Desde luego lo que es seguro es que mucha gente no va a pensar que Harry Styles tiene mucho 'style' precisamente, porque su look es arriesgado. Pero la noche de ayer lo requería, de hecho no fue ni de lejos el más llamativo, pero desde luego él era uno de los anfitriones de la gala MET 2019 junto a Lady Gaga, Alessandro Michele, Serena Williams y Anna Wintour. Tenía muy complicado sobresalir entre ellos, y sin embargo lo hizo muy bien con su total look negro firmado por Gucci. Desde luego nada más verle, nos recordó a los mejores tiempos de Johnny Depp, con esa estética oscura, sus pendientes, sus prendas llamativas y su don para vestir y destacar sin llevar especiales estridencias. Harry Styles ha tomado el relevo y ayer con su elección, nos conquistó. De negro de pies a cabeza y haciendo que los focos fuesen a su persona, cuando lo sencillo era haberse vestido de rosa metalizado como Alessandro Michele o llevar una cabeza a su imagen y semejanza como Jared Leto. Harry consiguió elevar su estilo, destacar entre el resto sin artificios, y lejos por supuesto de los looks fuera de 'dresscode' de otros invitados como Liam Hemsworth que simplemente llevó un esmoquin negro, como tantas otras alfombras rojas.
La magia de Harry Styles radica en un pantalón de traje de tiro alto, efecto fajín, una camisa transparente, que dejaba ver todos sus tatuajes, con chorreras y mangas de estilo barroco. Una camisa de 'estilo pirata' como la bautizaron a su paso por el photocall. Y por si eso fuese poca fantasía, también llevaba botines negros con tacón y un pendiente de perlas y toda la mano llena de anillos.
