Está siendo un camino largo pero, poco a poco, cada vez todos somos más conscientes de que todos nuestros actos y decisiones tienen un impacto en el medio ambiente. De hecho, esta consciencia colectiva hacia la sostenibilidad se ha visto incluso más acelerada por la pandemia del covid-19 que estamos sufriendo en la actualidad. Y es que es sobra decir que nos apasiona la moda pero somos conscientes de que en la actualidad es la segunda industria más contaminante en el planeta y creemos plenamente en que existe otra moda más amable con nuestro entorno y más preocupada por cada uno de los procesos que se emplean en la creación y uso de una prenda.
De esta manera, son muchas las firmas que han añadido nuevos tejidos reciclados para aportar su granito de arena y, dando un paso más, algunas son las primeras que han querido revisar sus pasos internos para acercarse más a una política de moda verde en el que los residuos sean cada vez menores y tener, de esta manera, un impacto menor en el medio ambiente. La última en cambiar sus maneras de hacer las cosas ha sido Mango que, gracias a su última propuesta, conseguirá eliminar 160 millones de bolsas de plástico en su cadena de suministro.
Mango ha sido valiente y ha querido apostar por un nuevo sistema de hacer las cosas mucho más consciente de los materiales que usa en sus procesos y, por ello, ha planteado cambiar de manera progresiva todas las bolsas de plástico que se utilizan para la distribución de los productos a lo largo de toda la cadena de suministro. En su lugar, la firma catalana añadirá bolsas de papel tisú, un material creado a partir de pulpa natural de bosques gestionados de manera sostenible, donde las prácticas que se siguen para talar los árboles están certificadas conforme a los requisitos de los estándares internacionales FSC® (Forest Stewardship Council®). De esta manera, contribuirán, además, a una economía circular, ya que los productos de papel se pueden reciclar una media de entre cuatro y seis veces.
