Nada Al-Ahdal es una mujer joven, decidida, que pisa fuerte y que conquista con su mirada a todo aquel que logra intercambiar unas palabras con ella. Quizás recuerdes el impactante vídeo por el que se hizo viral en 2013 (lo puedes ver más abajo), en el que explicaba -con solo 11 años- cómo había huido de un matrimonio infantil. Una década después, Nada Al-Ahdal causa admiración por la determinación con la que ha asumido su papel de activista contra el mismo crimen del que, gracias a su tío, logró huir.

Nada Al-Ahdal es la embajadora del programa filantrópico global DO GOOD de La Roca Village, una iniciativa conjunta con The Bicester Collection, que pretende 'mejorar la vida de los demás', como indica su lema. DO GOOD tiene como objetivo desbloquear el futuro de las mujeres y de los niños, para que mujeres y hombres tengan igualdad de oportunidades, porque todos los proyectos que impacten también en la mujer, repercute en toda su comunidad.

Al-Ahdal colabora con el programa DO GOOD para concienciar, porque 12 millones de menores de edad se casan cada año, lo que supone que, cada minuto, contraen matrimonio 28 niñas. La misión de La Roca Village DO GOOD es empoderar a las jóvenes, promover la educación y acabar con el matrimonio infantil, una terrible realidad de la que Nada Al-Ahdal nos habló en esta entrevista y en el pasado ELLE Women's Day.

Tu historia de matrimonio infantil se volvió viral en 2013. ¿Podrías contarnos qué sucedió y cómo lo recuerdas diez años después?

Cuando tenía 11 años, percibí el matrimonio como un crimen. Perdí a mi tía de 14 años y mi hermana, a los 13, se prendió fuego cuando mi familia la obligaba a casarse y estuvo a punto de fallecer. Cuando vi a estas víctimas de una edad próxima a la mía, me di cuenta de que me ofrecerían el mismo destino, así que cuando mi familia me anunció que me casaría en tres días, me quedé en shock y pensé: "Voy a ser la próxima víctima". Y hui a casa de mi tío con ayuda de uno de sus amigos. Luego grabé un vídeo explicando lo que había pasado pensando en que así tenía una prueba de lo sucedido; no esperaba que se hiciera viral pero gracias a ello los medios empezaron a hablar de matrimonio infantil. Y ellos presionaron para que su custodia se la quedara mi tío.

Yo fui la primera en decir no en voz alta a la tradición en la que crecí, pero ese es el resultado de la educación de las personas. Al principio, lo rechazarán o se sorprenderán, pero más adelante la gente comienza a profundizar. Desde las redes sociales comencé a educar a otras personas, entre ellas a mis padres, a los que les llevó tiempo entender por qué dije que no y por qué es peligroso para nosotras. Pero al final, se educaron y mi familia ahora son mis mayores seguidores y se niegan a casar a cualquiera de mis hermanas menores. Es fundamental poner fin al matrimonio infantil con educación.

Diez años después, la lucha se plantea de otra manera. Tenemos maneras de acceder a cada hogar. Cada persona tiene un teléfono y podemos acceder a ellos con vídeos o artículos que conciencien sobre el matrimonio infantil.

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¿Qué es más importante para erradicar el matrimonio infantil: la educación o la legislación?

Ambos son necesarios y deben estar presentes, pero si no hay ley, la educación puede ser la salvación. Si los padres saben lo peligroso que es vender a sus hijas bajo el falso concepto de matrimonio, las protegerán pase lo que pase. Al revés, tener una ley sin educación es inútil porque, ¿cómo implementarla sin inculcar a la gente sobre su importancia? Tienes que decir a los padres cuáles serán las consecuencias si incumples la ley.

Educación y legislación vienen juntos, pero la educación va primero. Por eso comparto mi historia, para tomarla de ejemplo de muchas historias que ocurren cada dos segundos para las niñas. Para hablar en profundidad del matrimonio infantil y saber las dimensiones exactas de este problema.

¿Cuáles son los objetivos principales de tu fundación, Fundación Nada, y cómo trata de alcanzarlos?

La idea de la Fundación Nada provino del ex primer ministro de Yemen. Le conocí en Arabia Saudí y le dije que debía incluir el final del matrimonio infantil en sus próximos programas electorales. Y me dijo: "¿Por qué no creas tu propia fundación y yo la financiaré personalmente? Y así es como se estableció en 2017 con el objetivo de concienciar y poner fin al matrimonio infantil.

Al empezar la guerra en Yemen, establecimos la sede de la fundación en el Reino Unido con la misma meta: desarrollar programas educativos para ayudar a las niñas a desarrollar habilidades que les hagan autónomas, aunque aún nos falta financiación.

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Jordi Bernadó
Nada Al-Ahdal, fotografiada en 2015 por Jordi Bernadó en Amman (Jordania).

Al hablar de matrimonio infantil siempre pensamos en países en desarrollo, pero también sucede en occidente. ¿Cómo afectará a las mujeres de todo el mundo cuando desaparezca el matrimonio infantil?

Cierto, no hay ningún país con un 0% de matrimonio infantil, incluso ocurre en aquellos que tienen una ley en contra, pero no todos los padres admiten que obligan a sus hijas a casarse siendo niñas. Todas estas jóvenes un día serán madres y, si quieres una gran generación, debes construir correctamente la base de la próxima generación, por lo que estas niñas deben ser educadas, es la clave de todo. Hay que apoyar a las comunidades y darles conocimiento de que hay una alternativa, lo que repercute en cualquier ligar. Y todo con estrategias de educación adecuadas al país, porque a unos les afecta el hambre, a otros la guerra, a otros las enfermedades... En mi familia, por ejemplo, no sabían que el matrimonio infantil es un crimen. Pensaban que casar a su hija a una edad tan joven la mantendría a salvo de cualquier cosa que viniera en el futuro. Y es una boca menos que alimentar.

"Si quieres una gran próxima generación, tienes que educarla correctamente"

¿Podrías explicar la diferencia entre matrimonio infantil, matrimonio temprano y matrimonio forzado?

El matrimonio infantil es forzado porque no importa lo que hagas, incluso si te sientas con tu hija y ella te dice que quiere casarse antes de los 18 años, sigue siéndolo. Una niña antes de los 18 es una pizarra en blanco, puedes dibujar en él cualquier cosa. Si le hablas cosas buenas del matrimonio y no le enseñas cuáles son las consecuencias del matrimonio infantil (que dejará la escuela, que tendrá un embarazo temprano, que a lo mejor se enfrenta a la muerte después del parto), obviamente va a pensar que es un paraíso. Tu papel como padre es educar a estas niñas para que se centren en la formación y el matrimonio vendrá más adelante. Después de los 18 años, cuando termine la escuela, podrá decidir qué quiere hacer, seguir con la universidad o ser madre.

El matrimonio temprano es muy diferente al matrimonio infantil. El matrimonio infantil es antes de los 18 años y el matrimonio temprano puede ser a los 18, 19, 20, 21... Algunas personas piensan que los 25 años también son un matrimonio temprano. Después de los 18 años, si una mujer termina su formación, tiene derecho a elegir lo que quiera, pero cuanto más se forme, más madura será y resultará más beneficioso para sus hijos. Las niñas deben concentrarse en tener una carrera por si acaso porque no todos los matrimonios están asegurados. Si no tienes habilidades para el futuro, solo hijos, podrías terminar sufriendo más.

nada al ahdal
Ana Ruiz
Nada Al-Ahdal en el ELLE Women Day 2024.

En esta lucha de 10 años, ¿qué es lo que te ha dado más esperanza?

Que mi voz ha sido escuchada y que cuando aparece un caso en los medios o en las redes, las personas debaten de cómo poner fin al matrimonio infantil y cómo apoyar a esta niña y salvarla de este abuso doméstico, algo bueno porque hace 10 años esta conversación no era suficiente. Las niñas no podían hablar porque no podían protegerse. Ahora, con los medios y las redes, incluso pueden escribir un mensaje sin que se escuche su voz o se vea su rostro y la gente sabrá cómo buscarla y cómo salvarla.

También me ilusiona todos los países que están cambiando su legislación. Por ejemplo, Reino Unido prohibió el matrimonio infantil antes de los 18 años, justo en febrero del año pasado. Y hace dos años, Arabia Saudita y Egipto también lo prohibieron. Estos países reconocen que el matrimonio infantil es un delito y que ella tiene que alcanzar al menos los 18 años. Aunque hay mucho progreso, necesitamos hablar sobre este crimen para aumentar más la conciencia y salvar a estas niñas.