Los reporteros que cubrieron la alfombra roja de los Globos de Oro preguntaron a los invitados a quién tenían ganas de ver a lo largo de la velada, y la inmensa mayoría repitió un nombre: Jennifer Coolidge. Hablamos del icono pop del momento, ese que gracias a ‘The White Lotus’ se ha convertido en la reina de los 'memes' (¿acaso no es ella un 'meme' ‘per se’?) y que finalmente, cumpliendo con las predicciones, recogió su merecido galardón.

"Llega un momento en el que te haces mayor y piensas, ¿qué demonios va a pasar?"

Cuando su interpretación en la aclamada serie de HBO fue reconocida en los Premios Emmy y su discurso intentó ser acortado por los requisitos de la cadena que los televisaba, improvisó unos desternillantes pasos de baile con los que dejó claro que ya ni siquiera necesita hablar para mandar mensajes o ser un icono: simplemente, lo es. La razón por la que el mundo la adora es porque es el mejor ejemplo de que no hay que confiar ni siquiera ya en las segundas oportunidades, porque quizás la definitiva sea la duodécima, y esa es precisamente la narrativa de Coolidge. Condenada a ser la MILF (término cancelable e inmensamente machista que hemos soltado aún a riesgo de que deje claro que tenemos canas) de los 2000, Jennifer parecía destinada a ser su propia caricatura. Incluso Ryan Murphy, icono gay por antonomasia y mandamás de la televisión, ha querido aprovechar la maestría con la que interpreta a una devora hombres en la mini serie ‘Vigilante’, aunque su papel tiene menos revoluciones y muecas que de costumbre. “Tenía grandes sueños de joven, pero la vida los va diluyendo… Pensé que iba a ser la reina de Mónaco, pero otra lo consiguió. Llega un momento en el que te haces mayor y piensas, ¿qué demonios va a pasar? Y entonces, Mike White, me diste esperanza. Me has dado un nuevo comienzo y me has cambiado la vida de diferentes maneras”, dijo la actriz al recoger su Globo de Oro, no sin antes asegurarse de despertar las carcajadas del público. “No entreno, ¿sabéis? Por eso no puedo sujetar el precio durante mucho tiempo”.

"Tendríamos que ser un poco más Jennifer Coolidge”

Es la reina del 'camp millennial', el icono gay del momento y un ejemplo más del triunfo de la madurez. Lo que ha enamorado al mundo es la capacidad de Jennifer de no tomarse en serio a sí misma, algo que incluso admira la cómica Chelsea Handler, que en ‘New York Times’ alababa su actitud ante la vida. “Lo que pone en marcha cuando actúa nos vendría genial a todas en nuestro día a día. Esa ridiculez, esa forma de aproximarse a la vida, esa manera de ser tal cual es sin tener que pedir perdón ni permiso… Creo que es un gran modelo para todas las mujeres, porque no tenemos que tomarnos a nosotras mismas demasiado en serio. Tendríamos que ser un poco más Jennifer Coolidge”, dice la humorista.

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Jennifer Coolidge en ’American Pie’

La actriz deambuló por el cine y la pequeña pantalla de puntillas (y tropiezos) encasillada en papeles de rubia tonta come hombres y cazafortunas, interpretando así el mismo papel que Paris Hilton y Marilyn Monroe: el de la eterna bimbo. “Hay que ser muy inteligente para hacerse la tonta”, le dice la periodista Hermione Hoby en ‘The Guardian’ en una entrevista de hace diez años. “Creo que si en el fondo realmente crees que eres tonta, todo sale de forma más fácil”, responde ella, demostrando una vez más que bajo el humor hay siempre un poso de profundidad e incluso de tristeza. Con 32 años logró su primer gran papel al interpretar a una de las novias de Jerry Seinfeld justo cuando descubrió que su madre se estaba muriendo a causa de un cáncer pancreático. Confiesa que su progenitora estaba entusiasmada con que Jennifer hubiera conseguido un papel tan relevante, porque no pensaba que eso fuera posible… Tras una eterna sucesión de proyectos cancelados que le pusieron recurrentemente la miel en los labios para después quitársela, logró un papel que ella aseguró fue su “premio de consolación” en el poco exitoso 'spin off' de Joey de ‘Friends’. “Es curioso estar en estos shows y planear tu vida pensando que todo va a ir bien, y dos segundos después, todo se ha ido al garete, por lo que te preguntas… ¿Ya se ha acabado todo?”, confesaba a ‘Variety’.

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Jennifer en ’The White Lotus’

Y entonces llegó Ariana Grande, que en 2018 imitó en ‘The Tonight Show’ a Jennifer Coolidge en su papel de en la película 'Una rubia muy legal'. Entonces la actriz le envió un mensaje privado por Instagram y la cantante le ofreció participar en su video ‘Thank you, next’, haciendo de Coolidge un nuevo icono para la generación Z, que se enamoró de su figura. Por supuesto, la pieza definitiva de este puzzle es Mike White, que tuvo que convencer a los mandamases de HBO de que Jennifer tenía que ser la estrella de ‘The White Lotus’. El director confiesa que no se lo pusieron fácil, porque los ejecutivos eran incapaces de imaginar a la actriz en un papel ajeno a los que habían construido la imagen de eterna segundona libidinosa y algo ridícula, pero logró convencerles… Y el resto es historia.

Jennifer Coolidge es el mejor ejemplo de la fuerza de no tomarse a una misma demasiado en serio y de no perder la esperanza.