Existen pocas cosas tan placenteras como preparar e imaginar con todo tipo de detalles tus próximas vacaciones. Además de estudiar concienzudamente los lugares de interés que quieres visitar en tu destino, ya te visualizas relajándote por las calas más bonitas y menos frecuentadas y disfrutando de un mojito en las terrazas más cool, pero lo que tienes clarísimo es el look tan ideal que lucirás en cada una de las situaciones típicas que se presenten durante tu idílica estancia. Eso sí, aunque te entusiasme la idea de combinar las diferentes prendas de tu armario estival y tus últimas compras, no te pasa lo mismo cuando llega el momento de hacer la maleta. Te agota nada más pensar en ello. Ni qué decir la necesidad de confeccionar una lista con todos los básicos que debes llevar, porque si quieres pasar unos días tranquilos, libres de estrés, tienes que hacerlo. ¿Cuántos pares de sandalias deberías llevar? ¿Qué vestido incluir en la maleta y que valga para diferentes planes? ¡Hay tantas decisiones que tomar! Y lo cierto es que te suele costar elegir qué piezas se van contigo y cuáles se quedan, porque no quieres equivocarte y tener que lamentarlo luego. Además, si vuelas en avión y no vas a estar muchos días es más práctico no facturar y llevar un equipaje de mano en el que quepa todo perfectamente.

Bueno, lo primero, tómatelo con calma porque se trata de llevarte lo necesario (con alguna concesión) para disfrutar, relajarte en tus vacaciones y no estresarte inútilmente. Lo segundo, déjalo en nuestras manos. Sí, porque nos gusta ponerte las cosas fáciles y darte soluciones eficaces, y ante la tentación de meterlo absolutamente todo, te vamos a sorprender con la fórmula ideal para que tu maleta de verano concentre el punto justo entre funcionalidad y estética, sin olvidar una dosis de tendencia, que sabemos que te anima, especialmente si te 'obliga' a ir de compras. Hemos reunido unas cuantas recomendaciones, fruto de nuestra experiencia (a base de ensayo-error), que te cubrirán en la mayoría de las escapadas veraniegas y sus posibles contextos. Ve sacando tu cuaderno favorito para no dejarte nada...

Primero, piensa siempre en el destino

Claro, es básico. Pero no sólo en relación a la climatología de cada lugar de vacaciones, sino en base a imaginarte el estado de ánimo y la sensación que te transmite ese destino para comenzar a visualizar cómo quieres verte, qué estilo quieres interpretar. Por ejemplo, una estética ad-lib en las islas Baleares, un estilo chic en la costa Amalfitana, un look relajado y exótico en Bali o con rollo explorador si tu plan es en un entorno de montaña. Así tendrás un punto de partida claro para comenzar a empacar y los looks que quieres crear.

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Haz una lista

Las listas son muy útiles para tener una visión más global de todo y que no se te pase por alto nada. Te ayudamos a completar tu lista de prendas con otros básicos esenciales: la funda del pasaporte, una cartera porta-documentos, una etiqueta para tu maleta o equipaje de mano, auriculares para escuchar música, las gafas de sol, una toalla de playa, dos pañuelos para cubrirte del aire acondicionado, tu neceser de maquillaje, un clutch (por si tienes algún evento más arreglado), un bolso de mano (para llevar contigo durante el viaje) y un par de zapatillas deportivas (por si vas a hacer turismo o caminar mucho).

Qué tener en cuenta al comprar tu traje de baño

El bikini (o bañador de una pieza) es un imprescindible si vas a un lugar de playa, pero aunque no viajes a un destino de playa siempre puede haber una piscina en tu hotel. Piensa en los colores, estampados y cortes que más favorecen a tus formas, así como el 'mood' del sitio al que vas a viajar. No olvides los pareos, caftanes o túnicas con los que cubrirte tanto antes como después y procura configurar el look completo con tu traje de baño (pareo con bikini, caftán con bañador, vestido de verano con bikini).

Lo que necesitas para armar tu armario cápsula de vacaciones

Debes intentar escoger esas prendas que puedas utilizar en varios contextos, que te sirvan tanto para el día en la playa como para salir a cenar variando los accesorios: un vestido lencero, un bañador de corte impecable que puedas utilizar como body, unas sandalias planas de cuero o una falda midi estampada que se adapten a cualquier situación...

¡Ah! Es importante que lleves al menos una prenda de abrigo, sea cual sea tu destino de vacaciones. Puede refrescar por las noches o que te encuentres en sitios con el aire acondicionado a tope (sobre todo en el avión, durante el vuelo) y echar mucho de menos una cazadora, rebeca o sudadera ligera.

De manera general necesitarás: un vestido de verano que puedas usar del día a la noche (un vestido lencero, un vestido estampado o liso con un corte bonito, corto, largo o a media pierna), al menos un bikini (y/o bañador), algunos pareos (uno ó dos) o caftanes para llevar durante el día en la playa y que puedas aprovechar para ir a comer o tomar algo al beach club o una terraza. También son útiles un par de shorts vaqueros y bastantes camisas de lino sencillas para construir looks chic y extra cómodos.

Algunas piezas de joyería/bisutería con motivos marinos, conchas o perlas irregulares son divertidas para complementar cualquier estilismo de día o de noche, un par de sandalias planas y tiras para atar al tobillo (y muy en tendencia), un capazo para la playa (no muy grande para que puedas llevarlo en otras ocasiones), y por último, un sombrero de paja (mejor con ala ancha para protegerte bien de los rayos del sol).

Merece la pena invertir...

En prendas y piezas veraniegas que puedas encontrar en mercadillos y tiendas de artesanía local de tu destino. ¿Por ejemplo? Caftanes, pareos, vestidos ligeros que inevitablemente podrás aprovechar en tus próximas vacaciones y más allá, bikinis de triángulo, joyería hecha a mano, piezas beachwear de lujo que nunca pasan de moda...

Enrollar mejor que doblar

Antes de meter todas las prendas en la maleta o bolsa de viaje, coloca todas dobladas sobre la cama para tratar de armar mentalmente todas las combinaciones posibles. Si ves que alguna no encaja con nada, devuélvela a tu armario. Una vez tengas hecha la selección, en vez de doblarlas como acostumbras a hacer, enróllalas o dóblalas en vertical al estilo Marie Kondo para aprovechar mejor el espacio de la maleta. Mejor si son tejidos de fibras naturales que no se arruguen mucho.

Para escapadas cortas

Para viajes de cinco días o menos te recomendamos no facturar, así luego no pierdes el tiempo a la hora de recoger la maleta en la cinta de equipajes o mejor aún, no corres el riesgo de que se pierda. Tendrás que optimizar al máximo el espacio de un equipaje de mano con prendas que se adapten tanto al día como la noche, un solo par de sandalias, un bikini con un pareo, un capazo mini para la playa y un sombrero (mejor de estilo pescador, para doblarlo fácilmente.

Y si facturas tu equipaje...

Más vale tener en cuenta el consejo típico de las madres, previsoras en cualquier situación, de incluir en tu bolsa de mano algunos esenciales como una muda, tu neceser de aseo y belleza y un bikini (con un pareo o túnica), en caso de que tu maleta se pierda en la bodega o vuele a otro destino diferente por error.

Te hemos hecho gran parte del trabajo, ¿preparada para vencer la pereza?