El turrón ya no únicamente “vuelve a casa por Navidad” desde hace tiempo, pues los maestros artesanos de este postre han encontrado en los turrones creativos y de autor la fórmula perfecta para desestacionalizar su consumo. Desde Albert Adrià, que junto a Torrons Vicens crea nuevas variedades año tras año (qué mejor prueba de ello que el hecho de que en julio anunciaran en su redes “los hits del verano en versión turrón” al presentar el de mojito y el de Gin Tonic, mientras que Virginias recomendó a sus seguidores plantarle cara a la ola de calor con su turrón trufado de chocolate blanco al limoncello), hasta Dabiz Muñoz, que tras lanzar el pasado año incluso turrones con sabor de tarta de queso (la de Pedroche, por supuesto), este año cuenta con el de desayuno con cereales, el postre de crema batida de fresas y nata, el de gofre de salted caramel, el turrón de flan de huevo y barquillo y el de palomitas de maíz, los chefs más afamados han hecho de este postre un lienzo en blanco en el que dar rienda suelta a su imaginación.
Esta temporada una de las novedades de Torrons Vicens, el turrón de Donuts, un postre elaborado con un praliné de almendra tierno y cremoso fundido con rosquilla Donut, se ha convertido sin duda en el postre viral y en el que media España se muere por probar. “En Torrons Vicens hemos dado un paso más en el mundo del turrón siempre que sea un producto de calidad.
Los turrones tradicionales como el blando, el duro o el de yema, gustan mucho y nunca faltan en una mesa de Navidad. Pero nuestro objetivo ha sido ir un paso más allá, desestacionalizar el turrón. De esta manera, ofrecemos turrones adecuados para cualquier momento del año, para a todos los gustos. Un postre ideal para cualquier época del año”, explica el equipo de Torrons Vicens.
“Bimbo nos contactó porque tenía interés en hacer un turrón con nosotros. Internamente, con los maestros pasteleros, desarrollamos un turrón Donuts, que para nosotros respondía a este producto en cuanto a sabor y forma. Una vez presentada la propuesta a Donuts, les gustó mucho. Esta es la forma habitual en que trabajamos este tipo de lanzamientos. El turrón Donuts se pretendía lanzar en 2021, pero no lo pudimos lanzar. Hemos tardado más de dos años en desarrollarlo”, aseguran.
Incluso Mercadona se ha subido al carro (¿o tendríamos que decir trineo?) de los turrones con sabores insólitos con su versión con kikos, que ya despierta pasiones (y odios) en TikTok. “Los turrones clásicos son el origen de nuestro trabajo, y no pueden faltar en ninguna mesa. Nunca se puede renunciar al origen ya que es a partir de ahí donde nacen todas las nuevas propuestas que ofrecemos cada año. Pero en la gastronomía, como en cualquier negocio, la innovación es crucial para sorprender al cliente, y satisfacer los paladares más exigentes con nuevas propuestas”, explica Zoe Valero, de Torrons Felix, que confía en arriesgar y en innovar partiendo, eso sí, de la experiencia turronera de Felix, su padre.
Por su parte Virginias lanza esta temporada como novedad especial el turrón de panettone, inspirado en el tradicional postre italiano que sorprende por su forma circular, sus tres diferentes chocolates y una capa de bizcocho sin gluten. No es de extrañar que el negocio del turrón siga ampliándose, pues Produlce vuelve a situar en su informe 2021 a los turrones como los reyes de las Navidades al suponer ya el 80% de la facturación en valor y suponiendo casi el 83% de las ventas en términos de volumen.
¿Hay algún ingrediente prohibido en el turrón o acepta todo tipo de elementos? “La gastronomía en sí ha vivido los últimos años una revolución importante, lo que eran propuestas tradicionales de la antigua cocina de cada rincón del mundo ha ido evolucionando hasta crear platos sofisticados de vanguardia, para satisfacer la demanda de un público cada vez mayor, dispuesto a dejarse sorprender con nuevas creaciones y combinaciones de sabores.
El mundo del chocolate, del turrón y de la repostería también lo han hecho al mismo ritmo. Lo que significa que el turrón en sí acepta infinidad de ingredientes y sabores, y es nuestra pasión tratar de maridar, combinar y compensarlos para ofrecerlos en forma de turrón a los clientes más exigentes”, explica Zoe, que asegura que la empresa, apasionada por el mundo de posibilidades que ofrece la gastronomía, pone en marcha infinidad de maridajes con distintos licores, cítricos, frutas tropicales o frutos secos poco frecuentes que consiguen que el turrón tenga un sabor distintivo.
“El turrón más osado sin duda fue el primero. En un momento en que nadie apostaba por innovar, sino que los productores se ceñían a los clásicos navideños, nosotros empezamos a especializarnos en la línea de Turrones de Autor, relacionados cada uno de ellos con el arte con unos sabor y presentación sorprendentes. Nuestra primera propuesta fue el capricho de Agramunt. Un turrón para amantes del chocolate, consiguiendo un perfecto equilibrio que magnetiza cada nota de cacao, con el punto tostado de las almendras, la intensidad del chocolate negro, la delicadeza del chocolate blanco y la finura extrema del chocolate con leche. Un universo de posibilidades que despierta emociones con cada mordisco. A día de hoy es el turrón emblema de la casa, el más vendido y que gracias a ese paso, nos ha dado a conocer con nuestro sello distintivo”, asegura Zoe Valero, de Torrons Felix.
Recalca que todos los productos los hacen siguiendo métodos tradicionales, como los antiguos turroneros, en un pequeño obrador y seleccionando exhaustivamente los chocolates y los frutos secos con los que trabajan. Esta filosofía coincide con la de Torrons Vicens, que aunque mantiene las mismas fórmulas y procesos originales, ha hecho de la innovación uno de los objetivos de la empresa, que suma por ello referencias tradicionales e innovadoras al mismo tiempo. Por ello a día de hoy tienen una gama con más de 500 sabores como el turrón de pistacho, baklava, baileys, patatas Lay’s, Donuts, cerveza, vermut, mojito, trufa blanca… Gracias a la cantidad de tiendas que tiene a lo largo de España, ha logrado desestacionalizar el turrón, que ya no es solo un postre navideño, sino incluso un souvenir de España que los turistas adoran.
“Tenemos muchos sabores atrevidos en nuestra gama, y cada uno tiene sabor nuevo y diferente. Cada uno de los turrones de la gama gastronómica ha sido un reto para Torrons Vicens. El soufflé es uno de los turrones más innovadores que tenemos. En este caso no tanto por el sabor diferenciador, sino por la técnica utilizada y por la textura conseguida. También el turrón aire, que se deshace solo en la boca gracias a su textura ligera con aire, una tecnología muy compleja. A nivel de sabores cualquiera de la gama gastronómica, pues está compuesta de sabores muy novedosos en el mundo del turrón”, explica el equipo.
