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"Aquella noche me fui a la cama sintiéndome el hombre más afortunado del mundo". Quien habla es Andy Ostroy, el esposo de Adrienne Shelly, una actriz 'indie' de 40 años que comenzaba a despuntar en el 'mainstream' de Hollywood. Habla de la noche del 31 de octubre de 2006. Era Halloween y habían celebrado una fiesta con su hija Sophie, de dos años, que se había puesto un vestido plateado.
Al día siguiente, Ostroy se marchó a trabajar. Le dio un beso a la actriz, directora y guionista en su apartamento-oficina de Greenwich Village y no volvió a verla con vida. El 1 de noviembre, apareció muerta en su casa. Shelly no contestaba a las llamadas de su esposo quien, asustado, se pasó por su casa. La descubrió colgada de una sábana, tirada sobre la barra de la cortina de la ducha.
La tremenda historia la cuenta el documental 'Adrienne', que ya está en el catálogo de HBO Max y que, te adelantamos, puede ser el reportaje más triste que veas en tu vida (sin exagerar). Narra la historia de Adrienne Shelly, asesinada en 2006 unos meses antes de estrenar su último proyecto cinematográfico, 'La camarera', que arrasó en el festival de Sundance y que acabó convirtiéndose en un musical de Broadway de enorme éxito. Y más desgarrador resulta que su propio esposo ha dirigido el documental a modo de homenaje.
Las autoridades lo zanjaron diciendo que se había suicidado, pero algo no cuadraba. Lo afirmó su marido, lo afirmó su madre, lo afirmaron sus amigos, lo afirmaron sus compañeros de trabajo, lo afirmó todo aquel que conocía a Adrienne Shelly. No había mostrado ningún signo, su salud mental estaba fuerte.
Así que tuvo sentido que, por insistencia del marido, se abriera una investigación sobre el caso y al cabo de un tiempo, la policía detuviera a Diego Pillco, de 19 años, como responsable del asesinato de la 'it girl'. Estaba trabajando en el edificio de apartamentos y confesó haberla estrangulado y manipular el cadáver para aparentar un suicidio.
El documental nos lleva al día de hoy, cuando cientos de personas llenan el teatro donde se representa 'La camarera' pero, lamentablemente, pocos saben quién era Adrienne Shelly. El guión de la película lo escribió como "una carta de amor" a Sophie (estaba embarazada de ocho meses. Trataba de una camarera que encauzaba sus emociones inventándose recetas de tartas; embarazada y casada con un patán, se enamora de su ginecólogo.
De haber continuado viva, 'La camarera' habría sido el respaldo definitivo a la carrera de Shelly. Había nacido en Queens (Nueva York) como Adrienne Levine el 24 de junio de 1966 y, tras graduarse en la Jericho High School, se matriculó en la universidad de Boston escogiendo la especialización de producción cinematográfica. Pero dejó los estudios el primer año, se estableció en Manhattan e inició su carrera de actriz en el cine 'indie' en películas como 'La increíble verdad' (1989) y 'Confía en mí' (1990). Además de 'La camarera', se puso tras las cámaras en 'Sudden Manhattan' (1996) y 'I'll take you there' (1999).
Todo esto suena muy bien, pero Andy Ostroy dice en el documental 'Adrienne': "Hizo un montón de películas de mierda en los años 90". Lo explica porque la protagonista, en realidad, quería orientarse hacia la producción, a dirigir sus propias obras, a tener su compañía teatral.
Es tremendo el efecto que puede producir ver a Ostroy entrevistar a quienes conocieron a Adrianne Shelly. Por ejemplo, cuando se reúne con su suegra para compartir el dolor de su pérdida. Pero es que en torno a la mitad de la cinta (que dura 100 minutos), dice: "Quiero conocerle". ¿A quién? A Pillco, el asesino de Adrienne.
'Adrienne' trasciende el 'true crime' para ofrecer al espectador una doble ración de emociones: por un lado, el homenaje a una joven creadora a la que se le cortaran las otras; por otro, un intento de explicar cómo se navega por el dolor, el duelo y la pérdida cuando tienes una hija de dos años.
Las conversaciones que vemos en el reportaje no están planteadas desde el punto de vista periodístico ni de investigación sino que funcionan casi como una terapia para quien responde y para quien pregunta. Aparece la ahora joven Sophie que admite no acordarse de su madre pero que se siente atormentada, reconoce ocultar sus emociones.
El encuentro con el asesino es el momento más dramático del documental, pero no el más significativo. Ostroy tiene la necesidad de verse con la persona que ha matado a su esposa para explicarle que, al arrebatarle la vida, le ha privado del goce de la maternidad. Porque, al margen del cine, ese era el gran trabajo de Adrienne.
Así que, si puedes, míralo. Es un retrato sincero que habla del dolor de una muerte pero procede del gran amor de un esposo y una hija. ¡Ah! Y antes de que nos lo preguntes: 'La camarera' está disponible en Disney+.
