- Cindy Crawford ha desvelado que al comienzo de su carrera le pidieron que se quitase su icónico lunar sobre el labio
- Es una de sus señas de identidad y lo mantuvo en una época en la que solo la perfección más absoluta te llevaba al éxito en el mundo de la belleza
Si hay un lunar icónico en la historia es el de Marilyn Monroe. La actriz hizo de el uno de sus rasgos de identidad más destacados y deseados, pese a que en realidad era un "fake" pues lo llevaba pintado. Luego vienen los demás, y entre ellos otro que también ha marcado a generaciones ha sido el lunar sobre el labio de la supermodelo Cindy Crawford, una de las tops que reinaron en las pasarelas en los noventa. Ahora, gracias al confinamiento por la pandemia del coronavirus COVID-19 nos hemos enterado de que estuvimos a punto de no conocerlo.
Ha sido la propia CindyCrawford quién lo ha contado en una entrevista que le ha hecho su amiga y compañera de pasarelas Naomi Campbell para su espacio "Sin filtros" de su canal de YouTube. En un momento sobre sus inicios en la carrera de modelo comenzaron a hablar de su lunar, y entonces desveló: "Cuando fui a mi primera agencia de modelos en Chicago me dijeron que tenía que quitarme el lunar si quería encontrar trabajo. Era una agencia muy pequeñita, no recuerdo el nombre. Se lo conté a mi madre y ella me dijo que hiciera lo que quisiera, pero que me lo pensara porque no sabía si eso iba a dejarme cicatriz. Y sobre todo, porque esa era una marca que me hacía especial". Cindy, que reconocía que en sus primeros trabajos le eliminaron el lunar, tapándolo con maquillaje y con edición fotográfíca, finalmente optó por no tocarlo. Y hasta hoy.
Naomi Campbell también le preguntó a Cindy por cómo llevó de pequeña tener el lunar y si le molestó que en sus primeros trabajos eliminases esta seña de identidad tan suya, y la respuesta de la modelo no pudo se más sincera. Sí. Y lo explicó todo al detalle: "Al principio no me molestaba que lo hicieran. De niña odiaba tener ese lunar, mi hermana decía que era feísimo. Siempre había soñado con no tenerlo del mismo modo que las niñas con pelo rizado quieren tenerlo liso y las que lo tienen liso, lo quieren rizado".
Mantenerlo o habérselo quitado es una decisión sin importancia en principio, pues solo compete a la propia Cindy, que cuando vio que podía ser portada de las revista de moda más prestigiosas se dio cuenta de que no era un problema. Eso sí, si ella pretenderlo inspiró a muchas mujeres, no solo porque comenzaron a querer tener uno como ella, sino sobre todo porque ayudó eliminar los absurdos convencionalismos de la época que establecían la absoluta perfección.
Cindy Crawford, su última portada en ELLE (Italia, 2019)
