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Son un quebradero de cabeza para muchas. Ahora bien, son un buen chivado. Es decir, te están avisando que tu cabello está debilitado, frágil y quebradizo: “haciendo que éste se sienta seco, enredado, encrespado, sin brillo ni vitalidad”, asegura Asun Pont, educadora de Kératase. Surgen por varios motivos: en términos generales, “suelen aparecer por la exposición al calor excesivo de los secadores, las planchas y las tenacillas; la exposición al sol, el viento y el agua, tanto de la piscina como del mar; el uso frecuente de productos químicos, como tintes y permanentes; así como, usar champús agresivos para lavar el cabello. Además, la falta de cuidado, como no cortar el cabello o no usar regularmente un acondicionador (que contribuye a sellar las puntas), también favorece a la aparición de las puntas abiertas”, detalla Imanol Oliver, director del salón Oliver Peluqueros, en Cartagena (Murcia). Por su parte, Asun Pont, añade un motivo más: la sobrecalcificación del cabello. “El cabello dañado absorbe tres veces más cal que el cabello sano. A la larga, esto provoca deshidratación, dificultad para peinarse y numerosos enredos, cabello indomable por falta de flexibilidad, aumento de puntas abiertas y rotura de las zonas más frágiles y débiles, una apariencia general de falta de brillo y luminosidad, y aumento del encrespamiento con mucha vulnerabilidad a la humedad exterior.” Un truco: si después de ducharte sientes la piel y el cabello secos, probablemente el agua de tu zona es dura y tiene mucha cal. “Una manera fácil de averiguar si hay demasiada cal en el agua que usamos para lavarnos el cabello es echar un vistazo a los grifos, el fregadero, la ducha… Si vemos cercos blancos una vez estos se han secado, es que el contenido del agua es alta en cal”, advierte la educadora de Kérastase.
Cómo combatir las puntas de abiertas sin necesidad de cortar
La medida más directa y habitual suele ser cortarse el pelo, pero hay otras no tan drásticas que puedes adoptar:
- Descansa de las fuentes de calor
El calor puede perjudicar a la cutícula del cabello. “Además, elimina la humedad natural del cabello, dejándolo seco y quebradizo. En definitiva, al descansar de las fuentes de calor la salud de nuestro cabello mejorará, recuperándose y fortaleciéndose de forma natural”, aconseja el estilista Imanol Oliver.
CONSEJO: utiliza protectores térmicos. “Son productos sin aclarado. Se aplican principalmente sobre el cabello mojado, de medios a puntas, se funden con éste y evitan la deshumectación del pelo antes de usar secador, plancha… Mejoran las zonas débiles y evitan la aparición de puntas abiertas. También sellan el cabello, acortan el tiempo de secado y ayudan a dar forma con la herramienta de calor”, según Asun Pont.
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2. Evita los recogidos con gomas de pelo
Las gomas de pelo ejercen presión sobre el cabello, sobre todo cuando se atan con fuerza o se usan de forma constante, por lo que pueden debilitar el cabello, contribuir a su rotura y a la formación de puntas abiertas. “Otro de los motivos es la fricción constante con los elementos metálicos propios de las gomas de pelo, que puede hacer que el cabello se quiebre y sufra daños en la cutícula”, asegura Imanol Oliver.
CONSEJO: Por tanto, “lo recomendable es utilizar gomas que no contengan partes metálicas y no realizarnos coletas demasiado tirantes”, aconseja el estilista. Y si te vas a recoger el pelo: “que sea con gomas tipo esponja o clips que no presionan el cabello. Sobre todo hay que evitar que sean de metal”, añade la educadora de Kérastase.
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3. Utiliza un champú suave sin sulfatos
A estas alturas ya sabes que los sulfatos son agentes limpiadores comunes en muchos champús y que es cierto que son un agente fuerte y pueden llegar a eliminar los aceites esenciales del cabello: “Pueden contribuir a que el cabello se reseque y se vuelva quebradizo. También pueden ser irritantes para el cuero cabelludo y la piel, y eliminar los colorantes del cabello teñido más rápidamente”, advierte el estilista del salón Oliver Peluqueros.
CONSEJO: Por tanto, si tienes el cabello coloreado, evita los champús con sulfatos para evitar la pérdida de color. Además, los champús sin sulfatos, “son ideales porque limpian muy suave, tratan mucho el cabello y evitan que, tras el lavado, esas más zonas débiles y vulnerables de la melena, se puedan lesionar por la propia fricción del lavado y como resultado en seco se abran las puntas”, asegura Asun Pont. Eso sí, es muy importante no friccionar durante el lavado: “Se tiene que lavar igual que nos desmaquillamos, de dentro hacia a fuera. Es decir, friccionando el cuero cabelludo que es donde se nos ensucia el cabello por la sudoración y la grasa, y en dirección hacia el largo de la melena como si nos hiciéramos una coleta”, recomienda la experta.
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4. Aplícate siempre acondicionador y una vez a la semana mascarilla
La aplicación de acondicionadores y mascarillas es un gesto esencial que debe formar parte de toda rutina de cuidado capilar. “Ambos productos han sido diseñados para hidratar y suavizar el cabello, proporcionándole la humedad necesaria. Sus fórmulas que contienen ingredientes nutritivos que penetran en la cutícula del cabello para reparar los daños causados por el calor, lo que conlleva que el cabello se fortalezca desde dentro hacia fuera. Por lo tanto, hay que utilizar acondicionador y mascarilla, ¡siempre! Son los mejores protectores de los daños externos, como las herramientas de calor, los rayos UV y la contaminación”, asegura el estilista.
CONSEJO: “Hay que alternar ambos productos para mantener la melena ‘rellena’ y evitar las puntas abiertas. Además, ayudan a desenredar y evitar los tirones, nudos y debilidad del cabello propenso a generar puntas abiertas. Eso sí, cuando se trata de mascarilla: es importante eliminar el exceso de agua de la melena con una toalla antes de aplicarla, hacerlo fuera de la ducha, dejarla en el cabello un tiempo antes de retirarla y aplicarla cada 2 o 3 lavados. Si tenemos prisa, la mejor alternativa es el acondicionador: se aplica dentro de la ducha, actúa en 2 minutos que es el tiempo que tardamos en enjabonarnos el cuerpo”, recomienda la educadora de Kérastase.
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5. ¡Ojo al desenredado! Debe ser suave
La cutícula es la capa externa protectora que recubre cada hebra capilar. “El cabello se enreda porque exteriormente está seco y la superficie de éste se ‘engancha’ entre una hebra y otra”, advierte la experta de Kérastase. El desenredado debe ser siempre suave para evitar dañar la cutícula del cabello y prevenir la aparición de las puntas abiertas. “Si el cabello se desenreda de forma brusca, se corre el riesgo de dañar esta cutícula y es cuando el cabello se rompe”, advierte Imanol Oliver.
CONSEJO: “Para desenredar el cabello correctamente hay que separar el cabello por secciones y, con un peine de dientes anchos o cepillo suave, hay que comenzar por las puntas e ir subiendo conforme eliminamos los nudos”, detalla el estilista. Asun Pont recomienda el uso de un producto que actúe evitando que las hebras capilares se ‘enganchen’.
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6. Evita la exposición continua a productos químicos (tintes, decoloraciones y alisados)
“Hace años, los productos químicos podían agredir el cabello y resecarlo. Afortunadamente, la tecnología ha evolucionado y hoy en día, las coloraciones y decoloraciones que nos podemos encontrar son bastante tratantes, hidratan y aportan brillo a la melena, gracias a ingredientes hidratantes como el ácido hialurónico y antioxidantes, como la vitamina C”, aclara el director del salón Oliver Peluqueros. Dicho esto, es cierto que cuando cambiados de color, nos teñimos, decoloramos o alisamos el pelo, la estructura del cabello se altera y ésta más debilitada. “Se generan micro-lesiones en el interior de cada hebra de cabello y aparecen las puntas abiertas”, comenta Asun Pont.
CONSEJO: “Antes del día del balayage o alisado, hay que preparar y proteger el cabello con un ‘ritual reparador’, así cuando vayamos al salón, las zonas más largas y frágiles estarán más resistentes y evitaremos lesiones. El día de D, hay que aplicarse al finalizar un producto que repare intensamente para evitar que aparezcan puntas abiertas. Y después del servicio de peluquería, es muy importante el mantenimiento, bien casa si o bien volviendo al salón a realizarnos algún ‘ritual de reparación’, si tenemos el cabello largo y frágil”, aconseja la experta de Kérastase.
