Hay muy pocas mujeres que puedan decir que han sido portada de ELLE UK en siete ocasiones. O que han vendido 68 millones de discos en todo el mundo. O que han obtenido varios premios Brit, un Grammy y lleven 25 brillantes años en la industria del espectáculo. O que han robado el corazón de un hombre tan imponente como el modelo Andrés Velencoso. Sin embargo, Kylie sí puede decirlo. Todo el mundo la quiere. Quizás porque ella hace que cualquier hazaña parezca sencilla, convirtiendo un cuarto de siglo reinando en lo más alto en una simple coincidencia o algo producto de la buena suerte. Detrás: tesón, estrella y mucho trabajo. Algo que hace que hoy, tras conmemorar sus días de cantante con The Abbey Road Sessions (Virgin), un recopilatorio de éxitos donde suena como nunca, y Kylie Fashion (Thames & Hudson), un libro en el que repasa la moda a través de su andadura por los escenarios, Minogue tenga previsto un nuevo disco de estudio para celebrar el 2013. «No acabé en esto de forma accidental», nos dice. «Esto es lo que siempre he querido hacer».

El mundo de la música
«La verdad es que cuando empecé no tenía ni idea de lo que estaba pasando. De hecho, me sentía muy asustada. No tenía ningún mentor. Me limitaba a trabajar y viajar, trabajar y viajar. Tuve que aprender sobre la marcha lo que era estar sobre un escenario. Fue emocionante, sin embargo no echo de menos la ansiedad que me provocaba. Tenía éxitos aunque también recibía muchas críticas. Algunas despiadadas. Yo misma estaba de acuerdo con bastantes de ellas, pero no sabía cómo enfrentarme a lo que estaba pasando. Era muy joven y fue algo que me hizo mucho daño. Tanto, que pasé por una especie de crisis y lo único que quería era escapar y esconderme. Al final lo superé llevando adelante proyecto tras proyecto con la esperanza de mejorar cada vez más. Creo que eso es lo que se debe hacer también en la vida. Yo sigo avanzando día a día. Y una mañana te levantas, ves que han transcurrido 25 años y de pronto piensas: ¿no se suponía que esto era un éxito del momento?».

El paso del tiempo
«A veces me olvido de que voy a cumplir 45 años y pienso: no puedo tirar estos pantalones tan sexy. Luego, una mañana, me miro en el espejo y me veo como si tuviera 94 y no 44. Esta es la realidad antes de maquillarme. Además, los tops cortos se acabaron para siempre».

Superar un cáncer
«Puede parecer una locura pero soy completamente consciente de que afrontar el cáncer de mama me hizo más humana. La gente me vio de forma diferente. Me convertí en alguien tangible. Fue una época terrible que me cambió completamente. Hubo personas de todo tipo que me ayudaron de forma increíble. Y lo que vas aprendiendo, de alguna manera, se lo pasas a los demás. Las mujeres se acercaban por la calle y me contaban lo que estaban sufriendo. Yo me quedaba ahí y simplemente nos abrazábamos porque sabíamos por lo que estábamos pasando. Me sentía muy cerca de ellas y creo que ellas también de mí. En los malos momentos es fundamental mantener la sonrisa. Ante la duda, sonríe».

Los hombres
«He sido muy afortunada con los hombres que he conocido. Soy una monógama en serie. He salido con muchos chicos, algunos muy atractivos, otros no tanto, y no me arrepiento de nada. Creo que hay relaciones que debería haber acabado antes pero sólo se aprende gracias a la experiencia».

La cirugía
«Muchas veces me miro en el espejo y veo que la gravedad ha hecho mella. O, de repente, veo mi cara en un teléfono o en Skype y es como un efecto especial tipo Spielberg. Entonces grito: ¡¿quién es esa?! Aún no he acudido a la cirugía y no sé si lo haré, pero no estoy en contra. Hay gente como Jane Fonda, a quien admiro mucho, que no se arrepienten de sus operaciones de estética porque no tienen por qué hacerlo. Al final, todas nos maquillamos todos los días, nos teñimos, nos depilamos, hacemos cualquier cosa para estar lo mejor posible, así que creo que no tiene sentido ser hipócrita sobre algo que, si está bien hecho, puede llegar a ser beneficioso».

La maternidad
«Ni me lo planteo. Sigo ilusionada con tener una familia aunque, con mi edad, tengo que ser realista. Hay que pensárselo muy bien. Pero nunca puedes afirmar que vayas a hacerlo o no. Al final, no depende de ti».

El futuro
«Antes pensaba que no estaría en un escenario a los 40 años. Hace poco vi en concierto a Barbra Streisand, que ya tiene 70, y fue increíble. Hoy por hoy pienso que no puedes planificar tu vida porque no sabes qué es lo que vas a encontrarte a la vuelta de la esquina. Así que creo en hacer lo que te guía tu instinto justo en cada momento».