Cuando Emily Ratajkowski subió a sus redes sociales un bodegón improvisado de tintes playeros compuesto por una granada, una cerveza San Miguel y una lata de sardinas IFA, un clásico de los supermercados que no cuesta ni un euro, quedó bien claro que las conservas se han convertido en el ‘snack’ preferido de las nuevas generaciones. TikTok ha encontrado en los pescados en lata un auténtico filón, y miles de usuarios suben a diario vídeos en los que se preparan deliciosas cenas en tan sólo unos minutos gracias a la comida "enlatada", que vive un momento de gloria indiscutible.
"Entendemos que el interés es consecuencia de que muchas empresas conserveras han querido dar un giro de valor en los productos que elaboran. Han nacido nuevas inquietudes con nuevos formatos, ediciones limitadas, productos especiales y packagings actualizados. Esto, sin duda, ha sido un revulsivo a que el consumidor vea las conservas como un producto diferenciador de calidad, sumado a la mejora de calidad de estas", explica el equipo de Petramora.
Aunque en España no es extraño que el mundo de las latas sea un aliado de la comida, en América esta tendencia es nueva, mientras que tiktokers como Danielle Matzon comparte con sus miles de seguidores vídeos en los que come sardinas en lata, mejillones o caviar. Incluso ahora se denomina al pescado enlatado “la comida de las hot girls”, y por supuesto ya hay empresas que han aprovechado la tendencia para crear latas especialmente instagrameables en las que importa tanto el packaging como el interior.
“En los últimos años se ha evolucionado mucho en la estética del envase. La oferta de conservas en España es muy extensa y cuidar la imagen es otra forma eficaz de conquistar al consumidor. Ahora bien, si la estética es sobresaliente, pero luego en el paladar, el producto no convence, no conquista… nadie volverá a confiar en la marca por muy bonitas que sean las latas y por muy bien que queden en nuestra cocina”, comenta Conrado Tromp, director culinario del Hotel Arts Barcelona.
Es también el caso de Patrick Martinez, creador de The Tinned Fish Market. El madrileño quería vender un producto que le apasionara y que no fuera muy conocido en el Reino Unido... Y el resto es historia. “El pescado enlatado es venerado como un manjar en mi país de origen, al igual que en los vecinos Portugal y Francia. Las fábricas de conservas utilizan métodos probados y verdaderos que tienen un siglo o más de antigüedad, y las latas son tan exquisitas a la vista como al paladar”, explica. Sus preciosas latas han enamorado al público, que tiene la posibilidad de recibir de forma mensual packs de latas, haciendo del universo enlatado el nuevo Netflix.
“Es posible tener una experiencia gourmet con una lata de atún”, ha asegurado el director de marketing de la marca Bumble Bee al ‘Wall Street Journal’. “Está claro que las conservas, sean estas marinas, vegetales, etc., nos brindan el pequeño lujo de conservar la estacionalidad del producto en su máximo esplendor. Sin olvidarnos de lo fácil que nos lo ponen para organizarnos una comida o cena rápida, ligera y riquísima: un bonito del norte con unos pimientos de piquillo de D.O. Lodosa, unas tostas de tomate en AOVE con anchoas y boquerones a modo matrimonio, o unos calamares en su tinta con ese poquito de arroz que te ha sobrado. Las posibilidades son enormes”, añade el equipo de Petramora.
Uno de los sitios de moda de Madrid es Hermanos Vinagre, cuyas conservas son ya un 'must' de la capital. "Gracias al interés por las conservas estamos pudiendo crecer. A nosotros nos han interesado siempre, por eso hemos apostado por este modelo de negocio y, afortunadamente, nos encontramos en un momento de auge y crecimiento. Por tanto, entendemos que el público general está volviendo a engancharse a las conservas, que siempre han estado ahí, pero que es cierto que en este momento se encuentran en auge", dice Enrique Valentí, director y cofundador de Hermanos Vinagre.
Pero, ¿cómo demonios, de repente, se han convertido las conservas en la comida más chic? “Porque España produce conservas de máxima calidad y que preservan las cualidades organolépticas de los alimentos y todo su sabor. Sin duda, también porque son muy resultonas y muy versátiles.
Es decir, a la hora de preparar recetas, cada uno elige si se complica o no. Por ejemplo, en el caso de las verduras, es tan sencillo como un chorrito de un buen aceite para conseguir un plato estupendo. Sin olvidar que regalar una selección de conservas como las que reúne nuestra nueva tienda gourmet, The Pantry, es verdaderamente chic, por la calidad e imagen cuidada de cada referencia. Como chic es citarse en The Secret Pantry y comprobar cómo, a partir de conservas, elaboramos platos muy sofisticados”, explica Conrado Tromp.
Le preguntamos al equipo de Petramora qué ventajas tienen las latas de conserva de calidad. “La principal ventaja para nosotros es que son el mejor fondo de despensa de nuestra cocina y su versatilidad no deja de sorprendernos. Las conservas nos conceden la oportunidad de poder disfrutar de elaboraciones con materias primas de primera calidad de forma atemporal, sin cocinar y sin tener que planificar, ya que su larga caducidad permite poder almacenarlas en tu cocina y esperar a que llegue el momento ideal para su disfrute. Hoy en día, las conservas de calidad están elaboradas con productos seleccionados con lupa, en los que el conservero busca el estado de frescura o maduración perfecto del producto para enlatarlo en su mejor momento y preservar todas sus cualidades. Además de ofrecer una gama de productos y elaboraciones muy amplia y para todos los gustos”, aseguran.
“Gracias a algunas conservas podemos disfrutar en pequeños bocados de productos de producción limitada, dándonos a conocer recetas y elaboraciones que, de otra forma, no tendríamos acceso. Ejemplos de estas puede ser nuestra ventresca de bonito del norte con piel en aceite de oliva, las navajas a la brasa de Güeyu Mar (Ribadesella), las cocochas de merluza picantes de Casa Eutimio (Lastres) o las sardinas en escabeche cítrico que elabora el cocinero Jordi Vilà (Barcelona). En otros casos, las conservas mejoran o cambian el concepto del producto. Pensemos en unas anchoas: sin las conservas, ¿podríamos disfrutar de estas en salazón? Lo mismo nos ocurriría con una sencilla salsa de tomate frito. ¿Es mejor una salsa casera de tomate elaborada en invierno o una salsa de tomate en conserva de calidad, elaborada con tomates recién recolectados con su estado de maduración perfecto y elaborados a las pocas horas?”, preguntan.
Enrique Valentí, director y cofundador de Hermanos Vinagre, explica que las latas de conservas de calidad tienen la ventaja de que normalmente envejecen muy bien. "Se trata de un producto excelso y lo que se hace en este caso es potenciar los sabores mediante esos escabeches y vinagres. Además, particularmente, nosotros lo que proponemos con ellas es que el público pueda degustar algo que es escaso en plenitud de facultades. Con la grasa justa, el rendimiento necesario e intentando preservar ese juego de que parezca fresco pero que, por otro lado, tenga una potencia gustativa de conserva de alta calidad. En definitiva, para nosotros una conserva de calidad tiene tres cosas muy importantes: textura, sabor y hacer que sea posible degustar un producto excelso que es de temporada en cualquier época del año".
Pero no sólo Emily Ratajkowski ha sido la responsable del furor del pescado enlatado, sino que Dwayne “The Rock” Johnson y Michael Fassbender han sido algunos de los que han despertado la fiebre de las conservas al hablar en diversas entrevistas acerca de las bondades de las sardinas enlatadas, que forman parte habitual de sus dietas. ¿Qué propiedades saludables tienen los pescados enlatados? “Son sanos y naturales, ya que contienen una fuente de hierro y proteína. Además, contienen pocas grasas trans. Son 100% naturales. Se envasan en el momento óptimo de calidad nutritiva y de maduración del producto y su proceso de fabricación ayuda a que se mantengan por completo sus propiedades, incluso mejorando estas propiedades en combinación con otros ingredientes como el AOVE. Tienen un alto contenido en Omega 3, previniendo con su consumo de enfermedades cardiovasculares, y son ricos en potasio, fósforo, vitaminas A, B y D… A estas propiedades se suman sus beneficios gustativos. Consumiendo productos de calidad, ricos, mejoramos nuestro estado de ánimo. Algo que hoy en día creemos que es más que necesario”, dice el equipo de Petramora.
Nosotros, si nos disculpan, nos vamos a abrir una lata de sardinas y quizás, otra de cerveza, para celebrar que la comida enlatada vive un momento de esplendor. Si Emily Ratajkowski y The Rock tienen semejantes siluetas a base de conservas… ¿Por qué no vamos a intentarlo?
