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Las celebridades han convertido los cumpleaños de sus hijos en mini bodas en las que deja de quedar claro quién es el verdadero protagonista de la celebraciones: el que celebra las fiestas. Cada vez es más habitual que cada celebración sea más exagerada que la anterior, un fenómeno que hasta ahora veíamos únicamente en realities como ‘The Real Housewives of Beverly Hills’, en el que una de ellas celebró una espectacular fiesta en la que quien estaba visiblemente emocionada era la madre, no la hija. ¿El precio de la celebración? 60.000 dólares. Este tipo de fiestas, en las que lejos de haber alguna hamburguesa y una piñata hay espectaculares instalaciones, se han puesto de moda gracias a las Kardashian, que cada vez que celebran la fiesta de uno de sus hijos tiran la casa por la ventana. El pasado fin de semana fue Kim Kardashian la que celebró el cumple de Psalm, y para un momento tan especial, la temática fue la de los bomberos.
Desde coches de bomberos hasta menús especiales, la celebración no escatimó ni en gastos ni en detalles, algo a lo que nos hemos acostumbrado de la mano de una de las familias más famosas del mundo, que ha llegado a crear parques de atracciones tematizados para los más pequeños de sus casas. Cuando Chicago cumplió cinco años, su cumple, de temática Hello Kitty, incluyó todo tipo de extravagancias entre las que por supuesto, no faltaba el conocido gato. ¿El detalle que más llamó la atención de las redes sociales? La alfombra de la casa de Kim, que fue cambiada para el encuentro por una rosa para que encajara con la temática. “Kim Kardashian ha instalado una alfombra roja en casa simplemente para el cumple de Chicago. No para de encontrar fórmulas con las que recordarme que estoy sin blanca”, dijo una usuaria en Twitter, donde la gente enloqueció ante el despliegue.
El problema es que ya no son sólo las celebridades internacionales las que ponen en marcha este tipo de mecánicas, sino que en nuestro país la tendencia ha llegado. Unas de las que más disfrutan con celebraciones espectaculares es Paula Echevarría y Pilar Rubio, y por supuesto este tipo de fiestas no serían nada sin ayuda de Instagram, que sirve para dejar constancia del despliegue y a su vez, para que quienes se encargan de organizar estas fiestas (que no son, por supuesto, los padres) presuman de sus hazañas y promocionen su maestría. “Todo cambió cuando Kim Kardashian organizó la fiesta de su primera hija, que salió en la revista People’, dice Leesa Zelken, fundadora de la empresa organizadora de fiestas Send in the Clowns, a ‘New York Times’ al referirse a un cumpleaños en el que había, entre otros detalles, una noria. “La gente sintió la necesidad de llevar las cosas al mismo nivel o al menos, acercarse”, aseguró.
En muchas ocasiones las Kardashian cuentan con los servicios de la conocidísima organizadora de eventos Mindy Weiss, responsable de algunas de las épicas celebraciones de los hijos de Kim entre las que encontramos fiestas de temática campestre en la que no faltó un avión privado. Los expertos en este campo coinciden en señalar que los padres exigen ante todo que cada encuentro sea instagrameable, pues lo que importa es que la fiesta no se olvide pasadas las horas, algo comprensible teniendo en cuenta que cada celebración tiene el presupuesto de una boda. ¿La diferencia? A no ser que seamos Elizabeth Taylor, bodas no tendremos muchas, pero cumpleaños…
Los cumpleaños, lejos de ser un encuentro pensado para los pequeños, terminan por ser en muchos casos auténticos encuentros de networking en los que los padres saben que no todo se basa en soplar velas, sino en hacer negocios. Por eso las fiestas son cada vez más momentos en los que invertir dinero con la excusa de una celebración familiar para poder hacer negocios o al menos, poder presumir de que las cosas van bien.
Del mismo modo que cada vez están más de moda las boda casi esponsorizadas en las que cada detalle se etiqueta dejando bien claro que el 90 % de los detalles en realidad son fruto de acuerdos, en los cumpleaños de los hijos de los famosos observamos lo mismo. Por eso no es raro dar con etiquetas de organizadores de eventos de la talla de Exotic Event Rentals, como ocurrió en el cumple de Psalm, y en el instante en el que entras en el perfil de la empresa te topas con fiestas de las mejores a amigas de Kim celebrando los cumples de sus hijos por todo lo alto de la mano de esta empresa. Sí, las fiestas de Kim cuestan ingentes cantidades a estas compañías pero, ¿acaso no lo merece una publicidad “gratuita” a millones de usuarios?
Fotógrafos profesionales, espectaculares instalaciones de globos, caterings exquisitos, merchandising creado 'ad hoc' para el encuentro… Ningún gesto es demasiado en estas fiestas de presupuestos desorbitados. Desde tartas de artistas del pastel como Julie Simon, cuyos pasteles más espectaculares rondan los 10.000 euros, hasta la compañía de fotografía Jon &b Joseph, en la que Kylie Jenner ha confiado alguna vez para estos encuentros, los presupuestos son tan impensables que no es de extrañar que Cardi B y Offset se gastaran 400.000 euros en el primer cumpleaños de su hija Kulture.
Según Bureau of Labor Statistics, los event planners están aumentando su interés de forma desorbitada, al igual que el coste de las fiestas. Por supuesto, los mortales no se gastan más de 100.000 euros en celebrar la fiesta de un niño, pero sí es cierto que del mismo modo que antes parecía impensable que en las bodas la novia tuviera varios vestidos y tras haberlo popularizado las celebridades, ahora es algo no tan extraño, las fiestas de cumpleaños de los niños son cada vez más espectaculares. Lógicamente, las reinas de las redes se aprovechan de su posición para disfrutar de muchos servicios de forma gratuita, pero a su vez miles de las madres que las siguen van tomando nota no sólo de ideas, sino también de algunos de los profesionales con los que cuentan. ¿Y los niños? Suponemos que el lunes recordarán haberse comido un trocito de pastel mientras aprenden una nueva lección en el colegio, porque al final lo de menos es lo que ellos recuerdan: lo que importa es que a la salida, los padres estarán comentando el nivel de la fiesta de cumpleaños mientras se fustigan al pensar qué harán para la celebración de su pequeño en dos semanas...
Lo que queda claro es que en la era de las redes sociales, cualquier celebración que no sea inmortalizada en las redes parece no haber existido jamás. Si para celebrar edades tempranas se ponen en marcha semejantes operaciones, no podemos ni imaginar que tendrán en mente cuando los niños cumplan 18 años. En un mundo que vive por y para las redes, cualquier gasto es ínfimo si consigue que los internautas envidien tus castillos hinchables, tus tartas personalizadas y tu merchandising. Ni los stories ni muchos recuerdos son eternos, pero los likes… Los likes duran toda una vida.
