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Para que un corrector de ojeras sea eficaz hay que acertar con su formato, ingredientes, tono y textura, además de con su aplicación. Y es que, una mala elección puede traducirse en el efecto contrario: cara de cansancio y antiestéticos pliegues. Aquí tienes cinco claves de experta para elegir bien tu corrector de ojeras.
1. Limpiar para preparar y obtener buenos resultados
La limpieza es la base de cualquier tratamiento para que éste sea eficaz. En el caso del contorno de los ojos, ésta tiene que ser suave. “Es importante desmaquillar con un desmaquillante de ojos esta zona todas las noches utilizando un producto específico. La forma adecuada es: empapar un algodón con el producto, dejarlo reposar sobre el párpado con una ligera presión durante 10 segundos, y después retirar el maquillaje, siempre con movimientos descendentes para no agredir las pestañas. A continuación, es imprescindible aplicar un producto específico para el contorno de los ojos (la piel aquí es cuatro veces más fina que la del resto del rostro, más delgada, menos resistente y con menos glándulas sebáceas)”, detalla Ana Puelles, directora de Estética Lostao.
2. Qué principios activos buscar en tu corrector de ojeras
Marta Arce, maquilladora y codirectora de imagen creativa de U/1ST, aconseja hidratar la zona con un contorno de ojos que contenga ingredientes, como la cafeína para mejorar la circulación o la vitamina C, para conseguir un efecto despigmentante. Por su parte, Ana Puelles aconseja “la vitamina E para contornos delicados y sensibles, porque es ideal para hidratar y calmar la piel seca, además de protegerla contra los radicales libres. Los péptidos porque fortalecen la piel. La vitamina K es uno de los ingredientes estrella para bolsas y ojeras, así como el Castaño de Indias, ya que ambos fortalecen los vasos capilares superficiales, y tienen propiedades descongestivas y estimulantes de la microcirculación sanguínea y linfática. Y para contornos con signos de edad, el ácido hialurónico consigue un efecto relleno y tiene una excelente compatibilidad con la zona de los ojos.”
3. Cómo elegir bien tu corrector antiojeras
La experta Marta Arce aconseja hacerse con un corrector cremoso o líquido, con alta pigmentación y de textura ligera: “Si tiene alta pigmentación, obtienes resultados inmediatos utilizando poco producto. Si su textura es ligera, no se marcan las líneas de expresión y su aplicación es más fácil. También es importante que se adapte a todo tipo de tonos, para corregir el color de las ojeras, y que se funda perfectamente con nuestro tipo de piel (el concealer asalmonado es el más versátil). Y hay que huir de los tonos demasiado claros, ya que nos dejan el antiestético efecto ‘ojos-panda’.” Su formato también es un aspecto a tener en cuenta: “El formato tubo suele ser el que mejor permite ajustar la cantidad a utilizar. Los que se presentan en barra son más densos y cremosos. Y los que son en crema tienen la mayor cobertura, al contrario de los que tienen el formato pincel. Y el más común es el que lleva aplicador de esponja”, detalla Ana Puelles. Y hay que saber acertar con la elección del tono: “Lo ideal, en general, es que el corrector sea uno o dos tonos más claro que nuestra piel. Si queremos que camufle ojeras debe tener un subtono cálido; y si estas son azules, moradas o marrones, lo ideal es declinarnos por un color anaranjado; si tenemos una ojera pigmentada y oscura, debemos utilizar un subtono amarillo; mientras que si sufrimos rojeces en esta zona, lo ideal es un subtono verdoso”, detalla la directora de Lostao.
4. Cómo y cuántas veces al día aplicar el corrector de ojeras
A la hora de aplicar el corrector ten en cuenta que: “No hay que extenderlo a lo loco, sino justo encima del color que queremos neutralizar, o de la mancha que queremos disimular. Y siempre poca cantidad para luego difuminar los bordes y lograr que se funda perfectamente con nuestro tono de piel”, aconseja la maquilladora Marta Arce.
5. Trucos de aplicación
Puedes aplicarlo con los dedos, con pincel o con esponja, dependiendo del tamaño del color de la ojera.
- En zonas pequeñas o de difícil acceso: como el triángulo que se forma en el lagrimal, la nariz y la ceja, “lo idóneo es utilizar un pincel y dar el acabado final con los dedos para que sea 100% natural. Aunque, si la zona coloreada es de fácil acceso, podemos aplicarlo con los dedos”, aconseja Marta Arce.
- Justo encima de la ojera: “Hay que depositar el corrector (con una brocha o con los dedos) justo encima del color de la ojera para neutralizar el tono”, según Arce.
- Poca cantidad y de textura ligera: “Si no conseguimos neutralizar el color de las ojeras con esa pequeña cantidad, entonces añadimos un poco más hasta hacerlas desaparecer.”
- Difuminar en los bordes: “Para terminar, hay que difuminar los bordes del corrector de ojeras que hemos aplicado, sin arrastrar el producto, dando toques con los dedos o con la brocha, para que se funda con nuestro tono de piel y lograr así unificar el color”, según la maquilladora.
Y, aunque lo normal es utilizarlo una vez al día, lo puedes usar para hacerte los retoques que necesites.
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