- La historia detrás de la icónica chaqueta Bar de Dior
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El regreso lento pero constante del estilo conservador, abanderado por referentes de la GenZ como Sofia Richie, se materializa esta temporada en la silueta más famosa de la historia de la moda reciente: el New Look. Aquel corte popularizado por Dior en 1947 vuelve a gozar de un protagonismo inusitado en la pasarela, empieza a adquirir peso también en la alfombra roja y su presencia ha dejado de ser anecdótica en el Street Style. Por supuesto, lo vimos en Dior, en la colección de otoño-invierno 2023-2024, cuando Maria Grazia se inspiró en la cantante Edith Piaf, en Catherine Dior (hermana pequeña del modista) y la cantante y actriz Juliette Gréco para dar forma a una serie de propuestas que nos conectaban directamente con la pieza de archivo más famosa de la casa francesa. Versace, por su parte, hizo un guiño a la silueta con el traje de chaqueta negro con guantes a juego con el que Gigi Hadid abrió su show para esta temporada: americana con botones blancos, cintura entallada y una falda que, si bien no presentaba la forma de corola emblemática sí reflejaba el espíritu hiperfemenino del New Look. Bottega Veneta, Schiaparelli o Balmain, con un look que parece recién sacado de una revista de moda de los años cincuenta, también han secundado el regreso triunfal de este corte que enfatiza cintura y busto. Pero ¿qué significa el regreso del New Look en 2023?
Un "New Look" que influyó más allá de la moda
Empecemos por el principio. ¿En qué contexto surge el conocido como New Look? El 12 de febrero de 1947 un todavía desconocido Christian Dior presentaba su colección Corolle en su taller de la parisina Avenue Montaigne. En el desfile, desvelado a un reducido grupo de personas entre las que había clientas y prensa especializada, adquirió especial relevancia un conjunto formado por una chaqueta (bautizada como chaqueta Bar y confeccionada en shantung de color natural con ballenas para aportar volumen en las caderas) y una falda larga de crêpe de lana con silueta en forma de A, todo rematado con un sombrero ladeado de paja trenzada y unos guantes de cuero. La chaqueta y la falda, ajustadas en la zona de la cintura producían un efecto óptico de cintura de avispa, dando forma a una silueta de reloj de arena muy distinta a lo que se venía viendo en los años previos. Unos zapatos de tacón de aguja completaron el atuendo. Carmel Snow, directora de la revista Harper's Bazaar presente en el desfile, se refirió a los diseños como todo un "new look", sobrenombre que pasó a la historia de la moda. Tal y como recoge el Museo del Traje en su web, el New Look no estuvo exento de críticas. Para confeccionar las prendas de la colección se había empleado una gran cantidad de tejido, algo que enfadó a la opinión pública en un contexto de posguerra y racionamiento.
Sin embargo, con Coco Chanel desterrada de París (hasta 1954, la modista, acusada de colaboracionista, vivió en Suiza), monsieur Dior se convirtió en el nuevo favorito de la industria, llegando a convertirse en 1957 en el primer diseñador de moda en ocupar la portada de la prestigiosa revista Time. Con el New Look, la incipiente emancipación femenina que se intuía a través de la moda, gracias a las siluetas holgadas y el uso de pantalones, quedó sepultada con esta silueta marcada, sofisticada y esbelta inspirada en la delicadeza y belleza de la flor. De sobra es conocida la opinión de Chanel sobre los diseños de Dior, una enemistad que pronto llegará a la pequeña pantalla en The New Look, una serie protagonizada por Juliette Binoche. Aquel hito de moda que vio la luz en 1947 sigue muy presente en la actualidad. En 2019, la actriz Elle Fanning demostró una vez más su pasión por la moda ajena a las tendencias cuando acudió al Festival de Cannes vestida con un conjunto de Dior que rendía homenaje a la silueta ideada por el modista francés más de setenta años atrás.
Inspiración en la alfombra
Si bien el regreso de este contorno años 50 está relegado, de momento, al ámbito de las expertas en moda más avezadas, su popularidad creciente nos invita a seguirle la pista a lo largo de estos meses. Teniendo en cuenta que muchas veces la moda es un reflejo de los tiempos, la irrupción del estilo clásico como antítesis de las extravagantes y explosivas mezclas dosmileras, no pasa desapercibido en un contexto en el que las políticas ultraconservadoras están ganando peso en lugares de Estados Unidos y países de Europa gobernados por partidos que cuestionan los derechos LGTBIQ+, como Italia o Hungría. ¿Se podría establecer alguna conexión entre el auge de los movimientos ultraconservadores con esta forma de vestir formal, discreta e incluso recatada? Por el momento, los ejemplos vistos en la alfombra roja y el Street Style nos llevan a pensar que se trata, simplemente, de una tendencia más. Entre las caras conocidas que han dicho sí al New Look a lo largo de este año encontramos a la siempre estilosa Natalie Portman y a la también actriz Jennifer Lawrence, cuya maratón de looks para la promoción de su película "Sin malos rollos", nos dejó claro que está experimentando con un nuevo estilo depurado y sofisticado. La intérprete Anya Taylor Joy tampoco se ha resistido a la tendencia, eso sí, en su versión menos convencional: con un vestido nude de rejilla firmado por Dior.
Renovación en el Street Style
La silueta New look está viva porque está en continúa evolución, sujeta a los cambios definidos por las tendencias dominantes del momento. Junto con las apuestas que mantienen la estética original casi sin modificaciones, en el Street Style de Copenhague (la ciudad que arranca el ajetreado mes de septiembre con su fashion week) hemos visto actualizaciones que sitúan este corte hiperfemenino en un terreno más próximo al estilo urbano.
La silueta en forma de A de la falda, siempre de corte midi, refleja el aire clásico de esta mezcla, renovada gracias a las prendas superiores con las que se combinan. La mencionada chaqueta Bar -y sus equivalentes en forma de americana o chaqueta peplum- se sustituye por sudaderas oversize que se llevan por dentro de la falda (como ha optado la estilista danesa Emili Sindlev) o con chaquetas de cuero ajustadas a la altura de la cintura para potenciar esta parte del cuerpo (así lo ha llevado recientemente la prescriptora de estilo Nina Sandbech). En definitiva, basta con introducir modificaciones más o menos sutiles en la parte superior del look para dar una nueva vida a la silueta más revolucionaria de la historia de la moda del siglo XX.
