snob gastronómico con un vino y un queso. ¿Qué referencias elegirían? Ambos lo tienen clarísimo y nos recomiendan dos productos impresionantes. Desde que nos los han descubierto, no salen de nuestro radar 'gastro'.

La primera en lanzarse a recomendar un queso sorprendente es Clara Diez, fundadora de la tienda Formaje. Con sus conocimientos del sector, apuesta por una denominación de origen muy especial. Elige Casín, un queso que no le gusta a todo el mundo porque es realmente particular. En boca es astringente y de elaboración primitiva, que busca desestructurar las cadenas grasas para que suelte petardazos de sabor. Es un queso muy elevado y del que no puedes comer muchísimo porque hay que reposarlo. Una delicia para dejar sin palabras a cualquiera.

Por otro lado, Pascual Drake, creador del concepto Descorchify, apuesta por un vino bastante desconocido, muy disfrutón y que tiene un precio espectacular. Se trata de 'Místicos 2020', una referencia que se elabora en Calatayud y tiene una imagen de vinazo por lo que nadie se esperaría que cueste 9,95 €. Él ha conseguido sorprender a muchísima gente. Donde va, triunfa.

vino misticos y queso casin
Diego Rueda
Vino ’Místicos 2020’ y queso ’Casín’.

También quisimos preguntarles por su relación con este tipo de personajes, los snobs gastronómicos. Por sus trabajos, tanto Clara como Pascual lidian con ellos con frecuencia. En una cata a ciegas, creen que mucha gente se podría perder porque a no ser que tengas el paladar muy entrenado es complicado distinguir. Hay que pararse a pensar un rato en lo que hacemos al comer y beber.

Al centrarse en el tipo de expertos que hay sus sectores, la cosa cambia. En el universo del vino, la conversación se ha sofisticado demasiado y al final la gente siente rechazo a la industria. El mundo del queso no está tan desarrollado y todavía hay mucho que aprender, el discurso es más básico. Al final lo importante es poner en común los conocimientos. Compartirlos para que todo el mundo aprenda, pero sin alardear.

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