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La tienda Formaje como escenario, Clara Diez y Pascual Drake como protagonistas y una historia agridulce como relato. En este capítulo de 'El dúo dinámico', preguntamos a esta amante del queso artesanal y este defensor del 'antipostureo' del vino por su elección ideal para celebrar un divorcio. Una situación como esta puede resultar motivo de celebración para muchos y para otros un momento que hay que superar. En su caso, ambos coinciden y creen que sería una circunstancia de meditación y reflexión en la que, por supuesto, no dejarían de disfrutar con un buen vino y un gran queso.
En el caso de Pascual Drake, fundador de la 'start-up' Descorchify, optaría por darle una nota rosada al asunto, que ya es trágico de por sí. Él meditaría sobre un divorcio o una ruptura con una botella de 'Juan Gil Rosado 2021', de Viñas Familia Gil. Se trata de un vino rosado diferente, elaborado en la zona de Jumilla con dos uvas que no son las típicas en este tipo de vinos (Syrah y Petit Verdot). Al ser un vino que debe reposar, es ideal para maridar con una situación como esta en la que hay que superar y meditar un poco.
Clara Diez, una firme defensora de la artesanía y los procesos manuales, apuesta por un queso azul de origen gallego muy singular. Un momento de reposo como puede ser atravesar por un divorcio, también puede disfrutarse si sabes cómo. Un queso como Savel, elaborado en la Rivera Sacra a partir de la leche de vacas Jersey, es idóneo para una situación de reflexión y meditativa. Al ser un queso elaborado con una leche muy grasa, tiene una textura muy cremosa y de sabor muy contundente. Ese carácter hace que esté pensado para comer de poco en poco. Para reposarlo.
Teniendo a dos expertos del mundo del vino y el queso como Pascual Drake y Clara Diez, respectivamente, quisimos aprovechar la ocasión para preguntarles por un clásico de las celebraciones: ¿qué opinan de la gente que celebra cualquier cosa tirando champán? Siguiendo la sintonía habitual que tienen, coinciden en que es mejor celebrar tirando unas serpentinas y disfrutando de un champán en la copa. Además, cómo es de fabuloso aprender a descorchar una botella de champán sin derramar ni una gota. Menuda sensación de poderío.
También les hicimos pensar si volverían a comprar el vino o queso preferido de su ex. Es difícil, pero seguramente no por la nostalgia. A lo mejor con el paso del tiempo. Sobre su faceta vengativa, confiesan que no tienen y nunca le enviarían un queso apestoso a nadie a no ser que supieran que a la persona en cuestión le gusta.
Imprescindibles en una vinoteca
