¿Te has dado cuenta -y lo sentimos por los diabéticos- de que TikTok cada vez parece más una fantasía de Willy Wonka? Las golosinas están endulzando la red social del momento precisamente en el instante en el que incluso Rosalía (la nueva gourmet por excelencia) se encarga de grabar vídeos en los que se convierte en una experta catadora de snacks japoneses, muchos de los cuales suben tu glucosa con tan sólo mirarlos. Mientras que muchos creadores de contenido disfrutan simplemente del colorido de las golosinas, que hacen de cada vídeo una delicia visual, hay quienes disfrutan dándoles nuevos usos al crear insospechadas recetas.

Estos dulces nos hacen abrazar la época en la que la única preocupación era qué chuche elegir

No es ni mucho menos casualidad que el furor por las golosinas del pasado haya estallado ahora, pues en tiempos convulsos, disfrutar de comidas e incluso de contenido cultural asociado a épocas pasadas es muy habitual al entrar en marcha la cultura del confort. Estos dulces nos hacen abrazar esa época en la que las preocupaciones no iban mucho más allá de qué golosina escoger, e incluso para la generación Z, que no dispone de ese mecanismo de salvaguarda, estos dulces sirven para probar nuevas experiencias y sabores.

golosinas retro
Yuriko Nakao//Getty Images
Skittles

Durante el confinamiento las tiendas de dulces, como todas, tuvieron que echar el cierre, pero quienes pudieron abrazar el universo de las redes se encontraron con el amor por la nostalgia más dulce, que sirvió para remontar sus negocios. Ese fue el caso de Nema Causey, cuya tienda, Candy Me Up, vendía a clientes de wholesale y retail, por lo que tuvo que hacer de TikTok una plataforma de ventas insospechada en la que los vídeos en los que probaba unas gominolas que estallan en la boca se viralizaron.

Si un vídeo se hace viral, puede lograr hasta 10.000 pedidos de chucherías

Ahora las redes están repletas de vídeos en los que la gente los prueba por primera vez, y consciente del poder de las redes y del universo online, Causey cuenta ya incluso con un apartado de “chucherías nostálgicas” en su web, que abrió hace tres años tras el éxito de su perfil de TikTok, donde tiene más de un millón de seguidores. Asegura que si un vídeo se hace viral, puede lograr hasta 10.000 pedidos de chucherías. Por su parte The Candy Closet triunfó pronto en TikTok gracias a la compra de una máquina de secado por congelación. En su primer vídeo probaron suerte con los clásicos Skittles, a los que tras pasar por el proceso llaman Fruity Crunchies y que son los súperventas de la tienda, cuyo origen se debe al amor de sus creadoras por los dulces de antaño.

miles de personas se han dado cuenta del potencial de las chucherías en el universo digital

Quizás hayas leído acerca de Callum Baker, un chico de de 17 años, que empezó a vender dulces caseros a los 15 años en una tienda propia que creó en el jardín trasero de la casa de sus padres. Tras ver un vídeo de TikTok, creó The Sweet Shack, un negocio con el que gana más de 4.000 euros semanales. No es de extrañar que en la plataforma social exista ya en apartado “Golosinas para emprender”, pues miles de personas se han dado cuenta del potencial de las chucherías en el universo digital.

¿Pseudo?ciencia, nuevos usos y G-L-U-C-O-S-A

Pero, ¿por qué este repentino éxito de las amigas de las caries? Porque las golosinas responden a compras por impulso, por lo que han encontrado en TikTok la plataforma perfecta. Lo curioso es que ya no se lucha por vender la chuchería más innovadora, sino por hacerlo de la forma más creativa. Incluso a través de mucha imaginación y de mensajes pseudocientíficos en los que hay más marketing que verdades, las redes sociales se encargan de dar un empujón a las centas más edulcoradas. Hay una corriente que asegura que las chucherías amargas son perfectas para el pre-entrenamiento. "Cuando levantas peso, la fuente de energía primordial es el glucógeno. Cuando avanza el entrenamiento, tu fuente de energía se vacía, haciendo que te sientas débil, fatigado e incapaz de entrenar la mitad de lo que podías al comienzo del entreno, cuando tenías el tanque energético lleno. Sin embargo, Sour Strips contiene esos azúcares que se convierten en glucógeno en apenas cinco o diez minutos”, asegura una tiktoker. Lo peor es que la ciencia respalda esta teoría, aunque dudamos que los entrenadores personales recomienden apostar por ella.

Por otro lado, al margen del deporte, los usuarios apuestan por congelar los caramelos amargos, pues al hacerlo, cambia su textura, y al disfrutar de este toque crujiente, el ASMR se pone en marcha, uno de los grandes aliados de las redes sociales.

¿Quién no va tarde para la operación bikini? ¡Bienvenida, operación caftán!

Si hace tiempo los cereales nostálgicos invadieron las redes e incluso antes, contaron con establecimientos propios, ahora son las golosinas del pasado las que se han convertido en el anzuelo de los ‘likes’ y de las visualizaciones. ¿El único “pero”? Los vídeos te van a abrir el apetito, pero a estas alturas… ¿Quién no va tarde para la operación bikini? ¡Bienvenida, operación caftán! P.D.: El texto lo firma una diabética, por lo que por el bien de mi salud mental, espero que no me esté leyendo mi endocrina.