En una sociedad obsesionada por los resultados inmediatos, el triunfo de los acelerados orgasmos cortesía de Satisfyer y los plazos de entrega en menos de 24 horas demuestran que somos adictos a la gratificación instantánea y que dar segundas oportunidades es tan molesto como que el mando se quede sin pilas y no podamos omitir la intro de 'Netflix'. La frase “a partir del quinto capítulo, la cosa se pone interesante” es la mayor enemiga de quienes buscan que las plataformas de streaming les mantengan pegados a la pantalla desde los títulos de crédito, por lo que el triunfo de la mentalidad cultural anti fuego lento nos ha pillado por sorpresa.

“El fracaso es una gran oportunidad para empezar otra vez con más inteligencia”, dijo Henry Ford, pero que no cunda el pánico: este no va a ser un artículo "buenrollista" que alabe las virtudes de los tropiezos, sino un análisis de por qué a veces es más satisfactorio el éxito durmiente que el inmediato, como señalan los resultados obtenidos en 1960 por el doctor en psicología Walter Mischel a través del conocido Test del Marshmallow. Los niños participantes en el experimento tenían que aguantar las ganas de tomarse una nube azucarada cuando el adulto abandonaba la sala, una prueba de la contención y de la fuerza de voluntad conn la que se estudió la capacidad de resistir la tentación y de explorar la postergación de la gratificación instantánea. Aunque por descontado, alcanzar el éxito o el aplauso de forma no inmediata no depende de la fuerza de voluntad, gracias a este tipo de experimentos recordamos que a veces, por más que nos pese, la espera tiene sus beneficios.

"La industria ha convertido nuestra atención en su moneda"

En el ámbito cultural actual docu series, películas, realities y series se convierten en bombazos gracias a las redes sociales, por lo que pudiera parecer que quien no logra llegar a las masas en un primer intento está condenado al olvido. Sin embargo, en muchas ocasiones ocurre precisamente lo contrario. Quienes triunfan de forma veloz son olvidados a una velocidad tan trepidante como el tiempo de disfrute de la fama, que al contrario de lo que decía Warhol, ya no dura ni los 15 minutos. Mientras tanto, las joyas ocultas van gozando de la admiración de forma paulatina y por ello, consiguen alcanzar planos superiores. El problema está sin duda en que la industria ha convertido nuestra atención en su moneda, tal y como explica Derek Thompson en ‘Creadores de hits’ (Capitán Swing), donde asegura que contra lo que pensamos, en realidad nada “se vuelve viral”, sino que tras cada éxito se esconde una historia secreta de poder, influencia, emisoras oscuras y cultos apasionados que convierten algunos productos nuevos en fenómenos culturales. La búsqueda de la atención como moneda encontró en el confinamiento un campo inexplorado que permitió a muchas personas disponer de más tiempo para consumir contenido cultural y descubrir programas, escuchar podcast y leer libros a los que quizás jamás habrían prestado atención de haber seguido con la rutina de abandonar el hogar a las 8 de la mañana para regresar por la tarde, cuando la recompensa instantánea parecía ser la mejor forma de celebrar el final de la jornada.

exito durmiente
Netflix
’Love is blind’
“En un mundo a la carta, pausar la anticipación semana por semana ha funcionado bien”

Así fue cómo por fin, el éxito escalado convivió precisamente con la desescalada e hizo que los hits instantáneos perdieran fuerza en aras del triunfo reposado. No es casualidad que en pleno aislamiento fuera cuando triunfó ‘Love is Blind’, un reality cuyos participantes se enamoran sin haberse visto jamás gracias a prolongadas y profundas conversaciones. Frente al flechazo, se impuso el amor pausado. Ahora que (casi) hemos vuelto a la normalidad, nos cuesta aceptar todavía que todavía haya quienes prefieren no ir rápido, por lo que la tensión sexual de la segunda temporada de ‘Los Bridgerton’ está resultando para algunos fans de la serie insoportable. Al mismo tiempo, era precisamente el tener que esperar una semana para ver el siguiente capítulo de ‘Euphoria’ lo que entusiasmó a muchos, que volvieron a revivir la sensación de anhelo que en la era pre-HBO/Netflix sentíamos cuando terminaba el último capítulo de nuestra serie preferida y teníamos que esperar una semana para la llegada del siguiente. El ‘binge-watching’ terminó con él, y por eso todavía existen series que intentan recuperar esa sensación de gratificación ralentizada. Como dijo Jan Koeppen, Presidente de Disney en Europa, “En un mundo a la carta, pausar la anticipación semana por semana ha funcionado bien”.

exito durmiente
Netflix
Schitt’s Creek


El mejor ejemplo de este fenómeno es Schitt’s Creek, la serie que hizo historia al llevarse en una sola noche los siete premios principales de la categoría de comedia en la entrega septuagésima segunda de los premios Emmy. Lo curioso es que la producción canadiense era una gran desconocida para muchos, había tenido un éxito comedido en abierto, pero arrasó al llegar en Netflix a causa del fenómeno conocido como “the Netflix bump”, responsable también del clamor por ‘Breaking bad’.

Las crisis detonadas por la edad son un buen ejemplo de este funcionamiento, porque son muchas las artistas que aseguran que es al alcanzar la madurez cuando se descubren a sí mismas y cuando han conseguido alcanzar el éxito. La maldición de las niñas Disney demuestra que a veces es preferible tardar en llegar que hacerlo demasiado rápido... El aplauso del éxito durmiente es el caso de Rigoberta Bandini, cuyo libro 'Vértigo', recién presentado, es en realidad una reedición, una prueba más de que las segundas oportunidades sí funcionan. "Me siento afortunada de haber podido asumir todos los acontecimientos que han sucedido en los últimos tres años. No podemos adelantarnos a lo que la propia vida nos tiene preparado", escribe.

"Las canciones del verano divierten, pero en el fondo todos queremos disfrutar de una buena BSO"


kourtney kardashian y el músico travis barker
John Locher
Kourtney Kardashian y el músico Travis Barker

El que Kourtney Kardashian se haya convertido en una de las Kardashian más perseguidas, tras toda una vida condenada a vivir a la sombra de sus hermanas, es otra prueba más de las bondades del triunfo durmiente. La creadora de Poosh acaba de casarse en las Vegas tras haber presumido durante meses de una libido que como hemos comentado, tantos echan en falta en 'Los Bridgerton', demostrando así que es ahora cuando esté viviendo su mejor momento. Algunos ya hablan del "Kournaissance" de Kourtney, un renacimiento que indica que las cosas están cambiando no solo en el mundo del consumo cultural, sino en la forma en la que nos enfrentamos a la vida. En una sociedad frenética incapaz de pausar, parece que por fin vamos valorando la calma y el trayecto, no únicamente la llegada a la meta.

Frente al amor por los sprints, celebramos las maratones y dejamos atrás la filosofía de los noodles instantáneos para valorar ese delicioso ramen de horas de cocción en el que hemos convertido la cultura pop. Porque las canciones del verano siempre divierten, pero en el fondo todos queremos disfrutar de una buena banda sonora que nos acompañe en el camino.