Vivimos en un momento en el que los iconos de estilo se construyen en cadena en esa fábrica de tendencias y referentes impostados que es el universo de las redes sociales, capaz de abrirnos las puertas de los armarios de millones de personas de todo el mundo. Ahí radica la dificultad de hablar en la actualidad de tendencias de moda, pues estas se suceden a un ritmo tan ajetreado que en ocasiones, lo que emergen son micro tendencias destinadas al olvido a golpe de ‘like’. Por eso hablar de un icono de estilo cuya estética sea capaz de mantenerse intacta a lo largo de las décadas es una operación completamente diferente, y son pocas las figuras que consiguen mantenerse en ese trono.
No es casualidad que dos de las mujeres cuya estética sigue siendo recordada años después de sus muertes fueran adoradas ya en su tiempo por su carácter, por sus looks y por sus vidas privadas, aunque ese adjetivo se queda pequeño para hablar de la forma en la que su intimidad destacó por sus notables fugas. Hablamos de Carolyn Bessette y de Diana de Gales, que comparten un desafortunado final que se encargó de elevarlas no solo como iconos de estilo, sino como leyendas de la cultura pop cuyo legado sigue siendo una mina a explorar. La vida de Lady Di continúa siendo explorada por la televisión y por el cine, haciéndonos que nos preguntemos hasta dónde podremos estirar este chicle royal de tintes amarillistas.
Mientras tanto, la vida de John F. Kennedy Jr y Carolyn Bessette va a ser llevada por Ryan Murphy a la televisión con ‘American Love Story’, y a la espera de su llegada, Rouje Paris, la marca de Jeanne Damas, ha creado una campaña inspirada no solo en algunos de los looks más míticos de la pareja, sino en las fotografías tomadas por los paparazzi y que en una era sin redes sociales, eran la única forma posible de capturar una estética concreta. “Este look se inspira en la icónica imagen de Carolyn Bessette y JFK Jr. paseando por la calle St Varick de Nueva York el 23 de octubre de 1996”, escribe la firma junto a una de las imágenes de la campaña, una señal más de que la marca no solo busca congelar su estética, sino un momento concreto del imaginario popular.
El mundo pre-Instagram
Hablamos de una era en la que Instagram no se encargaba de capturar los looks del momento, por lo que eran las calles se erigían como las verdaderas pasarelas previas al furor del street style, ese que pronto terminó por abandonar la naturalidad y la espontaneidad para inclinarse hacia el artificio post producido destinado a ser capturado. En cambio, el genuino estilo de John F. Kennedy Jr, con esa estética skater adaptada al universo de oficina, y la estela lady y minimalista ajena a estridencias de Carolyn, eran el reflejo más genuino de un estilo impecable. “Nuestro estudio se inspira siempre en los iconos de estilo de todas las décadas. ¿Nuestro referente preferido este invierno? El impecable minimalismo noventero de Carolyn Bessette-Kennedy y su exquisito gusto por los colores neutros, que ofrecían el equilibrio perfecto entre lo chic y lo casual”, explica la marca sobre su nueva campaña.
Otra de las razones por las que estas imágenes siguen funcionando es que capturan a una pareja formada por dos personajes de estética opuesta que, sin embargo, deviene en una sinergia de estilo. Los impecables looks de Calvin Klein y Narciso Rodriguez de Carolyn, combinados con su Birkin de Hermès, podrían no encajar con las gorras de baseball y los pantalones de silueta ‘baggy’ de su pareja, pero por algún motivo inexplicable (y ahí radica el embrujo de su tándem), funcionan a la perfección. Teniendo en cuenta que nos encontramos en un periodo en el que las parejas opuestas son tendencia, Carolyn y JFK podrían ser la versión atemporal de Kim Kardashian y Pete Davidson, pero despojada del estrés de las redes, de la necesidad de recurrir siempre a las novedades de la industria de la moda y de la autoconciencia que hoy impera.La diferencia entre Kim y Pete o Kourtney Kardashian y Travis Barker versus Bessette y Kennedy Jr es que mientras que los primeros construyen su imagen para las redes, los otros vivieron en un mundo pre Instagram en el que sus imágenes eran reproducidas por los medios. Hoy, en cambio, tenemos que preocuparnos por dar a nuestra imagen los matices que queremos que otros capten y admiren en el mundo digital.
El triunfo del minimalismo
Otra de las claves del magnetismo de Carolyn es precisamente haber sabido construir su propio uniforme. Amante del monocolor, las diademas, las faldas impolutas y las gafas de sol ovaladas, sus looks resultaban relajantes en pleno furor del grunge estético. Eso es precisamente lo que ahora logran quienes intentan capturar su legado en la moda: un paréntesis en el que descansar de las incesantes tendencias. Su armario era, es y será el ‘Keep calm and breathe’ de la moda. “Estamos saturados de tanta información y de modas exageradas que a veces se nos olvida que lo sencillo y elegante también puede ser ‘cool’. Estas imágenes son la demostración de ello”, explica Inés Ybarra, la fotógrafa, directora creativa e 'influencer'.
Hay quienes creen que calcar las imágenes y los looks de la pareja supone, más que un homenaje, una señal de pobreza imaginativa y una prueba de vagancia imperdonable, aunque lo cierto es que no es la primera vez que el mundo de la moda rinde homenaje no solo a unos looks, sino a unas fotografías icónicas tomadas por los paparazzi, convirtiendo un tributo en un editorial de moda, como hizo 'Vogue Paris' en una sesión fotográfica en la que Hailey Bieber reproducía las icónicas imágenes de Lady Di enfundada en sus leggings biker.
¿Qué tiene el estilo de Bessette para seguir siendo hoy relevante? Le preguntamos a Inés Ybarra, que forma parte del estiloso 'squad' de ‘Mango girls’ y cuya estética es una de las más aplaudida por los expertos del mundo de las tendencias, en qué radica el encanto de Carolyn. “Su estilo es sencillo y clásico. En él, lo único que importa es que el patronaje se adapte bien a tu cuerpo. Ella domina el menos es más de toda la vida y que muy poca gente sabe hacer”, explica. Son incontables las cuentas de Instagram que rinden pleitesía al estilo de Carolyn, pero incluso en aquellas que homenajean a la nostalgia de los años 90, las fotografías de Bessette destacan. Mientras que el peinado de Jennifer Aniston o los dibujos de la década evocan nostalgia, cualquier foto de Carolyn resulta completamente atemporal, como si hubiera logrado capturar un momento para hacerlo suyo.
Carolyn Bessette sigue conquistando a los fashionistas de las redes sociales precisamente por haber conseguido lo imposible: ser diferente y única luciendo exactamente las mismas prendas que la mayoría tenemos en el armario. Al igual que en 'Sexo en Nueva York' Carrie Bradshaw hablaba del “ zsa zsa zsu” necesario para que una relación te llene y te mueva, Carolyn tenía ese “zsa zsa zsu” en el plano del estilo.
