En los últimos años, la cultura pop ha hecho suyo el concepto de alter ego. Nos hemos acostumbrado a ver cómo artistas de renombre comparten el suyo con el resto del mundo como forma de expresar su lado más polifacético, pero se trata de algo más que una estrategia de marketing. El alter ego, el otro yo, es algo que cualquier persona, en cualquier lugar, puede utilizar para tratar de comprender su verdadera personalidad. ¿Te gustaría tener más facilidad de palabra o que todo el mundo te recuerde por tu capacidad de liderazgo? Crea tu propio alter ego. ¿Quieres dejar a un lado los aspectos que menos te gustan de tu personalidad? Crea tu propio alter ego.
Definido tradicionalmente como “un segundo yo o una variación de uno mismo”, en definitiva, un amigo en el que confiar ciegamente”, el alter ego no es cómo te gustaría ser, sino una versión diferente de la persona que ya eres. Se trata de una oportunidad para poner el foco en las cosas que quieres que los demás reconozcan en ti. Nadie tiene un alter ego preestablecido; es algo que se desarrolla y se cultiva de forma individual.
Hemos invitado a tres mujeres del mundo de la creatividad a que profundicen en el concepto de alter ego a través de sus propias experiencias y, como el mundo se percibe dependiendo del cristal con el que se mire, les hemos ofrecido unos muy particulares: los de la colección de gafas de sol de Gucci.
Nombre: Zen Sevastyanova
Ocupación: artista del tatuaje, ex modelo
Síguela en: #touchedbyZen
Cambié de aspecto por mi trabajo. Ejerció una gran influencia sobre mi identidad.
Ha sido algo muy positivo que me ha permitido ampliar varios aspectos de mi propia creatividad. Cuando estoy trabajando, mi identidad acapara todas aquellas de la gente que se encuentra a mi alrededor, desde la peluquera a la persona encargada de la manicura. Te conviertes en una especie de recipiente en el que se vierten los esfuerzos de todas y cada una de las personas con las que trabajas.
A los 11 años me rapé la cabeza. La gente creía que era un niño.
Ese fue mi primer cambio de aspecto. Tengo algunos rasgos muy masculinos y suelo vestirme como un chico para camuflarme entre la gente. Pasé muchos años trabajando [como modelo], porque necesitaba mostrar de alguna manera mi cuerpo. Ahora todo el mundo me mira por la calle, no saben si soy un hombre o una mujer. Se fijan en mí tanto gays como lesbianas, por no mencionar a los hombres heterosexuales. Lo encuentro divertido.
Hace un par de meses me decoloré las cejas; fue un cambio muy pequeño, pero el resultado fue espectacular. Fue fascinante ver cómo la gente reaccionaba. Ya no estaba en el grupo de mujeres atractivas, sino en el de “bichos raros”. Fue como una especie de experimento social. Me gustó mucho. La gente con la que conecté en la calle también se podría incluir dentro de ese grupo de “gente rara”.
Nombre: Krista Chiu
Ocupación: Artista floral
Síguela en: @khlorisny
Tu alter ego no consiste en ser alguien que no eres.
Forma parte de quién eres, es otra parte diferente de ti. Debes ser tú misma a diario, hagas lo que hagas. La gente tiene muchas personalidades diferentes; los humanos somos seres muy dinámicos y polifacéticos.
Siempre me ha gustado no tener el control absoluto sobre algo.
Cuando estás trabajando con algo que tiene vida propia, como una flor, sabes que, en cierta medida tiene una doble cara. Sin embargo, no puedes obligarlo a que muestre ese otro aspecto. En eso consiste la naturaleza. Hay algo realmente hermoso en todo eso. Cuando trabajo con las flores, solo puedo hacer lo que ellas me permiten que haga.
Mi trabajo es algo que se basa en los cálculos y en la estrategia, en la búsqueda del equilibrio. Es un complemento más en mi vida, de tal forma que, si solo me dedicara a las flores, mi vida se quedaría estancada. En vez de eso, lo que hago es usar mi cerebro de forma diferente.
Nombre: Mona Chalabi
Ocupación: Periodista
Síguela en: @monachalabi
La reina guerra utiliza su plataforma para dar visibilidad a los demás.
Usar nuestra plataforma, no para hablar de nosotros mismos, sino para dar voz a aquellos que no tienen la oportunidad de expresarse. En eso consiste el verdadero periodismo de datos. No se trata de escuchar única y exclusivamente lo que tiene que decir una sola persona, sino de oír lo que tienen que decir miles de ellas. El punto de partida son las cifras: da igual que se trate de las que contiene una hoja de cálculo o las que estén anotadas en la parte final de un trabajo de investigación académica. La cuestión es que incluya muchas voces en lugar de una sola. Esa es la esencia del periodismo de datos.
No trato de convencer a nadie de nada.
Es una pérdida de tiempo tratar de convencer a alguien de que no tenga sentimientos de odio. Solo trato de transmitir una necesidad, darle a la gente la seguridad necesaria para que se hagan visibles y así ayudar a que las cosas cambien. Un guerrero lo que hace es reunir sus tropas, no trata de persuadir a los demás a que luchen junto a él. A lo largo de mi carrera, ¿a cuánta gente he convencido con datos? A muy poca. ¿A cuánta he informado? Afortunadamente a mucha.
Fotos: Yulia Gorbachenko
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