¿Estás pensando en hacer la dieta cetogénica? Pues existe todo un decálogo de razones por la que no deberías ponerla en práctica, nos lo dan desde la plataforma Dieta Coherente. Estos 10 motivos frenan la decisión de comenzar a hacer el famoso régimen de adelgazamiento que, para quien a estas alturas no sepa de qué va, resumimos brevemente.

Qué es la dieta cetogénica

Se trata de una dieta muy baja en hidratos de carbono (menos de 20 g/día), moderada en proteínas (entre un 15 y un 25% de kcal diarias) y alta en grasas (entre un 65 y un 70% de kcal diarias), explican los expertos de Dieta Coherente. Ha subido como la espuma por ser efectiva para perder peso y volumen pero, ¿vale todo?

Continúan explicando que, en condiciones normales, los hidratos de carbono (es decir, las verduras, frutas, cereales integrales, legumbres… todos ellos alimentos con mucha fibra entre otras propiedades nutricionales) son nuestra principal fuente de energía. Así pues, cuando el consumo de hidrataos en la dieta es muy bajo, se puede producir también una hipoglucemia, haciendo que el cuerpo consuma el glucógeno acumulado.

El siguiente paso es cuando el glucógeno muscular y hepático se ha agotado. Aquí es cuando el metabolismo “quema” la masa muscular y finalmente, los depósitos de grasa, formándose cuerpos cetónicos que, aunque reducen el apetito, generan muchos efectos secundarios.

“La rápida pérdida de peso inicial que se produce en esta dieta se debe, principalmente, a la pérdida de líquidos por el consumo de glucógeno acumulado y no por una pérdida de masa grasa”, dicen desde Dieta Coherente. Y es que es importante saber diferenciar entre perder peso, perder líquidos y perder grasa. Explican que hasta el tercer día de consumir menos de 15 g de hidratos de carbono diarios, no se empiezan a “quemar” los depósitos de grasa para transformarlos en combustible debido a la hormona glucagón, producida en el páncreas.

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Efectos secundarios de la dieta cetogénica

Así que explicado esto, aquí tienes los 10 motivos por los que te recomiendan no comenzar esta práctica que son, en realidad, 10 efectos adversos de esta famosa dieta:

  1. El exceso de cuerpos cetogénicos y la pérdida rápida de agua y electrolitos puede provocar mal aliento, así como sudor y orina con olor muy fuerte, especialmente en las primeras semanas.
  2. La falta de glucosa en el cerebro provoca falta de concentración, mareo, dolor de cabeza y letargo.
  3. Reduce la masa muscular y la velocidad del metabolismo y esto impacta de forma negativa en el rendimiento deportivo.
  4. A medio y largo plazo, supone un riesgo por ser deficitaria en algunos tipos de micronutrientes y porque además, favorece el efecto rebote.
  5. Provoca pérdidas de memoria al privar al cerebro de su principal combustible.
  6. Puede provocar problemas intestinales y estreñimiento por la falta de fibra prebiótica que proviene de verduras, frutas y cereales integrales.
  7. Incrementa el riesgo de subida de colesterol y patologías cardiovasculares.
  8. Aumenta el riesgo de sufrir cálculos renales (porque los cuerpos cetogénicos se expulsan por la orina) y de padecer osteoporosis (por la menor fijación del calcio y el exceso de proteínas).
  9. Favorece la inflamación y envejecimiento prematuro por la acumulación de radicales libres.
  10. No es una dieta sostenible en el tiempo porque te darás cuenta de que no es compatible con la vida social.

¿Es peligrosa la dieta cetogénica?

Si no se realiza con cuidado, bajo ciertas pautas, este tipo de dietas puede poner en riesgo tu salud. Por ello es necesario disponer del control de un especialista en nutrición para que te proporcione las pautas adecuadas y así evitar cualquier tipo de riesgo.

Además de los inconvenientes propios que se suman a este tipo de dietas, algunos grupos de riesgo con mayor vulnerabilidad son:

  • Personas con insuficiencia renal.
  • Mujeres embarazadas o en período de lactancia.
  • Personas con problemas hepáticos o cardíacos, ya que en algunos casos ha propiciado el desarrollo de arritmias.

Además debemos tener en cuenta que la dieta cetogénica no es una dieta que podamos realizar toda la vida o que promueva hábitos de vida sanos. No constituye una alimentación equilibrada, sino que propone una alternativa ocasional y temporal para perder peso y grasa.

A estas alturas te preguntarás ¿Por qué razón es la dieta cetogénica tan contraindicada? A continuación te contamos más sobre este modelo de alimentación y los peligros que acarrea en la salud.

Cuando privamos al organismo de los hidratos de carbono, este emplea el glucógeno que tiene almacenado en el hígado como primer recurso. Una vez se consume, el organismo empieza a consumir los ácidos grasos, transformándolos en cuerpos cetónicos. Sin embargo, su liberación masiva puede ser peligroso para algunos órganos. La proporción de hidratos en una dieta cetogénica suele ser muy por debajo de la recomendación de 50 a 60 % de las calorías totales. Generalmente, provee alrededor del 10 % o menos de la energía en forma de hidratos.

Hay dietas cetogénicas en las cuáles se permite la ingesta de frutas y vegetales, pero en cantidades muy controladas, mientras que otras eliminan por completo toda fuente de hidratos, prohibiendo la ingesta de cereales, harinas, panificados y también, frutas, verduras y legumbres.

A nivel general, entidades como Canadian Family Physician advierten que modelos de alimentación como la dieta cetogénica puede causar efectos secundarios como estreñimiento, halitosis, calambres musculares, dolor de cabeza, diarrea, debilidad y erupción cutánea.

Veamos algunos de los efectos secundarios que destacan los especialistas de MejorconSalud:

  • Debido a que la mayoría de las dietas cetogénicas reducen al máximo el consumo de verduras y de frutas, el organismo recibe un menor aporte de vitaminas, minerales y fibra que tan abundantes son en esos alimentos. Esto se podría solucionar tomando un suplemento vitamínico si se realiza este tipo de dieta.
  • Al tomar tan poca fibra, otra de las consecuencias es que suele aparecer es el estreñimiento, por lo que es recomendable tomar algún tipo de infusión que tenga efectos laxantes, como podría ser la malva.
  • Entre otras cosas, también es frecuente sufrir de mal aliento o halitosis dada la elevada producción de cuerpos cetónicos. Además, algunos estudios sugieren que este tipo de dieta aumentaría la sensación de cansancio o fatiga debido a la escasez de hidratos en la dieta.
  • Como el cerebro debe emplear cuerpos cetónicos en reemplazo de glucosa, su combustible predilecto, el rendimiento cognitivo puede afectarse, como lo han demostrado científicos estadounidenses.
  • Asimismo, si bien muchos consideran que las dietas cetogénicas son más fáciles de seguir, los estudios muestran lo contrario, ya que la imposibilidad de consumir alimentos muy populares como cereales, pan, legumbres, frutas o vegetales, reduce notablemente la adherencia a la misma.
  • En casos extremos, puede producir cetoacidosis si los cuerpos cetónicos se incrementan de manera masiva en la sangre, que puede producir daño en algunos órganos o incluso el coma.
    Por ello, para someterse a este tipo de dietas es imprescindible tener un buen estado de salud previo y realizar consultas periódicas con un profesional de la salud, ya que si se tiene insuficiencia renal o hepática podemos tener serios problemas al realizarla.