¿Quién no ha dudado alguna vez si sería conveniente o no volver a ponerse el sujetador que usó el día anterior? Seguramente no está tan sucio. Para despejar esta duda, te vamos a contar cómo y con qué frecuencia hay que lavarlo y, sobre todo, qué es lo que no hay que hacer nunca con él.

Esto es lo único que necesitas:

  • una bolsa de malla para lavar prendas delicadas
  • detergente líquido para prendas delicadas

Y ahora, lo más importante.

Cómo lavar un sujetador

Utiliza una bolsa de malla para proteger el sujetador y evitar que se arrugue y que sus aros se enganchen en el tambor de la lavadora. Abrocha los corchetes del sujetador antes de meterlo en la bolsa para que tampoco se enganche con otras prendas. Selecciona el programa para ropa delicada y utiliza un detergente especial para este tipo de prendas. Tampoco estaría de más que echases un vistazo a la etiqueta donde aparecen las instrucciones de lavado del fabricante.

Sécalo con una toalla y olvídate de la secadora, ya que el calor y el propio movimiento de la secadora pueden deformarlo, mientras que, si lo tiendes al aire libre, el sol puede acabar dañando la elasticidad de sus componentes. Asegúrate de que las copas no están dobladas y utiliza la toalla para eliminar el exceso de agua (pero no lo retuerzas para escurrirlo). Una vez que se haya secado completamente, colócalo junto al resto en un cajón.

Ahora, presta atención a lo que no debes hacer.

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4 errores comunes al lavar un sujetador

1. Lavarlo todos los días

Si lo haces, lo único que conseguirás será estropearlo, ya que meterlo en la lavadora con demasiada frecuencia acabará con su elasticidad. A menos que hayas sudado mucho, deberías lavarlo solo después de habértelo puesto tres o cuatro veces.

2. No tener claro cuántas son "tres o cuatro veces"

Evidentemente, no es lo mismo un sujetador que has utilizado para salir a correr que otro que sólo te lo has puesto un par de horas para ir de compras. Es decir, cuanto más sudes, con más frecuencia necesitarás lavarlo. Por lo tanto, ese sujetador de encaje que dejas para ocasiones especiales puede volver a tu cajón unas cuantas veces antes de lavarlo. Por el contrario, es conveniente que laves tu sujetador deportivo después de cada sesión de gimnasio.

3. Preocuparte por cambiarte de sujetador todos los días

Buenas noticias para todas aquellas que tenemos muchas cosas en la cabeza: puedes olvidarte de cuál fue el sujetador que te pusiste ayer. Lo habitual es tener varios sujetadores de cambio, pero usar el mismo dos días seguidos no tiene por qué suponer ningún problema. Además, si te lo quitas para dormir, harás que recupere su forma y elasticidad.

4. Guardarlos sin ningún tipo de cuidado

Los sujetadores se deforman con mucha facilidad, así que lo mejor es guardarlos extendidos en un cajón. Si los doblas metiendo una copa dentro de la otra lo único que conseguirás será deformarlas y estropear el relleno.

Ahora que ya sabes cómo lavarlo correctamente,te decimos qué sujetador es el perfecto para cada tipo de prendas.

Vía: Good Housekeeping US