La historia de Helena Martínez, responsable de marketing, y Henry Upsall, chef, se cocinó en tres islas. El flechazo ocurrió en Porto Santo, la pedida de mano en Formentera y se dieron el “sí, quiero“ en Santorini. Spoiler: la ceremonia no tuvo nada que envidiar a la de la película 'Mamma Mia!'
Entre estos compañeros de trabajo saltó la chispa y lo apostaron todo por un futuro juntos. Su noviazgo dio para que Helena escribiera su primera novela, “Hera, limón y chocolate”, bajo el nombre de Helen Lisbonne, inspirada en su relación. El primer capítulo como matrimonio tenía que estar a la altura. Nada les hacía más ilusión que celebrar una “elopement wedding”.
Las bodas a la fuga ganan adeptos entre las parejas más jóvenes. Los ingredientes son simples: pocos invitados (o ninguno) y casarse lejos de casa, preferiblemente en otro país. Resumiendo, son unas vacaciones con amigos y pastel de boda.
Helena, aunque de Banyoles, siempre se sintió ligada a Grecia por su nombre. Henry, nacido en Londres y ciudadano del mundo, apoyó desde el primer minuto volar 2.600 kilómetros hasta la idílica isla griega.
La boda estaba pensada para celebrarse en Cavo Ventus, una lujosa villa construida respetando un antiguo molino de piedra, en medio del mar Egeo y con unas espectaculares vistas al volcán Caldera. María José Suárez, ex Miss España, se casó con Jordi Nieto en otra cercana villa del archipiélago.
Sin embargo, el 25 de octubre de 2021 el fuerte viento hizo que Julia & Evita, su equipo de wedding planners, se vieran obligadas a cambiar la ubicación. La boda tendría que ser en la playa. Después del shock inicial, una vez allí no había duda de que ese era EL LUGAR desde el principio.
La pasarela de madera de Eros Beach parecía estar pensada para que Helena caminara hasta Henry mientras sonaba ’In this shirt’, de The Irrepressibles. Una marcha nupcial que se escuchó con el eco de las olas del mar de fondo.
Al ser solo doce los invitados (que siguieron el dress code en tonos pastel a rajatabla), cada uno de ellos pudo tener un rol en el día D, desde ser quien oficia la ceremonia a dar la entrada a la novia como ‘flower girl’.
Los fotógrafos Teo y Anna, de Lighthouse Photography, no pueden estar más contentos del “dramatismo” que las fuertes rachas de viento imprimieron en las fotos de recién casados de la pareja viajera.
Todos juntos disfrutaron de un convite en la intimidad en Theros Wave Bar, decorado con pampas, neones y lucecitas a modo de luciérnagas de cristal. Como no podía ser de otra forma, cerraron la noche bailando y rompiendo platos al grito de ¡OPA!, una tradición griega con la que se desea felicidad eterna a los desposados.
El look con tutú de la novia
Helena no quería ser una novia convencional. Encontró un diseño que encajaba con su personalidad soñadora pero rebelde en Alicia Rueda Atelier. Una falda de tul al más puro estilo Carrie Bradshaw asimétrica que completó con un top de satén. Los botones celestes tipo joya de la espalda eran su “algo azul” de la suerte.
La escritora apostó por la tendencia alpargatas de cuña para poder usar sus zapatos de novia más allá de ese día. Personalizó un modelo de Just-Ene con cordón de seda e hilo dorado.
Puso luz a su rostro con los pendientes Tiger de PDPaola. En el cuello lució una gargantilla chocker de Bruna The Label y un collar con la inicial H. Un guiño a su marido Henry y al hashtag #HHWedding que la pequeña crew compartía.
El toque boho del look fue un espectacular sombrero de Olivia&Co en crema con una cinta azul bordada de flores que, ¡sorpresa!, es el modelo Greece de la casa. Destacó su mirada con pestañas infinitas y dejó suelta su melena con unas ondas surferas.
El novio de Mango
Henry se arregló en cinco minutos y fue corriendo a contar el Plan B a los invitados. Como novio estaba fantástico con un traje de lino de Mango. Lo personalizó con las iniciales HH bordadas en el bolsillo de la camisa.
Sus alpargatas con suela de yute son otro calzado básico que podrá reutilizar. Su look es la inspiración perfecta para novios bohemios.
