Está demostrado que nos sentimos con más fuerzas a medida que nuestra temperatura corporal sube y más somnolientos cuando desciende, por lo que un tomar baño podría parecer contradictorio, pero piensa en ello. Después de salir del baño tu temperatura se reduce drásticamente a medida que te vas secando, lo que a su vez hace que te entre sueño.
Pero, realmente, esto depende de cada cuerpo. Algunas personas tardan mucho en enfriarse y su temperatura se mantiene alta después del baño, lo que hace que sea más difícil que se duerman y, además, varios estudios han demostrado que elevar la temperatura corporal antes de acostarse reduce la calidad del sueño. Así que, si un baño caliente te funciona; tómalo, pero en realidad no te garantizará un buen sueño.
Vía: ELLE UK