Llega el verano y el mundo automáticamente se divide entre quienes persiguen un chapuzón en aguas cálidas –como las de nuestra querida Costa Blanca alicantina– y quienes prefieren rebajarle unos grados al termómetro. Los de este último grupo lo tienen muy fácil si viajan al norte, donde podrán deleitarse con las mejores playas de Galicia o pasar el verano persiguiendo las playas más buscadas de Cantabria.

Hoy nos quedamos justo en medio para viajar hasta Asturias, un destino que nos conquistó entre culines de sidra, fabes y pescados a la brasa el día que descubrimos su gastronomía. Por eso vivimos divididas entre su mar y su montaña, aunque siempre entregadas a sus pueblos, ya sean coloridos como Cudillero, ejerzan de balcón sobre el mar como Lastres o nos acerquen a los Picos de Europa como Cangas de Onís.

Mientras, las playas de Asturias son la perfecta definición de naturaleza: salvajes, frondosas y moldeadas a capricho del Cantábrico. Los acantilados de la playa del Silencio, la curvatura de Torimbia, las formaciones de Cuevas del mar, la interminable arena de Rodiles... Hay tantas, cada una de ellas tan singular, que sería injusto tratar de hacer un ranking. Simplemente ten a mano esta lista la próxima vez que viajes a Asturias y con suerte podrás probarlas todas.

Playa del Silencio

la playa del silencio, cerca de cudillero, es una de las más bonitas de asturias
Iñigo Fdz de Pinedo//Getty Images
Playa del Silencio.

Aunque no se necesita una excusa para visitarla, la playa del Silencio o de Gavieiro se ha convertido en un buen complemento para quienes deciden pasar un día en Cudillero. Será tras dejar atrás los acantilados de cabo Vidío cuando llegaremos a esta playa que, con apenas 500 metros de longitud, es una de las más impactantes del norte por la pared vertical que la arropa y los islotes que acompañan. Tendremos que recorrer un pequeño sendero y bajar un puñado de escalones. Aquí no hay arena, sin embargo sus pequeñas piedras no serán inconveniente para disfrutar de unas aguas tranquilas en un entorno que, por suerte, todavía sabe escapar del ruido.

Playa de Torimbia

la playa de torimbia está entre las más bonitas de asturias
INÉS MARTÍNEZ NASS
Playa de Torimbia.

Su acceso no es el más cómodo aunque, con suerte, cuando logremos dejar el coche en el aparcamiento junto al mirador comprobaremos que simplemente por esa vista ya habrá merecido la pena. Con forma de concha y resguardada por acantilados forrados de verde, ya estamos listos para enfrentarnos a pie a la bajada de un kilómetro y medio hasta su arena. En la playa de Torimbia la tradición nudista y quienes se decantan por el bañador conviven en armonía. Además, en temporada alta cuenta con un chiringuito donde reponer fuerzas.

Playa de las Cuevas del Mar

la playa de las cuevas del mar en llanes es una de las más bonitas de asturias
ADRIAN NUNEZ//Getty Images
Playa de las Cuevas del Mar.


Podría decirse que en Asturias también tienen su propia versión de la playa de las Catedrales. Aunque es más bien estrecha, el oleaje ha dado vida a este entorno, haciéndose paso por sus recovecos hasta tallar formas tan singulares como las de la imagen. ¿El resultado? Que sea imposible no pasear por su orilla, cámara en mano. Si te has quedado con ganas de más, podrás seguir comprobando la fuerza del mar a 15 minutos en los bufones de Pría.

Playa de Rodiles

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Con más de un kilómetro de fina arena, Rodiles es perfecta para quienes lo quieren fácil. Se encuentra en Villaviciosa, junto a la desembocadura de la ría, y está equipada con aparcamiento y zona de picnic en el bosque de eucaliptos para reponer fuerzas a la sombra. Dunas, pinares, amplitud y una famosa ola izquierda que atrae a los fervientes del surf. Sin duda, es el ansiado equilibrio entre comodidad y belleza.

Playa de Ballota

la playa de ballota en llanes es una de las más bonitas de asturias
ONDA//Getty Images
Playa de Ballota.

Por cómoda y por bonita, la playa de Ballota es nuestra siguiente postal de verano. Más de 350 metros de largo –y otro generoso puñado de metros a lo ancho– le dan esa forma de concha perfecta. En el horizonte vemos el islote de Ballota, que también comparte protagonismo con la contigua playa de Andrín, solo separadas por la Punta del Pandón. Y a su otro extremo, cuando ruge el mar, los más curiosos se acercan a ver los Bufones de Ballota, una chimenea natural que se activa los días de mayor oleaje. Impresionante.

Playa de Gulpiyuri

la playa de gulpiyuri está entre las mejores playas de asturias
Roberto Moreno Mateos//Getty Images
Playa de Gulpiyuri.

Nunca falta en las lista de mejores playas asturianas y eso que difiere de todo aquello que entendemos por playa. Como decimos, aquí no vas a echar un día de olas y paseos por la orilla. Sin embargo, merece la pena acercarse a Gulpiyuri para comprobar que esta maravilla declarada Monumento Natural y que brota a espaldas al mar es real. En medio de la vegetación, apenas 50 metros de arena rodean a esta piscina natural conectada con el mar a través de una cueva que sube y baja a merced de las mareas.

Playa de San Martín

Ya ha quedado claro que Llanes concentra las playas más populares. Junto a la famosa playa de Poo surgen varias conectadas entre sí, que van alargándose –o desapareciendo– según dicten las mareas. La playa de San Martín es una de las favoritas, especialmente para los amantes del surf por su viento y oleaje. Es exótica, salvaje y sus aguas turquesas son un buen lugar para refrescarse en los días más calurosos. Podrás acceder a pie desde las diversas sendas que la rodean.

Playa de Cadavedo

A pesar de su popularidad, es uno de nuestros rincones de paz favoritos en Asturias. En su orilla se mezclan los cantos rodados y la arena. Todo lo demás es un manto verde que nos envuelve, con permiso de su chiringuito. Este antiguo centro ballenero está situado en el municipio de Valdés. Después del baño, nada como subir hasta la ermita de la Regalina junto al acantilado y asomarnos a su mirador para deleitarnos con los azules y verdes tan intensos de esta playa.

Playa de la Franca

En Ribadedeva, junto a la desembocadura del río Cabra, surge una preciosa playa de arena blanca y grandes peñascos por la que te costará permanecer tumbada sobra la toalla. Y es que en sus extremos aparecen cuevas y grandes rocas listas para ser descubiertas. Cuando baja la marea, conecta con otras calas como la playa del Oso, resguardada por grandes acantilados.