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No es la primera vez que hablamos del armario cápsula; esa selección de prendas que necesitamos para salir al paso en cualquier situación y hacerlo a poder ser, con una dosis suficiente de estilo. Porque muchas veces el presupuesto y las ganas se nos van en esas compras efímeras que tras una noche de fiesta o un sólo uso fugaz, pasan al fondo del armario sin servirnos para mucho más.
Esta vez, no hablamos de una selección de prendas atemporales sino de, específicamente, esas cuyo carácter práctico las hace imprescindibles para afrontar el entretiempo y sus inclemencias; la lluvia, el frío, los cambios... Si tu armario está lleno de jerseys poliéster que no abrigan o zapatos que se estropean en cuanto cae una gota de lluvia, quizás necesites leer esto.
Una gabardina
La prenda creada en 1901 por Sir Thomas Burberry para equipar al ejercito inglés no sólo es un icono del vestuario por ser elegante, atemporal y todoterreno, es que en materia de utilidad no le gana nadie. Confeccionada en algodón impermeable ( el copyright del mismo aún se disputa con las marcas Mackintosh y Aquascutum), es resistente a la lluvia y las inclemencias del tiempo y su estructura inicial de hombreras, hebillas y bolsillos la hacían perfecta para colgar de ella todo tipo de artilugios. Nosotras no tenemos que ir a la guerra pero no está demás poder guardar nuestras cosas y llevar las manos libres, especialmente en esos días en los que cargamos con el ordenador, las bolsas de la compra y el carrito del niño. Pero si sólo fuera práctica probablemente no estaría en una selección de ELLE. Su aura de masculinidad y misterio siempre aportarán esa actitud enigmática de chica interesante.
¿El favorito? El clásico, de Burberry.
En versión 'low': el mismo, pero de segunda mano
Una rebeca de lana
Su nombre se debe a la película homónima de Alfred Hitchcook, en la que la protagonista usaba esta prenda casi todo el tiempo. El cárdigan de lana puede ser incluso más importante en época de entretiempo que un jersey, ya que nos acompañará en todos esos por si acaso ( por si llueve, por si luego refresca...). Además, en las últimas temporadas y gracias al estilo retro marcado por francesas como Jeanne Damas o Sabina Socol ha dejado de ser una prenda de abuela para convertirse en una pieza súper sexy.
¿El favorito? Eric Bompard (cashmere) Ralph Lauren (estilo ivy league), Lalo Cardigan (uno realmente especial).
En versión 'low': Uniqlo y alguno heredado de tu abuela.
Unas botas de tacón sensato
Nos encantan las bailarinas, los slippers y los mocasines pero cuando la lluvia aprieta, no es momento de pillar un resfriado. Y tampoco podemos entregarnos a la comodidad infinita de unas botas militares o unas welllies porque nuestra vida habitual requiere de cierta formalidad en momentos como la oficina o las comidas de trabajo. Tampoco podemos aguantar las (tan de moda) botas de estilo victoriano, con su tacón de aguja, así que opta por un par de piel y tacón sensato que aguanten tu ritmo y admitan cualquier plan.
¿Las favoritas? &Other Stories, Jonak.
En versión 'low': cualquiera de piel que te quede cómoda.
Un jersey de cuello vuelto
No es sólo un básico fácil de combinar con vaqueros o faldas cuando no se te ocurre otro outfit más original, sino que se ha convertido en una pieza clave para complementar looks a capas con, por ejemplo, vestidos folk, boiler suits o camisas masculinas. Eso sí, ahora siempre irá debajo.
¿El favorito? Uno negro y sencillo, de Theory
En versión 'low': de Arket.
Un shopping bag
Porque, puede que los microbolsos (esos de tamaño extramademente pequeño y llenos de ironía) estén de moda, pero la realidad es que nuestro día a día requiere de accesorios con mayor capacidad, que permitan llevar las miles de cosas que necesitamos cuando ni siquiera pasamos por casa. Si además inviertes en un modelo de calidad, durará, será más resistente y dará un toque más elegante a tu look (que lo de ir cargada no te haga parecer que vienes del gym o de hacer mil recados).
¿EL favorito? El modelo Isabelle, de Goyard.
En versión 'low': el modelo Born, de Lombali.
Una cazadora vaquera
La cazadora vaquera es la prenda casual por excelencia (junto a los vaqueros) y es capaz de quitarle seriedad y contrarrestrar cualquier look; ya hablemos de un vestido romántico, una falda de lentejuelas o un pantalón de vestir. También podrás llevarla de forma literal, en denim sobre denim y será un recurso perfecto para jugar al layering cuando las temperaturas bajen; junto a una chaqueta de cuadros, bajo la gabardina... ¿Te atreves? Las opciones de la chaqueta vaquera son infinitas.
¿La favorita? La clásica de Levis pero en una talla más grande a la que uses normalmente.
En versión 'low': una de segunda mano.
Unos mocasines
Son el perfecto zapato de transición entre sandalias y alpargatas y las botas y botines de invierno porque nos resguardan pero permiten enseñar aún algo de piel (con vaqueros cropped quedan ideales). Además, no tienes porque asociarlos con su estética clásica de siempre, puedes combinarlos con calcetines blancos y que resulten algo 'nerd', llevarlos con mom jeans al estilo vintage o con vestidos florales para contrarrestar con algo masculino.
¿Los favoritos? El modelo Horsebit, de Gucci.
En versión 'low': el modelo Génova, de Zapatos Castellanos.
Un gran pañuelo o pashmina
Porque es una manera facilísima de abrigarse con estilo cuando estamos en pleno entretiempo. A nuestras abuelas no las ganaba nadie en materia de pragmatismo y ellas (casi siempre) iban ataviadas con un gran pañuelo o foulard. Pues copiemos su truco y actualicémoslo. ¿Como? Colocada delante a modo de foulard y remetido por el cinturón como ya han hecho Olivia Palermo o Eugenia Silva. ¡Ideal!
¿El favorito? El de tartán, de Dior.
En versión 'low': encontrarás en cualquier tienda 'low', pero que sea de lana. Como éste de Uterqüe.
