- Los mejores restaurantes de Jávea donde comer muy bien
- Este es el vino rosado más cool del verano
- Diario foodie de viaje: Tulum
El verano está a la vuelta de la esquina y con él, crecen las ganas de planes al aire libre y de hacerlos por supuesto, junto al mar. Por eso ponemos rumbo a una ciudad que es una de las reinas del verano, Dénia, la capital de la Marina Alta.
Situada en la otra vertiente del Montgó, atesora kilómetros de arena blanca en playas como Les Marines o Les Deveses y costas acantiladas en Les Rotes. Y planes para todos los gustos, desde conocer su pasado histórico que arranca en el castillo que sobre lo alto domina el paisaje, a perderse por sus barrios marineros.
Y si recorrerla se nos antoja como uno de los planazos ineludibles del verano, comérnosla nos apetece mucho más. Porque dentro de ese conglomerado de mar, arena, pasado y presente, Dénia también es gastronomía, tan importante, que en 2015 fue el que fue elegida Ciudad Creativa de la Gastronomía por la UNESCO.
La población es el hogar de numerosos restaurantes para pasar una temporada de lo más gastronómica. Y en ellos se sirven paellas, arroces marineros, tapeo en clave mediterránea y uno de los tesoros de esta zona, la gamba roja de Dénia. ¿Nos acompañas?
Quique Dacosta
El tesoro mejor guardado de las costas denieras es el único tres estrellas Michelin de la zona, el restaurante gastronómico de Quique Dacosta. Temporada tras temporada, el chef conquista a sus comensales con una propuesta que habla de la zona, pero también de sus viajes y vivencias.
Esta temporada su menú se llama 'Por amor al arte', que tal como define Dacosta, es "una experiencia que busca la emoción desde la belleza más esencial, abrazando nuestro territorio y apoyándonos en los pilares fundamentales que nos han traído hasta aquí: armonía, sabor, vanguardia y fantasía". Promete y mucho.
Carrer Rascassa, 1. Dénia
El Baret de Miquel
Y de un cocinero con tres estrellas, a otro que renunció a la suya en la Seu de Moraira y decidió montar un barecito en el pueblo, que pronto se convirtió en uno de los mejores de toda Dénia. Ese es el lugar de Miquel Ruiz y su baret, una propuesta aparentemente sencilla, pero que esconde cocina con muchos mimbres. Tanto es así que conseguir una reserva para probar sus exquisiteces se convierte en una ardua tarea.
El suyo es un concepto de tapas creativas, mirando siempre al producto de la zona y sin más pretensiones que hacer disfrutar a sus comensales. La carta va cambiando, pero hay algunos platos que, con los años, se han posicionado como clásicos inamovibles. Esos son el figatell de sepia, los pastelitos de boniato y foie, el sashimi de caballa con almendra o la tarta de manzana.
Carrer Historiador Palau, 1
Pont Sec
Si hay algo que identifica rápidamente a Dénia, esas son las cocas. Y en eso Pep Romany es el rey, porque con Pont Sec, ha dado con la perfecta ecuación de comer rico y hacerlo con platos tradicionales. Para preparar cada coca, se necesitan unos tres días de elaboración. Partiendo de una masa madre, van dando forma a cada una, estirándola y horneándolas al momento en un horno de leña.
Y con esta masa tan lograda, preparan multitud de recetas, entre las que están clásicas, como la de tomacat, guisantes o gamba amb bleda, un guiso tradicional de la zona. También las tienen más creativas como la coca de sobrasada mallorquina y miel, la de tocino ibérico o las incorporaciones de este año, las coca pizzas margarita y de jamón york y queso.
No es lo único que preparan, porque también tienen platos típicos de La Marina como los salazones, el pulpo seco, los capellanets o pelota de puchero, además de una muy apetecible carta de arroces de los que pedir paellas, caldosos e incluso arroz al horno.
Camí Vell de Gandía a Dénia, Km. 1
El Faralló
Junto al mar y las playas rocosas de Les Rotes, está el considerado por muchos como el templo de la gamba roja. Este restaurante estandarte de la cocina deniera, es el patio de recreo que Javier Alguacil, Julia Lozano y el hijo de ambos, Sergio Alguacil.
Han hecho de su cocina una apuesta por el kilómetro, nutriéndose de lo mejor que ofrece la lonja cercana. Proponen abrir boca con salazones caseros, pulpo seco -muy característico en la zona-, esgarraet o sepionets. Para seguir, su majestad la gamba roja de Dénia, que recomiendan pedir cocida para apreciar más su sabor.
También la utilizan para hacer unas soberbias croquetas, una ensaladilla rusa que coronan con gamba y arroces, como el hit de la casa, el de gamba con sepia y rape, al que añaden el hígado de rape para hacerlo todavía más cremoso.
Fènix, 10
El Pegolí
A tan solo unos pasos del anterior, está otro de esos lugares que ya es historia viva de Dénia, el Pegolí. Llamado así porque su fundador, Pepe Piera, era original de Pego. Lo que comenzó con un chiringuito sobre el mar que más tarde evolucionó a un lugar con un menú cerrado, es hoy, en manos de la segunda generación, un templo del buen comer.
La estrella también es la gamba de Dénia, pero no es la única. Se codea con mariscos como unas espectaculares cigalas de tronco, salazones como la hueva de atún casera y platos típicos, entre los que no faltan arroces que saben incluso mejor en su terraza, con el mar como compañero de mesa.
Fènix, 13
Peix i Brases
Sin tradición no hay vanguardia. El producto es lo primero. Esos son los lemas de Peix i Brases, un restaurante muy cercano al puerto, desde el que se divisa el ir y venir de los barcos. Capitaneado por Tomás Arribas y el chef Jose Manuel López, lo que han conseguido aquí es digno de ser alabado, hasta ser reconocidos con su primera estrella Michelin.
Aquí trabajan con el mar por bandera, con todo eso que surten las lonjas y uno de los puertos más especiales del Mediterráneo. La conjugan con la despensa procedente de las huertas valencianas. Con todo ello preparan maravillas como las espardenyes a la brasa con alcachofa asada, fenol mar y caviar, una ensaladilla de quisquilla de lonja con angula ahumada casera, arroces como un meloso de bogavante, guisos contemporáneos y pescados enteros a la brasa.
Plaza de Benidorm, 16
Casa Federico
¿Siguiente parada? Un emblema con más de 40 años a sus espaldas. Casa Federico fue pionero. Arrancó como un chiringuito junto al mar y poco a poco, siguió hasta adquirir la dimensión que tiene ahora. Si ya el sitio es coqueto al extremo, rodeado de buganvillas, vegetación y con un gran salón presidido por vigas de madera vistas, lo que sucede en su mesa no se queda atrás.
¿El secreto de su éxito? Recetas familiares y tradicionales y producto de cercanía y temporada, mucho del que viene de su propia huerta. En su carta proponen arrancar con la clásica picaeta valenciana con platos como sepionet a la plancha, clóchinas o tellinas, para seguir con la estrella de la casa, los arroces. Tienen más de una veintena de recetas diferentes, desde la clásica paella valenciana o fideuá, a otros arroces diferentes como el de coliflor y bacalao.
Ausias March, 22.
Escondida by Bruno Ruiz
Fue una de las grandes novedades del año pasado y es que el segundo proyecto de Bruno Ruiz, al mando de Aticook, nacía como un espacio relajado con alma de chiringuito en plena playa de Les Bovetes.
El tipo de cocina de Escondida es el 'mar fusión Dénia', tal y como lo ha llamado el cocinero, lo que quiere decir que su propuesta gastronómica entremezcla sabores típicos de la Comunidad Valenciana con fusiones viajeras, como se ve muchos de sus platos. Un gofre de patatas bravas, lubina en adobo, unos mejillones con curry thai o el tartar de sepia y panceta con crema de cítricos y crujientes, son solo algunos de ellos. Los mediodías preparan también arroces a la llanda.
Carrer Rossarda, 6
Nómada
Y entre tanto arroz y sepionet, también hay veces que apetece otro tipo de cocina, ¿verdad? Y resulta que Dénia tiene un italiano fantástico, el único en toda la Marina Alta que practica la alta cocina del país con forma de bota. Tras el proyecto están el chef lombardo Massimo Arienti y Giovanni Mastromarino a cargo de la sala, ambos curtidos en diferentes espacios dentro y fuera de España.
¿La propuesta? "Una experiencia culinaria innovadora que se basa en el patrimonio gastronómico de Italia, a partir de la magnífica despensa que provee la comarca alicantina de la Marina Alta", tal y como explican. Y esto lo consiguen con platos tradicionales como el risotto alla milanese con ossobuco y otros como unos linguine a banda, pasta que cuecen en el caldo del arroz a banda.
Y también, con otra de sus apuestas fuertes, las pizzas gourmet, con recetas como la Arancia con base de calabaza, chalotas confitadas, queso taleggio, panceta y gotas de trufa negra o la original Nera con base de tinta de calamar, gamba roja pochada, mejillones, calamares, almejas, alioli y un bisque de marisco.
Marina El Portet de Dénia, Moll de la Pansa, 11
Els Magazinos
El último no es un restaurante, sino varios. Y es que ya son cuatro los años que lleva el mercado gastronómico de Dénia conquistando a todos que pasan por allí. A apenas unos pasos del mar, dieron con este multi espacio que aglutina diferentes puestos y restaurantes que trabajan todos con un propósito, ofrecer cocina tradicional y producto de cercanía. Comer rico y divulgar. Esto último lo consiguen además celebrando distintos eventos, como la feria del tomate o la de los salazones.
Podrás disfrutar de ostras, caviar y conservas premium en Ostrarium, de la clásica picaeta valenciana en La Lola, de croquetas y hasta paellas y cocina de La Marina Alta en su restaurante, Les Cuinetes. Además de comer en alguno de sus espacios viajeros, como Kamin Thai Food o Allora, especializado en empanadas argentinas.
Carrer Pont, 19
