El 24 de octubre se celebra, tristemente, el Día Mundial Contra el Cambio Climático. Tristemente, porque tenemos que hablar de CAMBIO CLIMÁTICO. Ojalá no tuviéramos que hacerlo. Pero hay cosas buenas en todo esto. Como por ejemplo, las nuevas praxis de muchas marcas cosméticas para intentar que el mundo de la belleza sea un poquito más ético y responsable. También el mayor conocimiento de la población al respecto y una toma de decisiones mucho más considerada en este sentido. El medio ambiente, es un imperativo social y como habitantes de este asfixiado planeta, tenemos la obligación de cuidarlo. Defender su salud. Para entenderlo, aquí tienes algunos datos.

Sobre el uso del plástico

A pesar de que entre todos los efectos colaterales del COVID también está un incremento del uso de plásticos, muchas marcas se afanan en buscar soluciones más respetuosas. La tarea de la reducción del packaging y el plástico que se estaba poniendo en marcha, ha frenado en seco en favor del plastificado extremo como medida de protección contra el coronavirus, de la cual se ha demostrado su permanencia en superficies.

La normativa europea exige que en 2025, el 30% de los plásticos sean reciclados

Aunque hay firmas que se han adelantado a esto. Por ejemplo, Yves Rocher, que ya utiliza hasta un 70% de todos los envases que salen de sus fábricas de PET reciclado y reciclable.


uso de plásticos y contaminación de los mares
Artur Debat


No podemos olvidar la cosmética Zero Waste, aquella que no utiliza apenas envases para reducir la huella de carbono, como Kriim. O aquellas de gran consumo que han dado el salto a los envases con cero plástico en un fascinante proyecto ético, como Original Remedies, de Garnier, que ha eliminado por completo el plástico en algunos de sus productos como los champús sólidos, apostando por cajas de cartón FSC reciclables, con un impacto negativo mucho menor sobre el medio ambiente.

envases recargables
Mint Images

La pasta de dientes

Una asignatura pendiente, si nos detenemos en el dato que la pone en el disparadero: un tubo de pasta de dientes tarda aproximadamente hasta 400 años en degradarse. La razón: un tubo de pasta de dientes puede llegar a estar fabricado hasta con 11 capas de plásticos, polímeros y resinas, por lo que hace difícil su reciclaje. Y si tenemos en cuenta que al año se tiran millones de estos tubos, tenemos un problema.

Por suerte, ya hay emprendedores que buscan soluciones sostenibles como los contenedores de aluminio (recargables) y bolsas compostables, así como pasta de dientes en polvo, sin necesidad de que necesite sí o sí un tubo. En España, esto se materializó en la firma barcelonesa Mínima Organics, una empresa creada durante el confinamiento con el objetivo de proponer una alternativa responsable en la higiene dental, creada por cierto, por dos mujeres: Andrea Vazquez y Juliana Montaño.

Las fórmulas

¿De qué sirve aliviar al océano de la carga plástica si los ingredientes cosméticos de los productos que terminan en ellos, les contamina igual? Entre los objetivos de algunas firmas también está la eliminación de la carta de ingredientes de todos aquellos que aún contengan polímeros no biodegradables. Comenzaron siendo un puñado las pocas firmas que se atrevían a hacer grandes inversiones aquí y ahora, se cuentan por docenas las que apuestan por fórmulas sostenibles. Sephora, por ejemplo, apuesta por ellos en su nueva línea Colorful Skincare.

Las fuentes renovables

Sí, la forma en que las fábricas generan sus productos también está haciendo daño. Mucho daño. La huella de carbono, ¿te suena?

emisiones de co2
Yasuhide Fumoto

Para entenderlo, debes saber que muchas fábricas siguen funcionando a través de la energía eléctrica generada por la quema de combustibles fósiles que liberan CO2 (dióxido de carbono). Se trata de un peligroso gas efecto invernadero y uno de los responsables directos del calentamiento global.

Como solución, las energías renovables como la fotovoltaica, la eólica o la hidroeléctrica o geotérmica.

En ese camino están grupos como el gigante L’Oréal con su proyecto L’Oréal for the Future, un ambicioso proyecto de impacto social y medioambiental basado en el aprovisionamiento solidario, el apoyo a las comunidades locales, la reducción de las emisiones de CO2 y una renovación de los materiales, más sostenibles.

Este proyecto ha afectado de forma directa al sector de las fragancias de lujo, por ejemplo, que ahora ponen el foco en lanzar envases y sistemas que no requieran embudos, que permitan el recargo, que no desperdicien producto y que además, reduzcan el uso del cartón, el vidrio, el plástico y el metal, pudiéndose reciclar de forma separada de forma fácil.

perfume de giorgi armani
D.R.
My Way, de Giorgio Armani, forma parte de ese proyecto sostenible.

Son solo algunos datos que pueden ponerte en contexto: necesitamos hacer algo, algo urgente. Sí, ya se están plantando millones de árboles para compensar todo el daño que se está haciendo por la deforestación, se protegen muchas especies amenazadas por esta y se cultiva en reservas y refugios sostenibles, donde la biodiversidad es uno de los pilares.

Pero ahora tenemos la pelota en nuestro tejado. Elegir cambiar la rutina por alternativas ‘clean’, saber qué compras, qué usas y qué se vende y poder tomar decisiones coherentes depende de nosotros. Se lo debemos al planeta.