Cuenta Josean Merino, uno de los grandes maestros de los pintxos del país, que fue en su aterrizaje en Madrid con Tabernas perretxico, hace unos años, cuando se les ocurrió hacer un guiño desde Vitoria y el País Vasco a Madrid -y a su gastronomía- en forma de suculento bocado. Crearon entonces uno de los pintxos más atrevidos y divertidos que han convertido por convertirse en uno de sus bocados más icónicos: el Donut de cocido, del que se venden unas cincuenta mil unidades al año.

Este emblemático pintxo, que es en realidad un delicioso 'trampantojo', se presenta en dos vuelcos, como de un cocido tradicional se tratase en el fondo. Pero es otra cosa, y está pensado para comerlo con las manos. Eso sí, se elabora con ingredientes vascos como la morcilla de Beasain, los populares garbanzos de Orbiso... y también tiene carne de morcillo, chistorra, las clásicas verduras del cocido, etc.

Para hacer el Donut de cocido de garbanzos de perretxiCo, preparan un cocido clásico, se rellena un molde con forma de donut con las carnes desmenuzadas del guiso, se congela y luego se baña en una masa de donut neutra que no es nada dulce. A continuación se fríe y se sirve lacado con un glaseado hecho con nata, beicon, hueso de jamón... para que le de un toque un poquito ahumado. Y se acompaña del caldo del cocido (que hacen con mucho mimo y a fuego lento durante 16 horas) , que en este momento recomendamos tomar tibio.