Una familia perfectamente normal de la pequeña ciudad de Lund, donde cualquier cotilleo vuela. Allí viven Adam, Ulrika y Stella quienes, a priori, no tienen nada de raro. Estos son los personajes de 'Una familia normal' (Salamandra, 480 páginas, 20 euros), el 'thriller noir' que se va a convertir en el gran 'best seller' del verano. Porque... ¿qué estarías dispuesto a hacer si acusan a tu hija de asesinato?
El planteamiento con el que arranca Mattias Edvarsson, el autor de esta novela negra, es desde luego adictivo. Por ahora se ha convertido en un auténtico fenómeno literario: ha vendido 300.000 ejemplares en Suecia, ha arrasado en países como Estados Unidos, Alemania e Italia y tiene más de 30 traducciones en marcha. La versión al castellano que presenta Salamandra es obra de Pontus Sánchez.
'Una familia normal' nos podrá recordar a libros tan interesantes como 'La cena' (Hermann Koch) o 'Tenemos que hablar de Kevin' (Lionel Shriver). Edvarsson estructura la novela en tres partes, según va cambiando el narrador de la historia: Adam, Stella y Ulrika, por este orden.
Adam es pastor de la iglesia, por lo que los vecinos le consideran una persona íntegra. La madre, Ulrika, es una abogada penalista con una relación extramatrimonial con un compañero de trabajo y Stella, la hija de 19 años, trabaja como dependienta en una tienda de ropa. Lo que sería, en efecto, 'una familia normal', con sus trabajos, sus amistades, sus emociones, sus planes...
Sin embargo, una noche Stella llega a casa con la blusa ensangrentada y, al día siguiente, es arrestada, acusada de asesinato. Es denunciada por haber matado a cuchilladas a un hombres de 32 años con el que tenía una relación sentimental. ¿Pero qué locura es esta? ¿N0 éramos una familia normal?
Lo peor de todo es que empiezan a recogerse pruebas que la implican: una huella de su zapatilla en el lugar del crimen, restos de su spray de pimienta, restos biológicos de ella en casa de la víctima... Y una testigo que la sitúa en el mismo lugar y hora que cuando se cometió el crimen. Además de un móvil, los celos, porque la mejor amiga de Stella también tenía un romance con el asesinado.
Lo que era una familia normal con una vida normal se va a convertir en una tragedia. Los padres no podrán ver a su hija, en prisión preventiva, y solo se pueden comunicar con ella a través del abogado defensor, que es el amante de la madre, Ulrika.
Edvardsson articula una novela en la que se habla de paternidad, responsabilidad social, fervor religioso y en la que se critica la sociedad patriarcal: tres mujeres han sido violadas, pero ninguna ha conseguido el apoyo social y familiar que esperaba. Pero sobre todo, 'abre un melón' durísimo y adictivo: esa 'familia normal' podría ser la nuestra.
