La retención de líquidos es algo que todas (o casi todas, suertuda la que no) hemos experimentado en alguna ocasión, sobre todo por las fluctuaciones de nuestras hormonas -quién no ha sufrido la retención previa a la menstruación- o cuando las temperaturas se elevan. Tenemos la sensación de que con el transcurso del día las piernas, el abdomen, las manos u otras partes de nuestro cuerpo se hinchan por la acumulación de líquido, algo que nos incomoda y en ocasiones resulta de lo más molesto.

Qué es la retención de líquidos

Los problemas de circulación y edemas en las piernas son muy frecuentes en las mujeres, sobre todo en verano. Ten en cuenta que con el calor los vasos sanguíneos se dilatan, la sangre fluye más despacio y se acumula en los capilares. Esto hace que suba la presión de manera localizada y que los líquidos terminen 'vertiéndose' a los tejidos. Tú lo notas porque se te hincha el abdomen, los tobillos y las manos. Además, con las altas temperaturas el sistema linfático se vuelve más lento y hasta es posible que hagas menos ejercicio por pura pereza.

Cómo se produce la retención de líquidos y por qué

“La circulación se ralentiza y provoca que los líquidos que viajan por las vías circulatorias se extravasen al tejido que está alrededor de ese vaso provocando la acumulación de agua y otras sustancias en esa zona. Se produce un ‘encharcamiento’ de líquido que da lugar al edema”, explica Antonio Arjona, responsable de formación de LPG.

Existen muchas causas que pueden provocar la retención de líquidos: dietas con altas concentraciones de sal, calor ambiental, algunas enfermedades sistémicas (riñón, hígado, corazón), prendas muy ajustadas, hábitos de vida sedentarios, permanecer mucho tiempo en una misma posición, el embarazo, trastornos de tipo hormonal, algún traumatismo…

¿Qué consecuencias tiene la retención de líquidos?

Las consecuencias de la retención de líquidos son: un aumento del volumen y perímetro de los tejidos corporales (sobre todo en tobillos, pies, piernas), la pesadez, el cansancio y la aparición o empeoramiento de la celulitis.

Cómo eliminar líquidos

Lo cierto es que no hay una única llave maestra, sino diferentes hábitos que nos ayudarán a combatir y evitar la acumulación de líquidos, entre ellos:

  • Controlar el consumo de sal en nuestro menú diario, ya que la comida salada favorece la retención.
  • Beber agua, así como consumir infusiones depurativas.
  • Incluir en nuestra dieta alimentos con propiedades diuréticas y evitar aquellos que produzcan una mayor acumulación de líquidos.
  • Llevar una vida activa, evitando así el sedentarismo.
  • Prueba tratamientos efectivos contra la retención de líquidos: maderoterapia, presoterapia, drenaje linfático manual...

La dieta detox o depurativa para eliminar líquidos

Si buscas una dieta depurativa, estos tres tips de ayudarán a combatir la retención de líquidos y eliminar toxinas.

  1. Bebe agua: aunque parezca contradictorio, es necesario beber agua para perder agua. “Beber de 1,5 a 2 litros de agua al día facilita la bioquímica de nuestro organismo y evita la retención de líquidos y los edemas”, asegura la Dra. López.
  2. Caldo depurativo: Hazte este caldo depurativo y procura tomarlo tres veces al día. Ingredientes: 2 puerros, 2 zanahorias, 1 calabacín pequeño, 1 rama de apio, 2 nabos, ½ repollo verde, tomillo, laurel, estragón y media lechuga. Preparación: Llevar todo a ebullición en 2 litros de agua sin sal. Mantener a fuego lento durante 40 minutos. Retirar los vegetales y el caldo estará listo para conservarlo en la nevera.
  3. Las técnicas culinarias más recomendadas: son plancha, vapor o cocción a menos de 110ºC.

Qué comer para evitar la retención de líquidos

Entre las buenas prácticas en materia de alimentación para eliminar líquidos, encontramos:

  • Más fibra y antioxidantes: “Es recomendable aumentar el consumo de fibra (verduras, frutas, pan, pasta, arroz y cereales integrales), así como el de vitamina C (cítricos, fresas, frutas del bosque) y otros antioxidantes presentes en las hortalizas de temporada (pimiento, cebolla, zanahoria, lechuga, champiñones, espinacas), también el de frutos rojos, té verde, vino tinto y aceite de oliva virgen por ser ricos en polifenoles”, aconseja Amil López, nutricionista y doctora en farmacia.
  • Más potasio: “La recomendación de aumentar la ingesta de potasio (ciruelas, plátano, melocotón, albaricoque), es con el objetivo de mejorar el equilibrio hídrico y evitar la retención de líquidos”, según la nutricionista.

Alimentos diuréticos contra la retención de líquidos

  • La fresa es antiinflamatoria, depurativa y diurética, idónea para combatir el estreñimiento y la piel de naranja. También es rica en antioxidantes.
  • El kiwi tiene propiedades laxantes, además es rico en potasio por lo que favorece el balance hídrico.
  • La piña es rica en agua y fibra, ayuda a digerir las proteínas, elimina toxinas y líquidos, y es antiinflamatoria. De ahí que hasta tenga su propio régimen: la dieta de la piña.
  • El pomelo además de ser rico en potasio y antioxidantes, es muy depurativo.
  • El hinojo ayuda a expulsar los gases, evitar la hinchazón de abdomen, es diurético y ayuda a eliminar toxinas por la orina. “Contiene propiedades similares a los estrógenos que equilibran los niveles hormonales”, asegura la Dra. López.
  • El apio también es diurético y depurativo. Además es rico en polifenoles, taninos y flavonoides antioxidantes.
  • Y la zanahoria además de ser antioxidante es muy rica en agua y tiene propiedades diuréticas y la capacidad para contribuir a desintegrar los cálculos renales.
  • Infusiones depurativas y digestivas: Los expertos recomiendan practicar el teatoxing. “Tomar determinadas infusiones y tés tras la comida y la cena acelera el metabolismo y elimina toxinas del sistema digestivo, promueve el proceso de metabolización de la grasa, combate la retención de líquidos, ayuda a controlar el apetito y proporciona energía”, asegura Laia Puig, responsable de cosmética de LPG.

Procura que tus infusiones contengan:

  • Ortiga francesa: tiene una extraordinaria capacidad diurética y habilidad para eliminar toxinas a través de la orina sin pérdida de minerales
  • Hinojo de Egipto: estimula el tránsito intestinal y la eliminación de orina, y desintoxica el organismo de los alimentos industriales, los medicamentos y otros contaminantes.
  • Menta de Marruecos: estimula la digestión, lucha contra la hinchazón y contrarresta la sensación constante de hambre.
  • Jengibre de Sri Lanka: regula el tránsito intestinal y la hinchazón, es un quemador de grasas muy efectivo, aumenta la sensación de saciedad y suprime el apetito.
  • Cola de caballo: ayuda a disminuir la retención de líquidos, los cálculos renales y de vejiga y las infecciones urinarias. Eso sí “no abuses de ella para evitar un bajón de tensión.”
  • Menta poleo: te ayuda a hacer la digestión después de las comidas y reduce las molestias intestinales. Eso sí, estimula el apetito. Tenlo en cuenta.
  • Té rojo: también ayuda a hacer la digestión y evita la retención de líquidos. Además es un aliado para perder peso y reducir los niveles altos de colesterol.
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LPG

'Cura Exprés de 14 días' (29 €), de LPG. Con ortiga francesa, hinojo de Egipto, menta de Marruecos y jengibre de Sri Lanka. Es diurético, desintoxicante y estimula el transito intestinal.

Qué alimentos provocan la retención de líquidos

Al igual que hay alimentos que promueven la eliminación de líquidos, existen otros que nos hacen un flaco favor a la hora de eliminarlos y lo empeoran. Sería el caso de:

  • Azúcar blanco, el alcohol, zumos, arroz blanco, cereales (pan, pasta, cereales), grasas saturadas, como carne grasa, tocino, mantequilla, panceta, embutidos grasos, quesos ricos en grasas, yemas de huevo, además de, por supuesto, grasas trans (bollería, cereales de desayuno, galletas, chocolates, bombones)
  • Bebidas estimulantes: “Los refrescos de cola, el café, el mate y el té son potentes estimuladores de la insulina y del almacenamiento de grasa corporal, por lo que hay que reducir su consumo. Si los tomas, que sea en el desayuno junto con otros alimentos con fibra. El resto del día, procura que sean descafeinados”, aconseja la nutricionista.
  • Refrescos: también hay que evitarlos porque tienen un alto contenido en azúcar y calorías vacías. Sustitúyelos por otras bebidas sanas, hidratantes y sin azúcar como el agua infusionada, por ejemplo.
  • Sal, comida precocinada y procesada: porque es muy rica en sodio (sal) que, en exceso, retiene líquidos. La OMS establece un máximo de 5 g/día de ingesta de sal porque aumenta el riesgo cardiovascular y de hipertensión.
  • Comida rápida: por su alto contenido en sal, azúcar, gasas saturadas y trans. Y porque, además, es muy poco saciante.
  • Azúcar: la OMS establece un máximo de 50 g/día, “pero muchos alimentos tienen azúcar oculta. Por eso, se recomienda bajar la ingesta a 25 g/día”, recomienda la experta.