Es un truco manido del periodismo, pero a esta noticia también podríamos aplicarle el famoso tango de Carlos Gardel: veinte años no es nada... Han pasado dos décadas desde que se rodara una de las películas románticas más famosas de todos los tiempos, 'Titanic', y ayer James Cameron, su director, nos cuenta que las huellas de Kate Winslet aún siguen en el famoso coche donde se rodó la escena de sexo entre ella (Rose) y Leonardo DiCaprio (Jack). Es uno de los momentos más intensos de la película, y se ha grabado en el imaginario colectivo:

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Pues bien, James Cameron (@JimCameron) nos llevó ayer en su perfil de Twitter (hasta 1997 (y hasta los almacenes donde se guarda el famoso vehículo) para descubrirnos que la huella de la mano de Winslet SIGUE AHÍ, en el cristal trasero del automóvil: "Unos 20 años después, la infame huella de @TitanicMovie sigue ahí – mira bien", decía el tuit.

En realidad, la huella que allí se mantiene no es la de Kate Winslet, sino la del propio James Cameron, tal y como explicó hace tiempo el director. Es la magia del cine: Cameron fue el que puso su mano para rodar la escena, y se aplicó un aerosol especial para que no se borrara la mano con el vapor y es ese aerosol el que ha conservado la mano durante todo este tiempo.

Escena sexo Titanic
D.R.

El texto del tuit de Cameron en el que nos invita a "mirar atentamente" tiene una doble lectura. No solo quiere que veamos la supuesta huella de Rose, sino que nos fijemos en el fondo de la imagen, donde podemos distinguir un robot plateado. Se trata de un T-800, el torso del Terminator (¡sí!).

Cameron dirigió la primera (1984) y la segunda (1991) entrega de 'Terminator', de la que en noviembre veremos la sexta parte bajo el título 'Terminator: Dark Fate', con Tim Miller ('Deadpool') tras la cámara. Es, sin duda, uno de los filmes más esperados de 2019.