El pollo es uno de los básicos de nuestra alimentación, un producto sano y agradecido, que además es bastante asequible. Es la carne más consumida del mundo y con ella se pueden hacer todo tipo de elaboraciones, desde los platos más sencillos como unas humildes pechugas a la plancha a elaboraciones sofisticadas e incluso de de alta cocina.

La carne de pollo es una de las que menor cantidad de purinas tiene, y a todo esto suma que es baja en grasas y es fuente de nutrientes como proteínas, lípidos, Vitamina 3 y minerales como calcio, hierro, zinc, sodio, potasio y magnesio, entre otros. Y encima es de fácil digestión.

Vía: Delish US