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Con la llegada de Instagram, el retoque abusivo de las fotografías, filtros y el uso de apps de edición está más que presente en nuestras vidas. Esto, que de primeras podía suponer una forma de diversión por parte de los usuarios en las plataformas, ha llegado a convertirse en una de las críticas más preocupantes de las nuevas redes sociales hasta tal punto de llegar -incluso- a tener una visión distorsionada de la realidad. Caras perfectas sin poros, labios perfectamente perfilados, cuerpos envidiables y en algunos casos hasta imposibles... Está claro que esta práctica está, cada vez más, en el punto de mira. Así, incluso la aplicación avisa a los usuarios de cuando una historia, por ejemplo, cuenta con algún filtro. Sin embargo, si la edición está realizada a través de una app externa, no hay manera de saber si esa foto cuenta con retoques o no.
Y aunque si bien es cierto que miles de 'celebrities' han decidido dar un paso hacia adelante y mostrar sus vidas reales sin ningún tipo de filtro o edición, muchas siguen retocándolas para conseguir un mayor número de me gustas y visualizaciones. Kim Kardashian, por ejemplo, ha sido la última famosa en estar dentro del foco polémico.
Todo ha surgido a raíz de una publicación en su perfil personal de Instagram. En ella, la empresaria y modelo aparecía junto a la piscina con ropa interior de su firma de moda Skims.
"¿Dónde está su ombligo?" "¿Soy la única que piensa que esta foto está editada?" "No sabía que tu ombligo estaba tan bajo..." "Olvidaste poner tu ombligo". Estos son algunos de los múltiples comentarios que los usuarios dejaban en el post de Kim alegando que la empresaria había abusado del Photoshopen esta ocasión al haber borrado su ombligo.
Sin embargo, y aunque la publicación también se llenó de comentarios halagando a la modelo y a su estilismo, no dudó en compartir a través de sus historias de Instagram su opinión al respecto.
Kim llegó a subir hasta tres stories en su perfil con capturas de medios que la acusaban de editar su última fotografía. Por ello, se vio en la necesidad de alzar la voz y compartir un boomerang (breve vídeo con secuencias repetidas) en la que se podía observar como la imagen no estaba retocada.
Una historia acompañada por la siguiente declaración: "¿Inseguridades con el ombligo? Bien... ¿Por qué no os dirigís a skims.com para conseguir unos pantalones de tiro alto que tapen vuestro ombligo como he hecho yo? De nada". Así de irónica y tajante respondía la 'celebritie' a sus seguidores y a los 'haters' que le acusaban de algo que, por fin hemos podido comprobar, no ha hecho.
Está claro que las ediciones y retoques abusivos están creando falsos estereotipos de los cuerpos, no obstante parece ser que este no es precisamente el caso.
