Pertenezco a esa generación que vio la primera edición de Operación triunfo pegada al televisor, que lloraba con Bustamante, que se emociona escuchando a Rosa (que volvió ayer a su kilómetro cero y que tampoco se salvó de la "quema") y que, sí, envió un sms para que ganara Bisbal.
Anoche, 16 años después de la primera edición (y a mis 39 años) me vi de nuevo pegada al televisor viendo el regreso de OT. Esta vez Twitter en mano, para mi alegría. Lo primero que pude constatar es que no, por mucho que lo intentemos, nunca, nunca, vamos a volver a tener aquél OT y aquellos concursantes. Esa alienación de astros solo se producen una vez y aquella ya la vivimos.
Así que borrón y cuenta nueva. 23 de octubre de 2017. Arranca OT con Noemí Galera haciendo de Nina, Roberto Leal haciendo de Carlos Lozano y una Mónica Naranjo enorme que calentaba motores con su actuación y que más tarde protagonizaría una de las polémicas de la noche.
Internet no tardó en calificar de homófobo su comentario de la valoración de la actuación del concursante de más edad Ricky (31 años) en el que explicaba: "Me tenía que haber latido el corazón a mí y al resto de chicas". Twitter no podía entender cómo una persona como ella, icono del colectivo LGTBI, había hecho esa afirmación obviando la posibilidad de poder emocionar también a los hombres.
Los concursantes 'millenial' ayudaban convertir #OTGala0 en #TT "gracias" a los más que obvios problemas de sonido y "gracias" también a más de un tono fuera de tono.
El nuevo Risto, (o falso Risto, como lo quieras ver) también ocupó buena parte del Timeline. Joe Pérez-Orive forma junto a Manuel Martos y Mónica Naranjo el nuevo jurado de OT 2017 y suyos fueron algunos de los comentarios más duros, algo que no pasó desapercibido a los usuarios, que no dudaron en tirar de archivo.
La gala continuaba y hastags como #sufrocomogeno o #Losjavis iban subiendo posiciones. Y es que fueron muchos los comentarios que coincidían en que lo mejor sin duda de Operación Triunfo eran los actores y directores Javier Calvo y Javier Ambrossi, que darán clases de interpretación a los concursantes.
Sin duda un punto muy positivo que jugará a favor de esta edición en la que se estrenaba el presentador Roberto Leal y que al finalizar la gala ya nos prometía que la siguiente será mejor. (#Esperemos)
Menos mal que siempre nos quedará Twitter…
Y cuidado con la nostalgia, que es traicionera
